El contrato social del plato lleno

La fotografía socioeconómica de nuestras calles, desde las laderas de la Montaña Alavesa a la Ribera navarra sin obviar la costa vizcaína y guipuzcoana, arroja hoy una sombra de incertidumbre que las cifras macroeconómicas no logran disipar. No es una percepción subjetiva: es el agotamiento de un modelo de bienestar que se agrieta por la base más elemental, la de la subsistencia diaria.