El tradicional Mercado de Ruzafa de Valencia se ha convertido en un hervidero de gente en la mañana de este 24 de diciembre. Tal y como ha podido comprobar el programa 'Mediodía COPE MÁS en Valencia', compradores y vendedores comparten un ambiente estupendo mientras se ultiman las compras para la cena de Nochebuena y la comida de Navidad. Los pasillos bullen de actividad con clientes que apuran hasta el último momento para adquirir los productos frescos que servirán a sus familiares y amigos. A pesar de la multitud y las posibles subidas de precio, los compradores lo tienen claro, como una clienta que reside en Roma y vuelve cada año: "Mi madre me espera todos los años para comprar el mismo por la mañana". En su cesta de la compra, productos de calidad como rojos, lubina y ostras. Otra compradora, Victoria, buscaba las "cuatro gambitas de última hora" para rematar un menú de carrilleras con puré de trufa. Para ella, la visita al mercado es una experiencia completa que va más allá de la compra: "Ves a los amigos, brindas. Creo que hoy es un día que invita". Antonio, de la 'Pescadería Antonio y Rosa', confirma que la afluencia es "una locura", pero defiende que los precios se corresponden con la calidad. "El consumidor no es tonto", afirma, "sabe por qué una cosa vale 20 y una cosa vale 100". Explica que quien acude a un mercado municipal "busca productos que son caros durante todo el año", a diferencia de las ofertas de grandes superficies. Como ejemplo, menciona las angulas a 750 euros el kilo, de las que asegura haber "vendido más que nunca" gracias a los formatos de 100 gramos a 75 euros. La gamba sigue siendo "la reina" de la fiesta, como corrobora Cristina desde su puesto, pero destaca que "la ostra valenciana está teniendo también mucho auge". Por su parte, Mamen, otra pescadera, señala que el pescado fresco no ha subido de precio de forma desorbitada y que en su parada el producto estrella es "el rape", por encima del besugo, ya que "a la gente le agrada más por caldereta". En 'Carnes Guillén', Juan Manuel, con 40 años de experiencia, vive una campaña que califica de alegre. Este año, los clásicos triunfan: "Lo que más se ha vendido, como todos los años, son las paletillas de cordero, los solomillos de ternera y las chuletitas de lechal". Asegura que los precios se estabilizan en las dos últimas semanas de diciembre y que el incremento principal ocurre a principios de mes, por lo que "no porque sea el último día, va a ser el género más caro". Juan Manuel también ha notado un cambio en la actitud del consumidor desde la pandemia, que ahora gasta "con más alegría". "El dinero está para disfrutarlo y no para guardarlo, y creo que de eso se han dado cuenta después de lo que pasamos", comenta. Además, destaca el resurgir de una tradición muy valenciana: "Este año hemos vendido más 'putxeros de Nadal' que en la vida", con todos sus componentes como la pilota, el blanquet y los huesos. El perfil del comprador en el barrio de Ruzafa también ha cambiado, con "muchísimo extranjero" y gente joven que gasta "con alegría". Según Juan Manuel, los clientes foráneos, sobre todo sudamericanos, "son más carnívoros que los de aquí" y demandan cortes de calidad como chuletones, solomillos y piezas específicas como la picaña o la colita de cuadril.