Jesús Maldonado, propietario del Bar Santos: "A mi tío le dio hambre, le bajó su señora una tortilla y ahí empezó ya hasta el día de hoy"

 El cocido madrileño de Malacatín, elpa amb tomàquet del Bar Boquería en Barcelona o las paellas de Casa Carmela en Valencia son mucho más que platos: son postales vivas de cada ciudad. En Córdoba donde la gastronomía forma parte del alma colectiva tanto como los patios o el olor a azahar, hay una parada que ningún visitante olvida: el Bar Santos, una pequeña taberna pegada literalmente a los muros de la Mezquita-Catedral.