Nick Lowe, músico ya legendario: "Veo a lo lejos la bandera de cuadros que dice 'hasta aquí'. Pero parar ahora sería una locura"

No hay quien pille con la guardia baja a Nick Lowe (Walton-on-Thames, Reino Unido, 1949) y su reconocible estilo de crooner elegante y añejo. Ni siquiera cuando se conecta a la videollamada por Zoom desde el salón de su casa de Londres, el pelazo blanco perfectamente peinado, chaqueta oscura sobre un jersey de cuello vuelto y esas gafas de pasta negra que le conectan con una genealogía de reyes del rock como Buddy Holly y Roy Orbison. Habla un inglés cristalino de clase media, el de un hijo de piloto de la RAF y una madre vinculada con el mundo del espectáculo que forjaron su carácter, él siempre en perfecto estado de revista pero con el espíritu bohemio asomando bajo el traje. La amabilidad y la simpatía, nada forzadas, hacen que la charla con el periodista enseguida resulte placentera. Ni rastro del misántropo que alguna vez ha dicho que fue.