En la Comunitat Valenciana existen muchas celebraciones de Moros y Cristianos, pero solo Calp tiene el "Miracle". Cada octubre el municipio entero se detiene. No es solo un acto festivo: es una declaración de identidad, un motivo de orgullo colectivo y una de las representaciones más singulares de la cultura festera valenciana. Para los calpinos, el Miracle no es únicamente una tradición heredada; es la raíz de su fiesta, su emblema y el relato compartido que ha atravesado casi tres siglos de historia. Una historia que nació en 1744 y cambió el destino de la villa El acto del Miracle tiene su origen en un suceso histórico documentado ocurrido el 22 de octubre de 1744, cuando siete galeotas barbarescas atacaron la costa calpina. La villa, entonces con una población reducida y recursos defensivos muy limitados, se vio ante una amenaza real de invasión. La historia, transmitida de generación en generación, narra que un vecino llamado Moncófar —de padre musulmán y madre cristiana— traicionó a los suyos facilitando la entrada de las tropas moras. Cuando todo parecía perdido, Caragol, un joven calpino, consiguió cerrar la puerta del Portalet con la intercesión milagrosa del Santísimo Cristo de la Suor, evitando así que la villa cayera en manos enemigas. Este episodio marcó profundamente la memoria colectiva de Calp, y con el tiempo se convirtió en símbolo de resistencia, identidad y fe. 1976: cuando la historia se hizo fiesta Aunque el Miracle hunde sus raíces en el siglo XVIII, fue en 1976 cuando un grupo de calpinos decidió dar forma moderna a esta tradición y crear la Associació de Moros i Cristians. Ese año se escribió el primer parlamento festero, se estructuró la representación en la Plaza Mayor y se definió un calendario de actos en torno al hecho histórico. Desde entonces, el Miracle ha permanecido inalterable en su esencia, pero ha crecido en espectacularidad y significado. En 2025, la fiesta roza ya el medio siglo de existencia moderna, y el Miracle se mantiene como el corazón narrativo y emocionalde toda la celebración. Lo que hace único al Miracle Mientras que muchas fiestas de Moros y Cristianos se centran en desfiles o batallas simbólicas, el Miracle de Calp es una representación teatralizada con base histórica real, en la que los propios vecinos interpretan los hechos que dieron origen a su devoción al Cristo de la Suor. Lo que lo distingue: Basado en un hecho histórico documentado (22 de octubre de 1744). Escenificación en la Plaza Mayor —el mismo núcleo histórico donde ocurrieron los hechos. Personajes propios: Moncófar, Caragol y el Cristo, símbolos exclusivamente calpinos. Participación vecinal total: las filaes, el público y las generaciones se integran en el acto. Ritual comunitario que culmina con el cierre del Portalet y la iluminación del castillo con la imagen del Cristo. Este acto no solo narra un suceso: construye un relato identitario compartido, transmitido como un tesoro intangible que diferencia a Calp de cualquier otra localidad festera. Orgullo compartido: "No hay fiesta sin Miracle" Para los festeros...