Los padres remiten al colegio un largo escrito en el que explican algunos episodios sufridos por su hijo, lamentan la actitud negligente del personal educativo y piden saber qué medidas se han puesto en marcha La familia del menor de La Guijarrosa agredido en Halloween, en cuyo trasfondo estaría un presunto caso de acoso escolar, ha remitido el centro educativo un extenso escrito en que ha denunciado los hechos que su hijo habría sufrido desde la etapa de Infantil hasta el pasado 1 de noviembre, cuando el caso ha estallado. Además, solicita al colegio conocer en qué ha consistido el protocolo de acoso que Inspección Educativa ha activado ante la falta de información. Todo parece indicar que el caso no era, para nada, desconocido en el pueblo, pero la agresión en Halloween -hay que recordar, fuera del centro educativo- ha sido el desencadenante para que Inspección Educativa haya abierto el protocolo de acoso. Por protección de datos, y a petición de este periódico, la Delegación de Educación no ha ofrecido más información sobre las medidas que se han tomado, pero la familia del menor agredido también solicita conocerlas. La defensa legal de los padres ha señalado a este medio que, si continúa la opacidad, pondrá en marcha un procedimiento administrativo en el que solicitará a Inspección y a Educación que aporte toda la información relativa a las medidas que se están aplicando con el menor denunciado y cuál está siendo su efectividad. Sin confirmación oficial alguna, la familia cuenta que el menor denunciado habría sido expulsado durante dos días, aunque “él se mofaba de ello diciendo que se iba de vacaciones a su casa”. Este periódico ha tenido acceso al duro escrito de ocho páginas que la familia ha remitido al centro en el que relata episodios de acoso sufridos por su hijo, desde Infantil y hasta Secundaria. Nada más entrar al colegio, en 2015, el menor habría sufrido golpes, ante lo cual la profesora inicial le transmitía a los padres que el menor era “intranquilo y nervioso, pero que intentaría estar pendiente de él”. A pesar de que los hechos continuaban, la respuesta se mantenía igual, y la profesora, según la familia, llegó a restar importancia a los insultos que sus hijos -en el centro está escolarizado el menor agredido y su hermana- le referían. Manifestación contra el bullying Las agresiones “se volvieron más violentas, con golpes más contundentes”, relata la familia. En otro episodio, el niño presuntamente acosador agredió al menor denunciante causándole una “lesión grave en el labio superior” tras agarrarlo del pelo y subir y bajar su cabeza en una fuente. La familia asegura que “nunca” recibió una llamada del centro para informarle de estas agresiones, encontrándose con las consecuencias de las mismas al recoger a sus hijos. En esta ocasión, el menor fue atendido en su centro de salud. A tenor de lo que relataba el niño, el pediatra realizó un informe y envió un parte de lesiones al juzgado. Al día siguiente, en base al testimonio de los padres, la tutora contactó con la madre, asegurando que cuando vio la agresión, ya era “tarde” para intervenir. La progenitora señala que “siempre” estuvo “abierta al diálogo, mostrando incluso preocupación por el comportamiento violento del presunto acosador”. Tras varias conversaciones con personal docente, la madre decidió retirar la denuncia, hecho del que ahora se arrepiente. Durante la etapa de Primaria, los actos de hostigamiento continuaron, según la familia. Aunque hubo un periodo en el que otros niños se unieron a pegarle e insultarle, el hostigamiento se disipó, quedando el menor denunciado como el único que seguía hostigando a la víctima. La madre tuvo reuniones de tutoría y con la dirección del centro durante este periodo. La llegada de la pandemia fue, para el niño, la “mejor etapa porque no tenía que acudir al colegio”. Ya en 5º de Primaria, la madre descubrió que otro menor estaba siendo víctima de este niño, y que existía una “canción de burla” hacia su hijo. Al llegar a casa, la víctima y su hermana confesaron a sus padres que el presunto acosador tenía una cuenta en YouTube con una canción en la que se hacía referencia al apodo con el que este se dirige a la víctima, insultándolo por su físico. Desde aquella canción, asegura la familia y el menor, el presunto acosador se ha referido a este niño como “puto gordo” más su apodo, tanto dentro como fuera del colegio. En 6º de Primaria, la madre empezó a notar en el menor un “alto nivel de estrés”, manifestándole que no quería acudir al centro porque le iban “a cantar la canción”, algo que el presunto acosador hacía “desde el minuto cero dentro y fuera del colegio, en entradas, salidas, recreo y actividades, sumándose otros niños”. Tras una tutoría con la familia, “el asunto se cortó de raíz” o eso creía la familia. El último episodio relatado en el escrito ocurrió el pasado 24 de octubre, cuando un niño de la clase preguntó a la madre por el estado de su hijo, porque el presunto acosador lo había insultado. Cuando los padres hablaron con el niño -que está en 2º de Secundaria-, este entró “en un estado de llanto, ansiedad y nerviosismo”. Según su testimonio, aunque el tutor del menor denunciado -ya no está en la misma clase que la víctima porque aquel repitió- le riñó, se volvió a dirigir a él con insultos hacia su físico. En esa conversación entre padres e hijo, los progenitores se enteraron de otro altercado que hubo en el centro durante el año pasado que llevó a que responsables educativos se reunieran, a la vez, con ambos menores. Los padres denuncian que “en ningún momento, nadie del centro contactó” con ellos “para informarnos de los hechos ni de que a mi hijo se lo habían llevado de clase”. En ese escrito, el centro educativo también es objeto de acusaciones por minimizar de los hechos dado que la familia asegura que varios docentes le habrían dicho al niño que el menor denunciado “es como es” y que él “no tiene que hacerle caso ni escucharle cuando le diga cosas”. La familia ha pedido reuniones con la directora, la jefa de estudios, la tutora de su hijo y la trabajadora de Bienestar Social, a la vez que está pendiente de que el centro le facilite toda la documentación que pudiera afectar a su hijo. Asimismo, la denuncia por la agresión en Halloween sigue su curso a la espera de que a la familia le sea notificada el pase de la causa al Juzgado de Menores.