Las ventas de coches en China cayeron en octubre por primera vez en más de un año, en medio de la retirada gradual de los programas de incentivos al cambio de vehículo impulsados por gobiernos locales, lo que se suma a los factores que siguen afectando la demanda. Según datos de la Asociación China de Automóviles de Pasajeros (PCA, por sus siglas en inglés), las ventas minoristas de turismos —incluidos sedanes, todoterrenos y monovolúmenes— descendieron un 0,8% respecto al mismo mes del año anterior. Excluyendo la caída de enero provocada por las vacaciones del Año Nuevo Lunar, esta es la primera contracción desde agosto de 2024. Durante los primeros diez meses del año, las ventas acumuladas aumentaron un 8,3%, de acuerdo con las cifras de la PCA. Sin embargo, el fin de las subvenciones locales al cambio de vehículo amenaza con ralentizar el ritmo del mercado. Grandes provincias y ciudades, como Shanghái, han reducido o eliminado los incentivos que ofrecían miles de yuanes a quienes achatarrasen un coche antiguo. Hasta el 22 de octubre se habían presentado más de diez millones de solicitudes para acogerse a estos programas. A la desaparición de estas ayudas se suman problemas estructurales, como la sobrecapacidad de producción y una prolongada guerra de precios que continúa presionando los márgenes de los fabricantes. Aunque Pekín ha tratado de contener esa competencia agresiva, las marcas se enfrentan ahora al reto de cumplir sus objetivos de ventas anuales sin uno de los principales motores de la demanda. Según el secretario general de la PCA, Cui Dongshu, el prolongado descanso de la Semana Dorada de octubre también influyó en el descenso mensual. Pese a ello, el crecimiento acumulado del 8,3% en lo que va de año sugiere que el mercado chino de automóviles mantiene un nivel de actividad sólido, aunque con señales crecientes de desaceleración. Esta caída en ventas es la siguiente en una cadena de malas noticias para BYD, el mayor fabricante del país asiático. La compañía presentó un segundo retroceso consecutivo en sus resultados trimestrales después de que el Gobierno chino tomase medidas en contra de sus descuentos agresivos, una de las herramientas más empleadas en su estrategia comercial.