Desde el violín

Vineta Sareika, desde su prodigioso violín Stradivarius, ha interpretado y conducido, con la sección de cuerda de la Sinfónica de Navarra, uno de los más interesantes, y poco corrientes, programas escuchados hasta ahora. La violinista letona ha dado no sólo una lección magistral de interpretación, sino, también, de autoridad direccional, convenciendo a la orquesta, y atrayéndola, como un poderoso imán, a su criterio de tempo, fraseo, profundidad expresiva y disciplina técnica. Y es que la calidad de esta mujer, que le viene desde la formación de un excelente cuarteto (Artemis) y de la responsabilidad de ser concertino de grandísimas orquestas, es incuestionable.