Amaia: "Acabo de salir de una entrevista de trabajo y no me van a coger por decir esto, escoge una de las dos opciones que te dan"

En un video que ha acumulado miles de visualizaciones en TikTok, la joven creadora de contenido Amaia Conde (@amaiaconde_) comparte su periplo por el mundo de las entrevistas de trabajo. Nuestra protagonista transforma sus anécdotas en una lección colectiva sobre la presión del mercado laboral juvenil. Acaba de salir de una entrevista fallida y, en lugar de hundirse, Amaia transforma su desastre en una masterclass viral. Con humor autocrítico, desglosa tres meteduras de pata que “por favor, no cometáis”. Aquí sus consejos. El primer gran error: indiferencia. Le preguntaron si prefería labores A o B y soltó un “me da igual”. “No lo digas. Una a que no tienes absolutamente ninguna aspiración”, advierte. Consejo: “Escoge una de las dos opciones que te dan y di, aunque estaría dispuesto a hacer cualquiera de las dos. Quedas mucho mejor”. Muestra proactividad y flexibilidad sin sonar apático. “Ser educados, tener flexibilidad, pero escoger opciones”, resume. Es el momento estelar: “¿Qué puedes aportar tú a la empresa?”. Amaia nos cuenta que evitar a toda costa decir "joy", que significa alegría. "Suena a que acabas de venir de jugar con los Teletubbies”. Sugiere habilidades concretas: organización, empatía, creatividad. “Lo he hecho por las malas”, confiesa. Consejo: elige términos profesionales que no se presten a malentendidos bilingües. Le pidieron demostrar inglés con una pregunta sobre niños con necesidades especiales. Quiso brillar con “No I haven’t had” pero salió “No I haven’t had had”. “Intenta hacer todo lo más básico y correcto posible. No te las des, porque estás tensa y te van a jugar una mala pasada los nervios”, nos recomienda Amaia. Las entrevistadoras “¡Bum! ¡Saltar de la silla!”. “Respuestas básicas y cortas cuando estéis hablando en otro idioma”, insiste. Explica que hay 30 candidatos detrás: “Van a elegir a la que no se equivoque". “Apuntaros a esos tres fallos”, ruega Amaia cierra con esperanza: “Espero que mis errores se conviertan en vuestro éxito”. Convierte el (casi) ridículo en manual de supervivencia: elige, concretiza, simplifica. La próxima entrevista será tuya