La Audiencia de Córdoba condena a 8 años de prisión a una pareja por abusos y vejaciones a sus hijos rodeados de suciedad y animales

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a un total de ocho años de prisión a V.T.R. y M.L.G. como autores de varios delitos cometidos contra sus dos hijos menores, tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal y la Junta de Andalucía, que actuó en representación de los menores tras un juicio celebrado la pasada semana. Según la sentencia, a la que ha tenido acceso ABC, ambos aceptaron esta condena de cuatro años de prisión cada uno tras reconocerse como autores de dos delitos continuados contra la libertad sexual sobre menores de 16 años, un delito de malos tratos habituales y otro de abandono de familia. Los hechos se produjeron entre 2014 y 2019, periodo en el que los procesados mantuvieron una conducta « vejatoria, humillante y agresiva « hacia sus hijos, a quienes golpeaban de forma reiterada, insultaban y desatendían tanto en su higiene como en su escolarización. El tribunal considera probado que durante años los menores vivieron en condiciones insalubres, rodeados de animales (conejos, perros, ratas y hasta serpientes) con los que compartían hasta colchón y sin la atención básica necesaria, lo que provocó « una afectación importante en su desarrollo físico y emocional« de los niños. El tribunal considera probado que durante la convivencia en dicho domicilio de la Vega del Guadalquivir hasta el año 2019 los procesados realizaron de forma sistemática y reiterativa una conducta vejatoria, humillante y agresiva respecto a sus menores hijos a los que golpeaban de manera reiterada, propinaban zapatillazos haciendo uso de unas chanclas, golpes con una correa, provocándoles en ocasiones marcas en la piel, si bien nunca los menores eran atendidos en el centro de salud por tales agresiones. Asimismo eran frecuentes las ocasiones en las que los procesados proferían a sus hijos menores expresiones de desprecio tales como que « eres un diablo de Tasmania, sois una cobra», «la mierda nena ésta», «cabrón», «inútil», «hijo de puta», «ojalá no te hubiera tenido» o «te voy a dar en adopción». De igual forma durante en esa casa, los procesados se despreocupaban de prestar asistencia y atención necesaria a sus hijos, manteniendo la vivienda en condiciones insalubres ; entre otros aspectos en la vivienda tenían animales de todo tipo ( ratas, perros, gatos, conejos, serpientes ), sin mantener una limpieza e higiene adecuada de sus heces y orines, los cuáles llegaban incluso a ocupar los colchones donde pernoctaban los menores. Los menores sufrían picaduras de insectos, erupciones cutáneas y ronchas, y los procesados únicamente acudían a servicios sanitarios una vez estaban infectadas las heridas. Los procesados descuidaban la higiene de sus menores hijos, los cuáles desprendían mal olor de manera habitual, acudiendo al colegio en pésimas condiciones de higiene personal, motivo por el cuál sufrían exclusión social por sus iguales en el centro; aislaban a los menores del contacto con otros niños, permaneciendo los dos pequeños la mayor parte de su ocio en el domicilio familiar. Además de ello los procesados desatendían la asistencia al colegio de sus hijos. Y a veces, contando los menores con tan sólo 7 y 6 años, los dejaban solos en casa. Con este comportamiento , los procesados, provocaron una afectación importante de todas las áreas de desarrollo de sus hijos, con anulación de los menores como personas y baja autoestima. Desde el 8 de febrero de 2019, los menores se encuentran institucionalizados en centro de protección de la Junta de Andalucía.