La reforma permitiría que estos vehículos, a medio camino entre los cuadriciclos y los turismos estándar, no estuvieran sujetos a los requisitos de seguridad y tecnología habituales No es la primera vez que afirmamos en este canal que la llegada de una nueva generación de vehículos eléctricos de pequeño formato es una de las noticias más relevantes y halagüeñas que se han vivido en el sector del automóvil en los últimos años. Similares a los utilitarios que abundaban en nuestras ciudades hace dos décadas, pero propulsados por una tecnología completamente diferente, este grupo de coches promete una alternativa sólida a los mastodónticos SUV eléctricos con los que los fabricantes han debitado en general en el mundo de la electromovilidad. Por mencionar solo a los más destacados entre sus filas, enumeremos modelos como el Renault 5 E-Tech, más recientemente el Renault 4 E-Tech, el Dacia Spring, el Hyundai Inster, el Dongfeng Box y el BYD Dolphin Surf, del que te hemos hablado aquí hace muy poco (pulsa para leer el artículo ) y que ha sido el eléctrico más vendido en nuestro país durante el mes de octubre. En las últimas fechas hemos sabido que la Comisión Europea se está planteando favorecer a esta nueva hornada de vehículos urbanos movidos por baterías, lo que ayudaría -qué duda cabe- al afianzamiento de lo que supone una apuesta inequívoca por la racionalidad. El comisario de Industria, Stéphane Séjourné, ha adelantado que el alto organismo comunitario prevé anunciar en diciembre la creación de lo que define como una nueva categoría de automóviles eléctricos asequibles, con precios de entre 15.000 y 20.000 euros. El Hyundai Inster es uno de los modelos más destacados de la nueva generación de eléctricos urbanos. El objetivo de la medida, según leemos en el reconocido medio Automotive News , es reactivar la producción de vehículos urbanos en Europa y contrarrestar de esta manera el avance de las marcas chinas. El proyecto plantea concretamente una categoría intermedia entre los cuadriciclos ligeros, que pesan unos pocos centenares de kilogramos, y los automóviles convencionales. Esta nueva clasificación permitiría que los modelos eléctricos más pequeños (de menos de 4,2 metros de longitud, según se ha sugerido en distintos foros) no estuvieran sujetos a los mismos requisitos de seguridad y tecnología que los vehículos de mayor tamaño. Hasta ahora, el calendario de la reforma permanecía incierto, pero la Comisión ha confirmado su intención de incluirla en los anuncios previstos para el próximo 10 de diciembre. El Dongfeng Box, otra de las propuestas interesantes en eléctricos de pequeño formato. Petición a varias voces Séjourné, que intervino durante el Automotive Industry Day celebrado en París, afirmó que “los fabricantes deben poder ofrecer nuevos vehículos pequeños en el rango de 15.000 a 20.000 euros y, dado que las limitaciones regulatorias también influyen en el precio, vamos a crear este marco normativo”. El debate sobre los automóviles eléctricos urbanos ha cobrado fuerza en los últimos meses, en los que varios fabricantes europeos han venido reclamando una normativa más adaptada a los costes de producción en el Viejo Continente. En junio pasado, y durante el Congreso Automotive News Europe 2025 , el presidente del grupo Stellantis, John Elkann, instó a la Unión Europea a aprobar reglas que permitan fabricar coches pequeños de bajo coste de forma rentable, en la línea de los denominados kei cars japoneses. El nuevo consejero delegado de Renault, François Provost, ha defendido también recientemente que las regulaciones europeas deberían mantenerse estables durante al menos una década para favorecer el desarrollo de esta nueva categoría de vehículos. Por su parte, la misma presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya había anticipado en septiembre que el Ejecutivo comunitario trabajaría junto con los fabricantes de coches en una Affordable Small Cars Initiative , centrada en impulsar automóviles eléctricos accesibles fabricados en nuestro continente.