Un año más, la Navidad en Tierra Santa está marcada por las tensiones en Gaza. Si bien es cierto que el alto el fuego ha rebajado los ecos de las bombas, el sufrimiento sigue muy presente entre la población. Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia, única iglesia católica que hay en Gaza, ha explicado en COPE que desde que comenzó la tregua están algo mejor, pero no quiere decir “que la situación sea buena”. Y es que para el sacerdote del Verbo Encarnado, hay muchos interrogantes en el día a día de la gente que sufre y no encuentra soluciones a sus problemas: “Tratamos de ayudar a muchas familias gracias a la ayuda del Patriarcado Latino de Jerusalén y de sus benefactores, y tratando de mantener una vida espiritual sólida, seria dentro de la parroquia con otros religiosos, las hermanas Misioneras de la Caridad de Madre Teresa y los 450 laicos refugiados que viven en la parroquia y participan de las celebraciones y oraciones”. En este sentido, Romanelli muestra su preocupación por la escasez de las necesidades básicas como “el sistema eléctrico, el agua potable, las cloacas o el sistema médico”. Y es que el párroco de la Sagrada Familia de Gaza advierte de que “el 50% de las medicinas elementales están faltando y lo vemos porque tenemos dispensario interno para los refugiados y externo para los vecinos del barrio. Es algo que urge”, alerta. Cuestionado cómo celebran la Navidad en la comunidad cristiana de Gaza, Gabriel Romanellí asegura que lo harán “litúrgicamente a lo grande como siempre, incluso durante la guerra”, pero no habrá celebraciones festivas en el exterior porque, recuerda el sacerdote, “la guerra no ha terminado”. Ha recordado a su vez que el Patriarca Latino de Jerusalén, el cardenal Pizzaballa, ha estado de visita en Gaza, “celebrnado la Navidad con nosotros”. Romanelli ha querido también enviar un mensaje de esperanza en este tiempo a quienes lo pasan mal, animándoles a vivir la Navidad: “Cuando Jesucristo vino la primera vez, el mundo estaba en tinieblas y no tenía vía de salvación, que vino del Cielo. Siempre que experimentemos situaciones terribles como es la guerra, o quienes están enfermos, se sienten solos o abandonados, o están sin familia, que siempre miren al Cielo, que Dios es fiel y baja a la tierra para salvarnos”, ha argumentado. Además, Romanelli ha tenido unas palabras de recuerdo para el Papa Francisco, que hasta el final de su vida se mostró cercano al pueblo de Gaza, contactando con el párroco cada día: “Nos llamaba a las 20h, y ahora rezamos un responso a esa hora por su alma y agradeciendo lo que hizo por esta misión”. Preguntado por León XIV, afirma que también se pone en contacto telefónico con Romanelli o mediante mensajes escritos: “Tuvimos ocasión con la venida del Patriarca de enviarle un regalo, una madera grabada por un artista seminarista de Gaza que estudia en Italia para llegar a ser sacerdote del Verbo Encarnado. Es un Cristo sufriente y nos pareció un simple y hermoso regalo representando el dolor de la comunidad cristiana por esta guerra”, ha precisado.