“Sembraron una locura y germinó una institución robusta, frondosa y longeva”. La frase se refiere al grupo de jóvenes de Aoiz/Agoitz que en 1976 se propuso que las y los txikis de su pueblo tuvieran algo que hacer al salir de clase. También las personas adultas en su tiempo libre. Y las mayores “más allá de estar en su casa o en su residencia. Esa fue la semilla de Bilaketa, una simiente que prosperó hasta cumplir medio siglo en 2026.