Urtasun reordena el Inaem: una nueva dirección general asumirá la carga administrativa

Nueve meses después, Ernest Urtasun por fin pasa de los anuncios a los hechos en la prometida reforma del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) . El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la creación de la Dirección General de Artes Escénicas y Música, el organismo con el que el Ministerio de Cultura espera agilizar la gestión administrativa de un ente que lleva décadas reclamando una reforma a fondo. El Inaem conservará sus funciones de gestión y producción artística de sus unidades, en el ámbito de las artes escénicas y la música, explica el Ministerio de Cultura. La nueva dirección general «tiene como objetivo actualizar, optimizar y mejorar la estructura organizativa, de gestión y de personal de este organismo». Contará con tres nuevas subdirecciones : una de Teatro y Circo, otra de Música y otra de Danza y Creación Interdisciplinar. Esta es una de las grandes novedades; hasta ahora música y danza estaban integradas en una única subdirección. Cultura explica que la Subdirección de Música atenderá «al creciente peso de este ámbito de los últimos años». Con la Subdirección de danza «se da respuesta a una demanda histórica del sector». El Inaem, creado en 1985, lleva más de tres décadas funcionando con la misma estructura y arrastrando los mismos problemas: una plantilla envejecida y corta, un sistema administrativo que depende en exceso de Hacienda y un modelo de gestión pensado para otro tiempo. Su papel, fundamental en la promoción de las artes escénicas y musicales del Estado, ha quedado atrapado entre la burocracia y la falta de autonomía. Todos los intentos de modernizarlo –desde el de José Guirao , que quiso dotarlo de una ley propia, hasta el de Miquel Iceta , que tanteó convertirlo en fundación– acabaron frustrados por el cambio de legislatura o por la resistencia interna. El diagnóstico es compartido: el organismo necesita una reforma profunda que le permita adaptarse a la realidad artística y laboral del siglo XXI. Cn la creación de esta nueva dirección general, Urtasun aspira a reordenar estas funciones. Cultura defiende que servirá para «ganar músculo administrativo» y aliviar al Inaem de parte de su carga. La reforma del Inaem , como ha reconocido el propio Urtasun, será «a plazos», y este es el primer paso que da en ese sentido. Ahora habrá dos disecciones generales. El Inaem de siempre conservará sus funciones de gestión y producción de las unidades artísticas en el ámbito de las artes escénicas y la música, comprendiendo la creación, producción, programación y exhibición de actividades. Bajo su dependencia seguirán el Auditorio Nacional de Música, el Centro Nacional de Difusión Musical, la Joven Orquesta Nacional de España, la Orquesta y Coro Nacionales de España, el Ballet Nacional de España, la Compañía Nacional de Danza, el Teatro de la Zarzuela, el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el Centro de Tecnología del Espectáculo y el Castillo-Palacio de Magalia.