Las Navidades son una época para engordar. No hay más que ver cómo enero se convierte en el mes en el que más gente se apunta al gimnasio (también por los buenos propósitos para el nuevo año). Además, entre los festivos de diciembre, las comidas o cenas de empresa previas y que los dulces navideños cada vez llegan antes a las tiendas resulta difícil luchar contra la báscula hasta que pasa el día de Reyes.