Cena de Nochebuena con los abuelos, comilona en casa de los tíos, cena de Nochevieja en casa con toda la familia y meriendas varias hasta llegar al roscón de Reyes... y una especie de 'barra libre' para todos y más para los más pequeños. Un escenario parecido que se repite, además, en todas las familias. La Navidad es tiempo de encuentros, mesas compartidas y emociones intensas. Pero también suele convertirse en un paréntesis en el que se suspenden rutinas, límites y autocuidado, un cóctel que a menudo termina en ansiedad, culpa y el eterno propósito de «en enero empiezo» . Sobre cómo disfrutar de las fiestas sin excesos ni castigos y, sobre todo, sobre el ejemplo que damos a niños... Ver Más