PP y Vox escenifican su nuevo pacto para la Generalitat y salvan a Mazón de explicar su comida en El Ventorro

La mayoría parlamentaria permite que el presidente de la Generalitat no conteste ninguna pregunta en su comparecencia en las Corts justo el día en que Alberto Núñez Feijóo designa como candidato a Juanfran Pérez Llorca, el favorito de la ultraderecha para ser el nuevo jefe del Consell Feijóo elige a Pérez Llorca para suceder a Carlos Mazón al frente de la Generalitat El PP valenciano y Vox ya empiezan caminar juntos tras días de incertidumbre tras la renuncia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y cuando los populares ya tienen claro quién será su sustituto. Los conservadores y la ultraderecha han permitido al jefe del Consell dimitido pasearse por la comisión de investigación de las Corts sin contestar a una sola pregunta de la oposición de PSPV y Compromís y manteniendo mismo relato sobre la “falta de información”, un bulo superado hace meses por la investigación judicial . Este desplante al parlamento valenciano se produce el mismo día que el propio Alberto Núñez Feijóo ha designado a J uan Francisco Pérez Llorca como el sucesor de Mazón a falta de la validación del partido de Santiago Abascal, que apretará al PP en el programa para la investidura. La tercera sesión de la comisión de investigación de la dana en las Corts Valencianes ha servido para evidenciar el idilio de los conservadores con la ultraderecha. Los de Santiago Abascal en Valencia han demostrado que no tienen intención de apretar demasiado a Mazón con la gestión de la dana y optan por dirigir sus ataques al gobierno central, dejando que el presidente valenciano, en funciones, tuviera una comparecencia cómoda. Por parte de Vox, que sí que cuestionó a Carlos Mazón en su primera comparecencia tras la dana, su portavoz, José María Llanos, ha dado por buena la actuación del presidente de la Generalitat en funciones y ha cargado contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Pese a saber que las competencias en emergencias son de la Generalitat, Llanos ha mantenido el argumentario de que las obras en los cauces de los barrancos del Poyo u Horteta hubieran salvado la mayoría de vidas. Como no quería que contestara, Llanos no ha realizado ni una sola pregunta al compareciente. En la calle, las víctimas y movimientos sociales concentrados frente a las Corts, que escuchaban la sesión en streaming, eran incapaces de saber en qué momento hablaba el PP y en qué momento hablaba Vox. La presidenta de la comisión de investigación, Miriam Turiel, también de Vox, no advirtió ni una sola vez al presidente en funciones por no responder a ninguna pregunta, ni tampoco a los portavoces del PP y su partido por no formular preguntas. Lo que debía ser un interrogatorio político se ha convertido, con el formato establecido, en una sucesión de monólogos. Turiel, presidenta de la Mesa de la comisión, fue quien comunicó al PSPV que las víctimas no podrían entrar en la sala porque todos los asientos de invitados estaban copados por asesores de Mazón, y los altos cargos tienen prioridad. La responsable de la comisión, nada intervencionista, dejó pasar el tiempo y convirtió la comparecencia en lo que quería Mazón. Primero un monólogo leído y posteriormente otro monólogo trufado de argumentario, una versión resumida de los discursos del dirigente del PPCV en el último año. Más de 22 minutos duró la primera intervención del compareciente, que tenía fijado un tiempo de 15 minutos, y Turiel no le pidió que concluyera. En las sesiones parlamentarias lo habitual es que cuando el compareciente se excede unos segundos -ocasionalmente se ha extendido algún minuto- quien ostenta la presidencia le advierta de que su tiempo ha terminado. La representante de Vox no lo hizo. Así, el presidente en funciones pudo estar hora y media de comparecencia sin responder a sus vacíos tras la comida en El Ventorro, a no contestar si pasó por su casa antes de llegar al Palau de la Generalitat o a cuáles fueron sus conversaciones por mensajería instantánea con la exconsellera de Justicia y Emergencias Salomé Pradas . Vox le ha dado una salida digna al todavía presidente valenciano. Tanto en la comisión de investigación como, previsiblemente, en las negociaciones para la sucesión. El pacto de este martes entre el PP valenciano, el de Mazón, y Vox, permite ver el nivel de confianza que existe entre las dos formaciones, que han estado nueve días esperando a que Génova moviera ficha con la designación de Juanfran Pérez Llorca como candidato. A partir de este miércoles y tras el paseo en barca que le han permitido a Mazón, ambas formaciones deben empezar a negociar el programa de investidura en el que se espera que la ultraderecha “haga sudar sangre” a los conservadores. O no, y sean los populares los que acepten sin pestañear las peticiones de Vox de endurecer el discurso antiinmigración, contra los menores tutelados por al Generalitat o contra la lengua propia de los valencianos. La agenda ultra se ha mantenido en los dos años de Mazón al frente del Palau y la designación de su mano derecha como nueva cabeza del Consell no parece que lleve por un camino distinto. Poco costó que se sellara un acuerdo en 2023 y posteriormente se reeditó en 2025 para unos nuevos presupuestos, en ambos casos con Pérez Llorca capitaneando las negociaciones. El PP de Mazón ya mostró su predisposición a pactar en una reunión interna antes de las elecciones: “En el peor de los casos se la chupamos a uno de Vox que vienen aquí a tocar los cojones”, dijo el president antes de ser president. La reunión en la que Mazón pronunció estas palabras se produjo en el contexto de una hipotética negociación para la Diputación de Alicante, una conversación que lleva a pensar cómo sería una negociación para el Gobierno autonómico. Mazón vuelve a defender a Pradas En su comparecencia, Mazón ha reiterado que él no tenía “responsabilidad operativa” el día de la dana (y que por eso no recibió llamadas de nadie del Gobierno central, según él). También ha afirmado que su consejera de Emergencias, Salomé Pradas, ni el resto del Cecopi, tenían información en el barranco del Poyo, pese a que ese mismo mediodía un vídeo muestra a Pradas t omando notas en el Centro de Emergencias sobre la gravedad de la situación en el Poyo y en otro ella misma menciona ese barranco. Mazón ha asegurado que no retrasó el ES-Alert el día de la dana ni nadie le “pidió permiso” para enviarlo. Ha sido muy llamativa la defensa que el presidente en funciones ha hecho de Salomé Pradas, porque desde hacía meses el propio Carlos Mazón había dicho en varias entrevistas a medios de comunicación que la consellera nunca le informó. En las últimas dos semanas, varias informaciones apuntaban a que el jefe del Consell sí que estuvo informado y justo este martes, Mazón ha vuelto a cerrar filas con su exconsellera y a eximirla de cualquier responsabilidad, pese a que la cesó días después de la dana.