E n el otoño de 1982, a mis nueve años recién cumplidos, bajaba una mañana de sábado con mi padre al centro de Cádiz en el Seat 124 de segunda mano que acababa de comprarse. Le pregunté que quién era ese señor que aparecía en decenas de carteles colgados en las farolas de la Cuesta de las Calesas. «El que va a arrasar en las elecciones», me dijo. Ocho simples palabras. Convencimiento total. Felipe González aparecía con gesto pensativo, como mirando al infinito. 'Por el cambio, vota PSOE', rezaba el eslogan junto al puño y la rosa. Efectivamente Felipe arrasó. 202 diputados le dieron una mayoría absoluta que de momento jamás ha vuelto a repetirse. Liderazgo total. Mi padre, que... Ver Más