Las celebraciones de Navidad suponen un reto para mantener una alimentación saludable, pero es posible lograr un equilibrio sin renunciar a disfrutar. Así lo ha explicado Débora Villaño, profesora de Nutrición y Bromatología en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), quien subraya la importancia de compartir con familia y amigos para el bienestar emocional. La clave, según la experta, es aplicar una serie de pautas que ayuden a sobrellevar estas fechas tan señaladas. Villaño aconseja no ser "muy restrictivos, porque al final esto es poco realista". En los días festivos es normal excederse, por lo que la estrategia principal debe ser la moderación. Esto implica controlar el tamaño de las raciones moderadas, especialmente si se trata de platos con un alto contenido calórico, como podría ser el cordero asado, un clásico de estas fechas. Para equilibrar el menú, la nutricionista recomienda compensar los platos más contundentes con alternativas más ligeras y saludables. Por ejemplo, se puede optar por entrantes como una crema de verduras, una ensalada templada con granada y frutos secos o mariscos a la plancha. A la hora del plato principal, se puede elegir un pescado al horno o utilizar guarniciones saludables como verduras pasadas en lugar de otras más calóricas. El verdadero secreto, según Débora Villaño, reside en compensar los excesos durante los días que no son festivos. "Evitar que sea todo el mes de excesos, es decir, que no estemos todo el mes comiendo dulces y polvorones", señala. En esos días intermedios, es fundamental volver a una dieta más ligera a base de frutas, verduras, pescado blanco o caldos depurativos, además de mantener unos horarios regulares de comidas. La hidratación es otro pilar fundamental. La experta insiste en la necesidad de hidratarse "de forma abundante", principalmente con agua, y evitar los refrescos azucarados. Del mismo modo, recomienda no abandonar la actividad física. Realizar ejercicio suave o caminar ayuda a mantener el equilibrio y a no dejar todos los buenos propósitos para el mes de enero. El objetivo final es poder celebrar sin remordimientos. La nutricionista anima a que "disfrutemos al máximo sin sentirnos culpables" durante los días señalados. Este enfoque es vital, ya que la alimentación también juega un papel crucial en la salud mental. Consumir platos que forman parte de nuestra gastronomía y cultura genera sensaciones de placer que "contribuyen a nuestro bienestar emocional", afirma Villaño. En este sentido, la experta destaca la fortuna de contar con productos locales de excelente calidad, como las verduras de la huerta navarra. Un ejemplo es el cardo, un plato que, además de ser "tremendamente sano y equilibrado", es una delicia que forma parte de la tradición navideña y del disfrute asociado a estas fiestas. La profesora ha puesto en valor la gastronomía local como una gran aliada. “Tenemos la fortuna de que vivimos una región con unos productos locales maravillosos y una materia prima excelente”, ha comentado, destacando que “la verdura que tenemos en la región es espectacular”. Con ella se pueden elaborar platos que, además de festivos, son “tremendamente sanos y equilibrados”. Finalmente, la experta ha recordado que la nutrición va más allá de la salud física, ya que estos platos forman parte de nuestra gastronomía y cultura, y las “sensaciones de placer importantísimas” que nos aportan contribuyen al bienestar emocional.