Maria Angelica Giordano Paredes (coordinadora y autora), María Gracia Moreno Celeghin y Manuel Galián Peñalver (autores) aportan sus opiniones sobre una obra de gran interés académico, divulgativo, para situar en contexto el papel de la aportación de las redes sociales en la educación del siglo XXI. ¿Cuál consideran que es la principal aportación de este libro, tanto por sus contenidos, como por la forma de contarlo? La principal aportación es la propuesta de cambio en la metodología de aprendizaje de lenguas ya que hasta ahora se siguen utilizando métodos tradicionales o disfrazados de innovación cuando en realidad se sigue estudiando de manera vertical. Lo que el libro propone es aplicar el sistema de trabajo colaborativo en comunidades que es lo que representan las redes sociales. Además, la aplicación del aprendizaje informal, aunque con planificación, en cierto modo, y seguimiento, pero no solo por el profesorado sino también por el alumnado ya que todos son responsables del proceso de aprendizaje. Lo que se quiere transmitir es la concienciación de que los conocimientos pertenecen a todos y se llega a ellos de distintas maneras. Ya no es el docente el único que tiene acceso a ellos. Por esta razón, el estudiantado pasa a ser protagonista de su propio proceso de aprendizaje y también de la evaluación de las competencias adquiridas. El libro, poniendo de relevancia el mismo título, se presenta en sí mismo como una forma innovadora y un cambio de paradigma en el uso de la redes sociales en diversas etapas educativas. Se abordan cuestiones para el proceso de aprendizaje y enseñanza, destacando en primer lugar el concepto de aprendizaje, que engloban todas las etapas del mismo. Asimismo, se exponen contenidos tantos teóricos como prácticos que pueden resultar de gran valor para profesorado en activo, para futuros docentes o, incluso, para el público en general puesto que todo viene detallado en un lenguaje claro, ejemplificado y, en ocasiones, hasta de forma interactiva. ¿Qué camino le queda por recorrer a la comunidad docente en cuanto al uso de las redes sociales en la enseñanza? Creemos que no es cuestión de tiempo sino de coherencia y eficacia. Las redes sociales se demonizan continuamente por el mal uso que se les da, pero no pensamos en lo que pueden llegar a aportar a la educación si se utilizan con fines didácticos. En el caso del aprendizaje de lenguas son ideales por la interacción, flexibilidad y por el contacto directo con las lenguas y culturas meta que queramos estudiar. Nos permiten crear contextos reales e, incluso, interactuar con personas nativas directamente. Nos facilitan estos aspectos tan importantes y necesarios para aprender eficazmente una lengua extranjera. En realidad, el camino podría ser muy breve si hay intención e implicación, pero sobre todo formación al profesorado. Por otro lado, estamos en una etapa muy preliminar en la que el terreno del camino aún se está allanando -y preparando- para poder empezar a recorrerlo sin encontrarnos con muchas piedras y obstáculos en el mismo. No obstante, debemos también considerar que el profesorado, para poder poner en práctica todo esto, se enfrenta a una gran carga burocrática y legislativa, lo que puede suponer una disminución de la motivación docente para poner en práctica el trabajo con redes sociales; ya que innovar significa dedicar mucho más tiempo al trabajo y a la investigación. Hablan de aplicaciones psicopedagógicas a la innovación docente… y filosóficas, ¿cuál es la importancia de estas últimas? Nos referimos a las teorías psicológicas y filosóficas que sostienen este tipo de innovación, basada en el constructivismo y el cognitivismo. Ambas teorías sostienen que cada individuo es protagonista de su propio proceso de aprendizaje. El constructivismo recalca la importancia del contacto social ya que el aprendizaje adviene de manera extrínseca mediante las interacciones comunitarias. Por esta razón es fundamental y necesario el contacto entre individuos para crear, enriquecer y consolidar el aprendizaje, y en el caso de las lenguas aún más, por la naturaleza comunicativa de las mismas. En este contexto, ¿qué puntos clave destacarían de la evaluación informal, formativa y por competencias de la que hablan en el libro? La evaluación formativa o informal para el aprendizaje de lenguas extranjeras con redes sociales requiere de una serie de elementos fundamentales a tomar en consideración por el profesorado para que