«Lo primero que quiero que quede bien claro es que soy vilero. De Santa Margalida». Así de contundente se muestra Josep Perelló, el flamante propietario del Bingo Balear, que a su 87 años reconoce que «a mí esto me da vida». Cuando habla de ‘esto’ se refiere al Bingo Balear que lleva diez años cerrado y que compró el pasado 1 de diciembre por 2,4 millones de euros. Su plan es convertirlo en un café-teatro, puede que incluso incluya un restaurante. En estos momentos está tramitando los permisos en el Ajuntament de Palma. Cruza los dedos para que le permitan llevar a cabo esta actividad. De momento señala que «han venido los ingenieros y nos han dicho que no habría ningún problema para que sea un café teatro. Quien sabe, igual también puede haber un cine o un restaurante», afirma el propietario.