Tesla espera aprobar su conducción semiautónoma en China en 2026

El consejero delegado de Tesla, Elon Musk, aseguró que la compañía espera obtener la aprobación completa de su sistema avanzado de asistencia a la conducción en China entre febrero y marzo de 2026, un paso clave en su estrategia para recuperar impulso en el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos. «Tenemos una aprobación parcial en China y, con suerte, tendremos la aprobación completa en febrero o marzo», afirmó Musk durante la junta anual de accionistas, en la que también se ratificó por unanimidad su paquete de compensación de un billón de dólares. «Eso es lo que nos han comunicado», añadió. Tesla lleva meses presionando a las autoridades chinas para conseguir el visto bueno definitivo a esta tecnología, que en Estados Unidos se comercializa bajo el nombre de Full Self-Driving (FSD) y requiere supervisión humana constante. Su despliegue es considerado esencial tanto para reactivar las ventas en China —donde la marca estadounidense ha perdido cuota frente a rivales locales como BYD— como para avanzar en la visión de Musk de desarrollar vehículos totalmente autónomos. Por el momento, el fabricante cuenta con una aprobación parcial que permite realizar pruebas limitadas, aunque las pruebas a mayor escala siguen suspendidas hasta recibir la autorización completa. En su lanzamiento de prueba a comienzos de año, Tesla eliminó la denominación FSD en China para cumplir con las normativas locales que exigen a los fabricantes describir con precisión las capacidades reales de sus sistemas. El proyecto tomó impulso tras la visita de Musk a Pekín en abril de 2024, cuando se reunió con el primer ministro Li Qiang y alcanzó acuerdos con Baidu Inc. para servicios de cartografía y navegación. Tesla también ha avanzado en el cumplimiento de los requisitos de seguridad y privacidad de datos exigidos por las autoridades chinas. Durante el encuentro con accionistas, Musk instó además a los clientes europeos a presionar a sus respectivos reguladores para que aprueben el uso público del sistema, que todavía no ha recibido autorización en la región. Pese a las promesas de mayor seguridad asociadas al Full Self-Driving, Tesla continúa bajo la lupa de los reguladores estadounidenses, que investigan varios accidentes en los que vehículos de la marca habrían infringido normas de tráfico mientras utilizaban el software de conducción asistida.