El pueblo medieval de Huesca que conserva una gran fortaleza a orillas de un río

La colegiata de Santa María la Mayor revela siglos de historia religiosa y arquitectura monumental, conservando su papel central en la vida cultural y urbana de la villa El castillo medieval mejor conservado de España, de estilo románico y en una ubicación privilegiada Alquézar es una villa histórica situada en la comarca del Somontano de Barbastro, en la provincia de Huesca, asentada sobre un promontorio rocoso que domina el cauce del río Vero. Su emplazamiento estratégico explica la presencia de una fortaleza musulmana en el siglo IX, construida para controlar el paso por el valle y vigilar los accesos a la sierra. Con la reconquista cristiana en el siglo XI, el asentamiento fue transformándose y consolidándose alrededor de un centro religioso que ha marcado la evolución del núcleo urbano hasta la actualidad. El pueblo combina un patrimonio arquitectónico y urbano bien conservado con un entorno natural protegido. Las calles, plazas y edificios históricos reflejan la vida de los habitantes a lo largo de los siglos, mientras que el río, los cañones y los espacios naturales cercanos forman parte del Parque Cultural del Río Vero y del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Esta combinación permite a los visitantes recorrer tanto la historia como la geografía de la región en un solo recorrido. La colegiata de Santa María la Mayor La colegiata de Santa María la Mayor es el conjunto monumental más representativo de Alquézar. Se levanta en la parte más alta del pueblo, sobre la roca donde, en el siglo IX, se construyó una fortaleza musulmana. Aquel castillo, atribuido al caudillo Jalaf ibn Rasid, servía para controlar el paso por el valle del río Vero y vigilar los accesos naturales a la sierra. En el año 1067, el rey Sancho Ramírez de Aragón conquistó el lugar y mandó levantar un templo dedicado a Santa María. En torno a él se estableció una comunidad de clérigos encargados del culto y del cuidado del edificio. Con el tiempo, el antiguo recinto militar fue perdiendo su función defensiva y se convirtió en el centro religioso de la villa, una condición que mantuvo durante siglos hasta el siglo XIX. La iglesia actual conserva parte de la estructura del castillo original, incluida una torre y tramos de la muralla que formaban el sistema de defensa medieval. El edificio que hoy se visita corresponde a las reformas realizadas entre los siglos XVI y XVII, cuando la primitiva iglesia románica fue sustituida por otra de estilo gótico tardío con detalles renacentistas. Tiene una sola nave, capillas laterales y un retablo mayor del siglo XVI, elementos que reflejan la transformación del conjunto a lo largo del tiempo. Junto al templo se encuentra el claustro, de forma irregular por la pendiente del terreno. Sus capiteles tallados en piedra representan escenas bíblicas como la creación de Adán, el sacrificio de Isaac o el diluvio universal. En los muros se conservan pinturas realizadas entre los siglos XV y XVI que muestran la transición artística entre el gótico y el renacimiento en Aragón. En dependencias próximas se ubica el Museo de Arte Sacro, que reúne piezas litúrgicas, textiles y esculturas relacionadas con la historia del edificio y de la diócesis de Barbastro-Monzón. Desde los alrededores de la colegiata se contempla una panorámica completa del casco urbano y del cañón del río Vero, recordando el valor estratégico del enclave en sus orígenes. Declarada Bien de Interés Cultural, la colegiata de Santa María la Mayor resume la evolución de Alquézar desde fortaleza islámica hasta villa cristiana. Espacios y recorridos de interés en Alquézar El casco histórico de Alquézar mantiene la estructura de una villa medieval, adaptándose al terreno irregular sobre el que se asienta. Sus calles estrechas y empedradas suben y bajan entre escalinatas, pasadizos cubiertos y arcos que conectan distintos niveles, conservando la organización defensiva y urbana de siglos atrás. La plaza mayor funciona como núcleo del pueblo, desde donde se puede acceder a la colegiata o a los miradores que permiten contemplar el río Vero. Muchas de las casas conservan balcones de madera y soportales, mostrando la arquitectura tradicional de la villa. Uno de los recorridos más frecuentados por los visitantes es la ruta de las pasarelas del Vero, que desciende desde el casco urbano hasta el cauce del río y recorre parte del cañón mediante pasarelas metálicas fijadas a la roca. A lo largo del trayecto, es posible observar la erosión que ha modelado las paredes calizas, así como restos de antiguos molinos y azudes que evidencian la relación histórica entre el agua y la actividad humana. El recorrido combina patrimonio natural y humano y está acondicionado para que cualquier visitante pueda acceder al paisaje sin alterar su conservación. Alquézar se encuentra dentro del Parque Cultural del Río Vero, un entorno protegido donde se conservan abrigos con pinturas rupestres declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO, testigos de la presencia humana desde el Paleolítico. En el propio casco histórico, el Museo Etnológico Casa Fabián expone utensilios domésticos y agrícolas que muestran la vida rural de la zona a lo largo del tiempo. Otros puntos de interés son la iglesia parroquial de San Miguel, las ermitas de los alrededores y distintos miradores sobre el río.