Televisión Española es otro Rubicón cruzado por el sanchismo. El derecho romano prohibía a los generales pasar por ese río con su ejército en armas. Pero ya no hay ni derecho ni derecha por respetar. Julio César lo cruzó. ¿Qué es Sánchez si no un César sin laureles? ¿Qué es su Gobierno si no un ejército en armas? ¿Para qué la prudencia si es tan rentable la temeridad? Estamos a un paso de pronunciar el «alea iacta est», a la vista de la respuesta que ha tenido este secuestro de 'lo público', que es otro paso en la escalada de descomposición premeditada del orden constitucional. La televisión española ya es tierra quemada para la ciudadanía impasible y otra catapulta preparada... Ver Más