Tras la marcha de Nieves y Lorenzo, el reality presentó al novio y la novia que se unen a la experiencia, tras haberla vivido anteriormente La nueva entrega de La isla de las tentaciones 9 retomó la primera hoguera de las chicas que había dejado la noche anterior justo al arrancar las imágenes con Claudia. Ella alucinó al escuchar que Gilbert confesaba haber llamado a su ex, mientras estaba con ella. Helena tampoco dio crédito a la conexión de Rodri con su tentadora, Olatz. Algo que le dio rabia, pero a la vez le hizo sentir mejor por su acercamiento a Barranco. La que se derrumbó al ver a su novio fue Almudena, que escuchó como una de las solteras hablaba mal de ella y de su relación. “¡Qué mala persona la veo, jamás mi tentador me ha hablado así de él!”. Lamentó que Darío dijera que se sentía agobiado: “Es por la dependencia que tengo con él, que lo quiero hacer todo con él”. Seguidamente se echó a llorar y miró a Sandra Barneda: “Me quiero ir. Me está rompiendo el alma, no quiero perderlo. Yo sé que lo puedo solucionar, voy a dar todo de mí”, repetía ante la cara triste de la presentadora. Sin embargo, la que se llevó la peor parte fue Sandra al escuchar una de las confesiones más duras de un novio que se han hecho en el programa: que le había sido infiel y que se sentía atraído por su madre. “¡Qué asco de tío, tendrá poca vergüenza! ¿Puede dejar de reírse de mí? Es que no hace falta que se líe con nadie, ¿tú ves eso normal?”, gritaba la joven a Barneda. “¡Tiene el corazón podrido, y se cree gracioso! Ves como no estaba tan loca, ¡tengo una mierda al lado, lo quiero dejar ya!”, aseguraba sin dar crédito a lo que acababa de escuchar. La nueva pareja que entra a vivir con ellos Antes de apagar la hoguera, Barneda pidió que entrara alguien: Álvaro Rubio, uno de los novios de la edición anterior, que se enamoró de Mayeli, su tentadora. “Vengo a vivir la experiencia con Mayeli, a ponerme a prueba yo también. Esto es duro así que os deseo suerte”, explicó. Por lo que ambos serán los sustitutos de Nieves y Lorenzo, a los que expulsó el programa de forma fulminante por saltarse las normas.