Las comilonas navideñas ya están aquí, y con ellas la pregunta de si es posible comer sano en estas fechas. Para la nutricionista y colaboradora de COPE Castellón, Lina Granell, la respuesta es un rotundo sí. Según ha explicado en "Herrera en COPE Castellón", el secreto no es intentar adelgazar, sino enfocarse en un objetivo más realista: "lo más importante es mantener el peso". Para ello, es crucial diferenciar los días festivos señalados, que son apenas seis o siete, del resto de jornadas, en las que se debe volver a la rutina normal. El primer consejo de la experta es la organización previa. Recomienda planificar la compra con una lista cerrada y anticipar el menú de Navidad en consenso con la familia. "Si improvisamos, comenzamos a comprar un poco de todo sin pensar", advierte Granell. Aconseja también dejar la compra de los dulces navideños para el último momento y así evitar tentaciones innecesarias. Para los entrantes, Granell propone opciones ligeras y beneficiosas para la microbiota intestinal. Sugiere incluir siempre verdura en cremas, como la de zanahoria y calabaza, o en ensaladas vistosas con frutas de temporada como la granada, el mango o el caqui. Otras alternativas saludables son el marisco, los encurtidos como pepinillos o cebolletas y sustituir los patés tradicionales por hummus o guacamole acompañados de bastones de verdura. En cuanto al plato principal, la nutricionista recomienda aplicar el método del plato, equilibrando proteínas (carne o pescado al horno), hidratos de carbono y una buena guarnición de verduras. Para el postre, la prioridad debe ser la fruta fresca, como las clementinas o la piña. También se pueden preparar postres caseros que incluyan fruta, como tartas de manzana o bizcochos de plátano, o incluso presentarla de forma creativa, como en "arbolitos de Navidad con fruta pinchada". La sobremesa es uno de los momentos más críticos. Ante la abundancia de turrones y bombones, que son "alimentos procesados con un alto contenido en grasas saturadas y azúcares añadidos", Granell aconseja afrontarlo como una "degustación", es decir, "probarlo un poco de todo, pero en poquita cantidad". Respecto a las bebidas alcohólicas, recuerda que suman muchas calorías y tienen un efecto proinflamatorio, por lo que llama a la moderación y a explorar alternativas como la kombucha o las versiones sin alcohol. Finalmente, la experta subraya la importancia de compensar los excesos con actividad física. Un gesto tan sencillo como salir a caminar al día siguiente de una gran comida ayuda a "rebajar la cena o la comida para la siguiente". La clave, según Granell, es sencilla: "menearse", ya sea paseando para ver la decoración navideña o llevando a los niños a las ferias.