Si algún guionista especializado en comedia negra le echara un vistazo a este caso tendría, al menos, para una miniserie. Aunque parezca insólito, todo lo que el lector leyó en este titular es cien por cien verídico: una mujer ha sido despedida por husmear en asuntos ajenos y ha perdido su sueldo de 5.000 euros al mes y, además, se va sin una indemnización que ascendía a los cien mil euros tras 23 años trabajados. A la calle por cotilla.