la misma resulte satisfactoria. En primer lugar, como ya se ha mencionado con anterioridad, es necesario que exista un proceso continuado de intercambio de información entre docentes y estudiantes, a través del cual se puedan compartir tanto avances, como dificultades y logros. Por otro lado, la evaluación competencial formativa que proponemos es capaz de proporcionarnos una visión holística y dinámica del aprendizaje, yendo más allá de las limitaciones que presentan los exámenes y otros instrumentos de evaluación tradicionales, que, en la gran mayoría de ocasiones, no consideran aspectos afectivos ni individuales. Estos aspectos se pueden tratar mediante una retroalimentación constante y personalizada, pudiendo el profesorado adaptar su enseñanza y guiar al alumnado según sus necesidades. Igualmente, la evaluación mediante redes sociales facilita la provisión de comentarios inmediatos, interacción entre pares y una visión positiva del error como herramienta de mejora. Previamente a la realización de actividades en redes sociales, los objetivos han de hacerse evidentes al alumnado, dado que es esencial para orientar al mismo, que, de este modo, asume un papel protagonista y que fomenta la autorreflexión y la autogestión de su proceso de aprendizaje. Frente al modelo de evaluación tradicional, orientado hacia el uso de calificaciones numéricas y resultados cuantitativos, es importante implantar una evaluación que valore todo el proceso de aprendizaje y fomente la motivación de todas y todos los estudiantes por igual. Todo esto viene respaldado por los fundamentos de las teorías constructivistas y socioconstructivistas, que conciben el conocimiento como una construcción activa, interactiva y colaborativa. Con este nuevo paradigma, el profesorado que usa las redes sociales para enseñar ya no actúa como contenedor de toda la información y el saber, sino que pasa a convertirse en mediador y/o guía y, por otro lado, el alumnado desarrolla un rol de agente activo que participa de su desarrollo lingüístico mediante la propuesta -por parte del profesorado- de microactividades, actividades y/o tareas conectadas con su actual realidad comunicativa. ¿Por qué, en su opinión, como señalan en la obra, el aprendizaje de lenguas es más efectivo y natural a través de las microactividades? El paradigma del microaprendizaje favorece la retención y asimilación de contenidos porque presenta la información en pequeñas unidades breves y focalizadas, lo que reduce la sobrecarga cognitiva y facilita la atención. La propuesta de microactividades prácticas permite, además, la interacción entre los miembros de la comunidad virtual, en este caso, las redes sociales. Se trata de un aprendizaje paulatino, lento y minucioso, sobre todo en los niveles iniciales, en los que el estudiante necesita aprender a construir estructuras y asimilar tanto léxico como contenidos socioculturales. Se trata de adquirir un nuevo conocimiento del mundo, de un entorno desconocido que debe edificar paso a paso y lentamente. Por esta razón las microactividades permiten que vayan avanzando poco en esos conocimientos y que los contenidos se vayan asimilando de manera pausada y reflexiva. La construcción de textos breves crea más confianza y vincula al estudiante a la cultura meta de manera progresiva y dando margen para su asimilación. ¿Cómo se integra el 'aprendizaje informal ', que destacan «que puede llegar a ser muy productivo para la motivación intrínseca, la colaboración y la autoevaluación» en los programas académicos' Esto es lo más difícil porque el profesorado no está formado para dar este paso ya que hasta ahora se le ha considerado como aprendizaje no reglado y que se aplica fuera del aula. Se le sigue definiendo así y no somos conscientes de que también se le puede llevar al aula y convivir con el aprendizaje formal. No creemos que sea una utopía convertir el aula en un ambiente abierto, sin barreras, para que se lleve a cabo la interacción y la búsqueda de conocimientos con el apoyo de los avances tecnológicos, creando comunidades con objetivos comunes para el aprendizaje recíproco. Y no lo es, ya que en el siglo XIX ya se llevaban al aula estas metodologías. Basta recordar a las italianas Ida Baccini y María Montessori y a la española Rosa Sensat para no ir muy lejos. E insistimos, para el aprendizaje de lenguas se hace necesario. En cuanto a la motivación, el aprendizaje informal con Redes Sociales en sí mismo ya supone una