De su abuela a su hermana: así ha sido el apoyo familiar a Rosalía en su carrera

El universo de Rosalía no solo se mide por la innovación de sus canciones o la revolución de la moda y la estética que ha marcado su trayectoria. Detrás de la artista, de los escenarios y las portadas, hay una historia profundamente familiar que nace en el municipio de Sant Esteve Sesrovires, a apenas 40 kilómetros de Barcelona. Allí fue donde ella nació y creció soñando con algún día convertirse en el fenómeno musical que hoy es, sin saber que su nombre, heredado por su abuela, acabaría siendo sinónimo de éxito y vanguardia. En las últimas semanas, con el lanzamiento de su esperado álbum 'LUX', la catalana ha vuelto a situarse en el centro de todas las miradas, tanto a ella como a su familia, su mayor soporte durante todos estos años. Rosalía, nacida el 25 de septiembre de 1993, lleva el nombre de su abuela materna, una mujer con alma de artista que solía cantar mientras tendía la ropa o cocinaba en la casa. «Era la que tenía el gusanillo del cante», comentan desde el entorno cercano de la intérprete de 'La Perla'. La música era parte natural del ambiente doméstico. Y aunque sus padres no la bautizaron, la niña acompañaba a su abuela a la iglesia, donde lo que más le llamaba la atención no eran los rezos, sino el órgano y los coros . Fue el germen de una sensibilidad musical que más tarde explotaría en un talento fuera de lo común. Sobre su madre, se puede decir que es el gran motor detrás del fenómeno Rosalía. Empresaria y subdirectora comercial de la fábrica familiar Suprametal , fue ella quien, al ver la determinación de su hija, decidió apostar por su carrera. Primero, llevándola a una escuela de música cuando apenas tenía diez años. Y después, dejando su propio trabajo para fundar la empresa Motomami S.L. , desde la que gestiona los proyectos artísticos y económicos de la cantante. Madre e hija comparten una relación de absoluta complicidad. Pilar fue quien inspiró el nombre del tercer disco de la artista, 'Motomami', un homenaje al espíritu libre con el que su madre recorría las calles en moto. Hoy sigue viviendo en la casa familiar de Sant Esteve, desde donde ha visto crecer a su hija hasta convertirse en una estrella mundial. El mienbro de la familia más reservado y alejado del foco mediático es José Manuel Vila, el padre de la artista. Natural de Cudillero (Asturias) y con raíces gallegas y andaluzas, fue quien primero detectó que su hija tenía algo especial . Rosalía tenía siete años cuando él le pidió que cantara en una comida familiar. Al terminar, todos estaban llorando. «Ahí supe que lo suyo no era un capricho», habría contado después. Vila trabajó durante años en la empresa familiar antes de separarse de Pilar en 2019, justo cuando el éxito internacional de su hija se encontraba en su punto más alto. Desde entonces vive en otra casa cercana, aunque mantiene una buena relación con ambas hijas. Conocida artísticamente como Daikyri, es mucho más que 'la hermana de Rosalía'. Licenciada en Humanidades e Historia del Arte, se convirtió en pieza clave dentro del equipo creativo de la artista. Fue ella quien ayudó a construir su imagen inicial —el chándal, las uñas infinitas, los pendientes dorados— y quien, con el tiempo, se ha convertido en su mayor crítica y confidente. Rosalía ha reconocido en más de una ocasión lo importantes que son las opiniones de Pili en su proceso creativo. «Es mi mejor amiga, aunque a veces duela escucharla», comentó recientemente. Además, Pili tiene un hijo, Genís, nacido en 2012, y mantiene una relación con con Diego Ibáñez, vocalista del grupo Carolina Durante. El vínculo entre Rosalía y su sobrino es especial. Cuando la pandemia la obligó a permanecer en Estados Unidos, lejos de su familia, escribió una canción a modo de disculpa. En 'G3N15' le canta: «¿Me perdonarás lo que me he perdí'o? Son dos años ya, tú ya tienes diez...». Un gesto que demuestra que, pese al éxito global, la artista nunca pierde el norte: su familia sigue siendo el centro emocional de todo lo que hace. Aunque su vida ha cambiado por completo, Rosalía no se ha desprendido del todo de su origen. En Sant Esteve, los vecinos aseguran que cuando vuelve intenta pasar desapercibida y que, incluso, sigue acudiendo al mismo salón de manicura de una amiga de toda la vida.