Uno de los contrastes más fascinantes del turismo internacional aparece cuando una persona de otro continente se enfrenta por primera vez a las joyas patrimoniales de Europa. Aunque cada región del planeta tiene su propia riqueza cultural, en países como España la historia ha dejado una concentración única de obras arquitectónicas, artísticas y urbanísticas que rara vez se encuentran en otros lugares. Y si hay una ciudad donde esa huella resulta especialmente evidente esa es Córdoba.