En la segunda ciudad más poblada de Francia, donde los traficantes locales se matan para controlar la distribución de drogas por todo el sur del país, los traficantes se nutren, en gran medida, de la mercancía que les entra desde España a través de las carreteras catalanas. Hachís, cocaína, marihuana... Esa guerra de bandas marsellesas ha provocado que los ajustes de cuentas se hayan trasladado también a lugares turísticos como Salou, en Tarragona, donde tienen sus 'células' Leer