Tal vez la novela de espías resulte tan tentadora para grandes firmas más allá del género porque en ella comulgan, de algún modo, todos los otros géneros: la aventura, el amor, la obsesión, la traición, la farsa-comedia y los múltiples pliegues del ser-o-no-ser como gran idea filosófica-existencial. Así, firmas como las de John Banville o Ian McEwan o Javier Marías o Michael Ondaatje o Denis Johnson se han dado una vuelta por esas oficinas grises y mensajes en clave que, antes, agentes magistrales como Graham Greene o John le Carré supieron frecuentar y elevar a la categoría de gran literatura a secas. Ahora Rachel Kushner (Oregon, 1968; tal ve la escritora más interesante de su generación junto a Catherine Lacey... Ver Más