Viaje de Navarra a los campamentos saharauis: 50 años de resistencia y solidaridad

En los campamentos de refugiados saharauis, las chabolas construidas en el desierto argelino son un buen ejemplo de que el tiempo pasa pero no avanza. A las primeras jaimas, levantadas hace ahora 50 años, cuando los saharauis se vieron obligados a huir al exilio tras la Marcha Verde con la idea de que serían un refugio provisional, les siguieron las casas de adobe y techos de hojalata cuando la guerra entre el Frente Polisario y el ejército marroquí amenazaba con alargarse durante años. Y hoy, en las wilayas –campamentos– de El Aaiún, Auserd, Smara, Dajla y Bojador, el ladrillo se va imponiendo en el paisaje y escenifica el pulso entre el carácter provisional con el que nacieron los asentamientos y la realidad del medio siglo que los saharauis llevan con estatus de refugiados.