Ya ha puesto el corazón en un puño a más de uno al cruzar la calzada en plena rotonda de A Ramallosa y ha sido grabado y fotografiado por numerosos miñoranos en el entorno de A Foz. Canaílla, el ibis eremita que el año pasado se hizo famoso por sus aventuras en el Val Miñor, ha vuelto a la que parece ya su segunda casa. Y es que a este ejemplar de ave en peligro de extinción parece gustarle la comarca y ha regresado en las últimas horas a la marisma que une los muncipios de Nigrán y Baiona después de una estancia de tres meses en las mismas fechas del año pasado.