La relación entre la Junta de Andalucía y la asociación de mujeres con cáncer de mama, Amama, ha vuelto a saltar por los aires. Después de los intentos de la Consejería de Sanidad por retomar el diálogo y por incorporar a la entidad a la mesa de seguimiento por los fallos del cribado, dos episodios han vuelto a tensar la relación y a provocar un nuevo enfrentamiento. Primero, la entidad decidió abandonar el lunes por la tarde la comisión de trabajo en la que estaban presentes profesionales y el equipo del consejero. Horas después la entidad anunció la formalización de una primera veintena de denuncias de mujeres y elevó la incidencia de la crisis a más de 4.000 casos.