El silencio de las togas

El Estado social de Derecho tiene sus normas fundamentales de comportamiento, que han de ser respetadas por los ciudadanos y por quienes en cada momento encarnan los tres poderes estatales. Es positivo discrepar reflexivamente del ordenamiento jurídico, desde el texto constitucional hasta las normas de más ínfimo rango. Bueno es también que seamos exigentes con el comportamiento de los cargos públicos, pues todos los poderes emanan precisamente de la voluntad popular y, por ende, están sometidos al imperio de la ley. No debemos olvidar que las personas somos la razón de ser del sistema, ya que en nosotros reside la soberanía, de modo que los políticos solo se justifican a nuestro servicio. España «es un Estado social y democrático de... Ver Más