El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha denunciado la situación de parálisis que vive la energía eólica en Galicia debido a criterios judiciales que, según afirma, solo se aplican en la comunidad. Durante su intervención en la jornada 'Economía gallega y empresa' en A Coruña, ha alertado de que esta situación, que ha calificado de 'lawfare', pone en jaque el futuro industrial de la región. Rueda ha expuesto con preocupación que "prácticamente todos", concretamente 88 de 92 proyectos eólicos, se encuentran en riesgo debido al último fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Ha subrayado que el viento es la gran "oportunidad" de Galicia, no solo por la industria de generación que supone, sino por ser un factor clave para atraer y mantener proyectos industriales que demandan energía verde a precios competitivos. El presidente ha asegurado que Galicia está sometida a "unos criterios judiciales que no están sucediendo en ninguna otra comunidad autónoma". Pese a que el Tribunal Supremo ha corregido estas decisiones hasta en cuatro ocasiones y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha ratificado de forma "categórica" la correcta actuación de la Xunta, "el caso es que seguimos igual", lamentó. Para Rueda, la situación es "incomprensible" y supone un riesgo real de que la oportunidad se desvanezca. "Lo que es una enorme oportunidad para nosotros puede pasar de largo", ha advertido, añadiendo que "este tren va a parar en otro sitio donde lo aprovechen". Frente a ello, ha defendido la necesidad de un gobierno "fuerte" que, cumpliendo la legalidad, resista las presiones de los "del no por sistema". En contraposición a la parálisis eólica, ha puesto en valor la estabilidad institucional de Galicia, que ha calificado como una "rareza en España" frente al "clima de enorme crispación" que, en su opinión, domina en el Gobierno central. Ha defendido un modelo que apoya a los empresarios y que permite "dejar que fluya la empresa y, por lo tanto, la riqueza". Rueda ha destacado los buenos datos macroeconómicos, con una convergencia con la media española que avanza "más del doble" desde 2019, el paro más bajo en un mes de octubre desde que hay registros y un crecimiento de la economía gallega del 2,7%, por encima de las previsiones. También ha reivindicado la importancia de aprobar los presupuestos en tiempo y forma, lo que permite empezar a ejecutar las cuentas del año siguiente ya en noviembre. Entre los retos de futuro, el presidente gallego ha señalado la necesidad de seguir vertebrando la comunidad con infraestructuras clave. Ha insistido en la reclamación del Corredor Atlántico, la mejora de la conexión ferroviaria o la coordinación aeroportuaria para los tres aeropuertos gallegos. Asimismo, ha remarcado la apuesta por el I+D+i y la captación de talento a través de la nueva fundación público-privada Galtia. También ha defendido el turismo, que ya supone un 13% del PIB, frente a las "mentalidades nacionalistas que se creen que lo que hay aquí es solo suyo". En materia de empleo, ha recordado la petición para gestionar los permisos de residencia vinculados al trabajo para agilizar la llegada de mano de obra. Finalmente, ha reiterado su rechazo a una quita de la deuda autonómica. Argumenta que no se trata de un perdón, sino de un cambio de titularidad que haría que todos los españoles, incluidos los gallegos, asuman la deuda de las comunidades más endeudadas. "¿Qué negocio hemos hecho?", se ha preguntado.