Con el acercamiento de los 30 años de la firma de los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra en Bosnia‑Herzegovina (1992 y 1996), vuelve la atención a los miles de fallecidos y desplazados, a las torturas y asesinatos impunes, a la limpieza étnica, a las violaciones y a todo el horror que supuso aquel conflicto. Lo último, sin embargo, va incluso más allá de lo inimaginable: la Fiscalía de Milán ha decidido abrir una investigación sobre presuntos "francotiradores‑turistas" que habrían pagado para participar, por diversión, en "safaris de guerra" y disparar contra civiles durante el asedio de Sarajevo.