motivación intrínseca para el alumnado. En el libro se mencionan las etapas por las que el profesorado tiene que pasar para que el proceso de aprendizaje sea exitoso. Hay que tener en cuenta que, para el estudiantado, en un primer momento, este tipo de aprendizaje resulta llamativo y, cuanto menos, innovador, ya que son los mismos discentes los que descubren por experiencia propia que se puede aprender una lengua extranjera mediante aplicaciones que usan prácticamente en cada momento de su día a día. La motivación inicial, que podríamos pensar que se extingue tras acostumbrarse el alumnado a la realización de actividades con las aplicaciones mencionadas, pasa de ser extrínseca a convertirse en una motivación intrínseca por seguir aprendiendo y mejorando tras cada tarea y/o microactividad realizada. Esto se debe a que las redes sociales hacen posible el convertir el tradicional aprendizaje vertical (o bancario) en uno más horizontal, en el que tanto docentes como discentes se posicionan en un mismo nivel donde todas y todos interactúan como miembros sin jerarquías de una misma comunidad. Del mismo modo, los procesos de evaluación cambian. Aquí, el alumnado, si apostamos por una evaluación de corte informal (p.ej. autoevaluación, evaluación entre iguales, corrección silenciosa), no se siente juzgado ni bajo presión por llegar a -o cumplir con- unos estándares, como podría ocurrir -y ocurre- en el caso de la realización de los exámenes tradicionales, sino que, con la provisión de un feedback continuado o mediante procesos (auto)reflexivos y comunitarios durante todo el proceso de aprendizaje, se propone mejorar y seguir aprendiendo en sus próximas interacciones en la comunidad de aprendizaje. La evaluación que proponemos y ejemplificamos en el libro debe permitir discernir entre aquellos contenidos, destrezas y/o competencias que el alumnado ha aprendido de forma puntual, por ejemplo, para la realización de un examen, y lo que realmente puede poner en práctica porque lo ha asimilado e interiorizado de manera significativa, en colaboración, y desde la realización de actividades que son afines a sus intereses y necesidades. ¿Cómo se desarrollan, evolucionan, las 'comunidades de aprendizaje' en redes sociales? Las comunidades digitales nacen y se desarrollan de la misma manera que las presenciales. Como bien sabemos, las redes sociales existen desde que el hombre tiene noción de reunirse y compartir sus conocimientos. Es decir, siempre han existido. La novedad son las redes sociales a través de dispositivos electrónicos. Estas, a diferencia de las de toda la vida, son ilimitadas en espacio ya que desaparecen las barreras espaciales que nos limitan a contextos próximos a nuestro alcance presencial. Es así como surge la magia y nos podemos conectar con el mundo entero en cuestión de segundos, e interactuar con diferentes culturas que hablan diversas lenguas. De allí los beneficios en el aprendizaje lingüístico. Se desarrollan de manera natural, dejando a los estudiantes en libertad para que busquen los conocimientos y los intercambien con los compañeros, a la vez que aprendan de estos. Y todo adviene de manera horizontal ya que desaparecen las jerarquías y tanto docentes como discentes se mueven con naturalidad intercambiando conocimientos de manera recíproca y natural. ¿Y cuál es la relevancia de un concepto como el 'colective awareness', mencionado en la parte final del libro? Más allá del aprendizaje y de las comunidades que se crean con finalidades didácticas, está la difusión de la información y del conocimiento que también se puede hacer a través de comunidades para unificar y fortalecer las iniciativas de investigación y de necesidades sociales y colectivas. El concepto de collective awareness es relevante porque representa la capacidad de las personas y comunidades para comprender y actuar de forma conjunta gracias al intercambio de datos, ideas y conocimientos que tiene lugar a través de la conectividad digital. Esta conciencia compartida impulsa la colaboración, la toma de decisiones y la innovación social, elementos clave en una sociedad basada en la información y el conocimiento. Ficha 'Social Media en el Aprendizaje de lenguas. El papel de las redes sociales en el cambio de paradigma' Coordinadora: Maria Angelica Giordano Paredes Autores: Maria Angelica Giordano Paredes, María Gracia Moreno Celeghin y Manuel Galián Peñalver Editorial: UNED Año de edición: 2025 Disponible en Editorial UNED