Reabre en Utrera Casa Gómez Mier, la taberna 'de hombres' en la que ahora manda una mujer

Una institución en Utrera, como es el caso de la taberna Casa Gómez Mier, ha vuelto a abrir sus puertas con la llegada del mes de noviembre. Después de un año y medio cerrada, los numerosos parroquianos que tiene este emblemático establecimiento han vuelto a disfrutar de un espacio que comenzó su andadura en el año 1888 y que sin lugar a dudas es uno de los templos gastronómicos más singulares de toda la provincia. La familia Del Hoyo han sido los encargados de mantener el legado recibido a lo largo de las últimas décadas y en los últimos años ha sido Fátima del Hoyo , la más joven de las representantes de una estirpe de taberneros, la gerente de una taberna sin la que no se puede entender Utrera. A lo largo del último año y medio Casa Gómez Mier ha estado cerrada, dejando huérfanos a muchos de sus habituales clientes. Fátima ha superado una dura enfermedad y tras someterse de manera satisfactoria al tratamiento ha decidido volver a la que desde muy pequeña ha sido su casa. «Para mí ha sido una alegría volver a ponerme detrás de la barra. Superé un cáncer hace un año y después el médico me recomendó prolongar un poco más la baja, por lo que me lo ha tomado con calma, pero aquí estamos otra vez», explica Fátima, hija de Pepe del Hoyo quién ha sido el alma de Gómez Mier durante muchos años. La filosofía con la que ha reabierto Gómez Mier es la misma que siempre. Buenos vinos de barril, la decoración clásica de siempre y la posibilidad de consumir en el establecimiento comida del exterior que traen los propios clientes. «Mi idea es al menos preparar un guiso al día, así las personas que vienen y que no traen nada pueden al menos comer algo , pero como siempre se pueden traer chacina, tortillas, comida de casa o lo que quieran», explica Fátima. Esta taberna es auténtica historia de Utrera, siendo el bar más antiguo de cuantos se mantienen abiertos. La casa abrió en 1888 , fundada por Antonio García, aunque fue José Gómez Mier quien la dotó del nombre actual, justo en el cambio de siglo. Gómez Mier, como otros paisanos que han dejado huella en la hostelería, llegó a Utrera desde tierras cántabras para buscarse la vida. Lo que se conoce como 'los montañeses', que tan buenas tabernas fundaron y gestionaron. En el siglo XX ha sido la familia Del Hoyo la encargada de mantener la casa abierta, primero con Pepe y ahora con su hija, capaces de sostener las señas de identidad que han hecho único a este lugar. Uno de los aspectos más curiosos de esta taberna, que es de las pocas de estas características que quedan en la provincia, es que aún mantiene dos accesos claramente diferenciados , cada uno con una puerta e incluso separados por una madera que impide que se pueda ver en un lado lo que ocurre en la otra estancia. La razón de esta separación es histórica, ya que el objetivo es que una de las puertas sirviera simplemente para el acceso de las personas que iban a comprar vino para llevárselo a casa, principalmente mujeres que compraban el vino para cocinar. Por eso, el objetivo de la separación es que las mujeres no pudieran ver lo que ocurría en la otra estancia, donde mayoritariamente los hombres pasaban la jornada entre trago y trago. No es que estuviera prohibida la entrada de mujeres en la parte de la taberna, pero en otros tiempos, hombres y mujeres no se mezclaban en este tipo de tabernas. Unas características físicas del local que se repiten en otros establecimientos de la ciudad como por ejemplo Casa Currito. Afortunadamente esas costumbres retrógradas han quedado atrás hace mucho tiempo y en la actualidad hombres y mujeres disfrutan de inolvidables ratos de tertulia y buen vino en Casa Gómez Mier. No sólo eso, ya que es especialmente simbólico que sea una mujer, Fátima, la que luchando contra todo tipo de dificultades, enfermedad incluida, sea la encargada de dirigir magníficamente este histórico local que es patrimonio de Utrera.