Este jueves será inaugurada y bendecida la obra de que el fotógrafo y artista Dani Caxete acaba de realizar en su localidad, en Viveiro, un mural de gran formato sobre la celebración de la Semana Santa, la única de Galicia junto con la de Ferrol declarada de Interés Turístico Internacional, en una zona de gran simbolismo del casco antiguo de esta ciudad de A Mariña de Lugo. “Pienso que es el primero”, confesaba el artista. “No me consta que haya ningún otro” y “la gente está encantada” con el resultado. “Me lo pasé muy bien haciendo este trabajo por el cariño de la gente. Es una forma de revalorizar, de poner un poco de color, en esta zona histórica que está un poco abandonada”. La iniciativa comenzó a gestarse “hará cosa de un año”, según ha explicado Caxete. La idea surgió de una conversación con Pepe Veiga, presidente de la Xunta de Cofradías de la Semana Santa de Viveiro, tras lo cual trabajaron en el proyecto hasta obtener los permisos necesarios de Patrimonio. El mural está situado en un “lugar muy emblemático, una zona con mucha historia y con mucha devoción por la Semana Santa de Viveiro”, ha detallado el artista. Está en el casco viejo, cerca de la Iglesia de Santa María, en la esquina de la Avenida de Lourdes con Don Melitón Cortiñas. La ejecución de la obra le ha llevado “entre 16 y 20 días” de trabajo intenso. Caxete ha explicado que la textura rústica de la pared fue un factor decisivo para optar por un retrato de gran formato. “Elegí el perfil de Jesucristo”, buscando un parecido con la imagen del Cristo de la Agonía de San Francisco. Sobre esta base, ha aplicado su toque personal y su técnica: “Un toque de color, simbolizando la luz de los cirios de Semana Santa en Viveiro, para iluminar el retrato realizado en blanco y negro”. Además de su faceta como muralista, Dani Caxete cuenta con una amplia trayectoria como fotógrafo, con especialidad en paisajes nocturnos y astronómicos. Suya es la famosa imagen del banco de Loiba, conocido como “el banco más bonito del mundo”, una fotografía de 2014 que alcanzó fama internacional y popularizó aún más este enclave de Ortigueira. Según ha relatado, en su trayectoria “el dibujo, la pintura y la fotografía siempre fueron en paralelo” e incluso llegaron a ser “complementarias”. De hecho, ha recordado que en sus inicios se financiaba el material fotográfico analógico realizando reproducciones de fotografías antiguas a carboncillo. Caxete ha reflexionado también sobre la evolución de ambas disciplinas. Mientras que la tecnología digital ha revolucionado la fotografía, permitiendo “hacer fotografías que eran impensables hace unos años”, la pintura “poco ha cambiado en estos siglos”. En su opinión, en la pintura lo esencial sigue siendo la interpretación del artista y su habilidad para ejecutarla, como demuestra su nuevo mural en Viveiro.