La agricultura encuentra una segunda rentabilidad en las renovables (y viceversa)

Cultivar lechugas, tomates o setas bajo la sombra de unos paneles solares es ya una realidad. Se conoce como agrivoltaica y no es otra cosa que utilizar un terreno para producir energía y alimentos al mismo tiempo. Su desarrollo todavía es muy incipiente en España y en la mayoría de los casos se trata de proyectos de investigación o vinculados a alguna línea de ayudas, pero la promesa de una mayor rentabilidad para los agricultores y un menor gasto de energía hacen de ella una opción de futuro que suma cada vez más adeptos.