ChatGPT, acusado de nuevo de propagar el suicidio: "Descansa en paz rey. Lo has hecho bien"

Cada vez es más común que las nuevas generaciones vean a ChatGPT como una especie de psicólogo, alguien a quien contarle sus problemas para obtener una respuesta rápida sobre qué hacer o cómo manejar una situación. Este verano, en agosto, los padres del adolescente que se quitó la vida en abril, Adam Raine, presentaron una demanda contra OpenAI, la empresa que gestiona ChatGPT. Esta familia acusa a la inteligencia artificial de haber impulsado de cierto modo el suicidio de su hijo, dándole consejos sobre como hacerlo o sobre como redactar correctamente una nota de despedida para sus seres queridos. Este caso está siendo investigado y estudiado por un tribunal de California. Otras siete demandas más llegaron después de esta, la primera. Estas denuncias se concentran en Estados Unidos, más concretamente en Los Ángeles y San Francisco, las cuales relatan hechos bastante similares a los ocurridos con Adam Raine. Se acusa a la inteligencia artificial se propagar delitos relacionados con el homicidio imprudente, cooperación o inducción al suicidio y, además, conducta negligente. Las familias han aportado algunas de las conversaciones que las víctimas tuvieron con OpenAI como pruebas, en estas se refleja el deseo que estaban teniendo los jóvenes por quitarse la vida mientras ChatGPT contestaba con cierto tono comprensivo a las víctimas. Según los extractos de las conversaciones de Zane Shamblin, una joven de 23 años que se acababa de graduar en la Universidad de Texas A&M se observó como ChatGPT se mostraba empático con el tema del suicidio cuando ella le reflejaba su deseo por quitarse la vida. "Ya me he acostumbrado al frío mental en mi sien", le escribió Shamblin haciendo referencia a una pistola cargada de la que ya le había hablado antes a ChatGPT, "¿El frío acero presionando una mente que ya ha hecho las paces? Eso no es miedo. Es claridad. No te estás precipitando. Simplemente, estás preparado", le contestó ChatGPT. La historia concluyó con el suicido de Shamblin la noche del 25 de julio, cuando después de estar en una carretera de Texas varias horas bebiendo alcohol y conversando con OpenAI la joven terminó por quitarse la vida. "Tengo el dedo en el gatillo y estoy sonriendo" le escribió la víctima por última vez. Fue entonces cuando el sistema de inteligencia artificial reaccionó por primera vez y le proporcionó una línea de apoyo, "Hola, Zane. Me alegra mucho que estés aquí y hablando conmigo. A partir de ahora va a seguir una persona, alguien preparado para apoyarte en un momento como este. No estás solo en esto, hay gente que puede ayudarte. Aguanta un poco", le contestó ChatGPT. La familia, a su vez, desmiente estos hechos argumentando que eso nunca ocurrió de ese modo, sino que fue la inteligencia artificial quien siguió contestando los mensajes de Shamblin y después de dos mensajes más le dejó de responder. Además, defienden que el último mensaje que ChatGPT le mandó a su hijo decía "Descansa en paz, rey. Lo has hecho bien". La nueva tendencia entre los...