La etapa de Jon Pérez Bolo como nuevo entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca ha comenzado oficialmente. El club ha oficializado su fichaje a media mañana de este miércoles, con un contrato hasta 2027, y poco después el técnico vasco se ha desplazado a la Base Aragonesa de Fútbol para dirigir su primera sesión de entrenamiento. Su llegada se produjo pasadas las doce, y mantuvo una primera toma de contacto con la plantilla durante 45 minutos en el vestuario, respaldado por el presidente, Agustín Lasaosa, y el consejero delegado, Ricardo Mur. En su primera sesión, que se ha podido seguir al completo, Bolo se ha mostrado contemplativo, en un segundo plano, mientras su segundo, Mere Hermoso, ha llevado la voz cantante. El entrenamiento ha llegado con buenas noticias en lo deportivo, ya que Enol y Dani Ojeda se han reincorporado al grupo. La nota negativa la ha protagonizado Liberto, que no se ha ejercitado por sus molestias físicas y es baja casi segura para el derbi del domingo. Bolo afronta su cuarta etapa en el fútbol profesional, siendo la más exitosa la de sus cuatro años en la Ponferradina, donde logró un ascenso a Segunda y llegó a rozar el playoff de ascenso a Primera. Su estilo se caracterizaba por la presión alta, el recuperar en campo contrario y la proyección ofensiva de los laterales. Sin embargo, su fichaje por el Oviedo, que generó una gran expectación, terminó en fracaso. Su etapa en el Oviedo apenas duró once partidos, con un balance de solo dos victorias. Las sensaciones no pudieron ser peores, ya que según periodistas que cubrieron aquella etapa, el equipo era "un completamente indefinido". Pese a ello, se destaca que a nivel humano dejó una buena relación tanto con directivos como con futbolistas. Ahora, el técnico se enfrenta al reto de coger por primera vez un equipo con la temporada empezada. Se le considera un entrenador valiente y poco táctico, que da libertad al futbolista. Este estilo genera un dilema sobre cómo gestionará una plantilla con dos bloques diferenciados: el de los veteranos y el de los jóvenes. El debut de Bolo no podría tener un escenario de mayor exigencia: el derbi aragonés contra el Real Zaragoza el próximo domingo. El equipo azulgrana afronta un calendario exigente en las próximas semanas, con rivales como Sporting, Granada, Almería o Valladolid, lo que añade aún más urgencia a la necesidad de empezar a sumar puntos desde ya.