Tras el gran descenso conseguido a principios de siglo, nuestro país lleva desde 2013 instalado en una cifra que no se reduce y a veces sube. El 35% de los conductores fallecidos en 2024 dieron positivo en alcohol, drogas, o psicofármacos Las distracciones al volante provocan el 37% de los accidentes con víctimas mortales en la Región de Murcia “Se constata que el gran paso adelante que se produjo en la reducción de víctimas mortales entre los años 2004 y 2013 lleva más de una década sin obtener nuevos avances”. Es el análisis que hace Stop Accidentes, organización sin ánimo de lucro fundada por familiares y amigos de víctimas de siniestros de tráfico, 25 años después de su nacimiento. Desde el año 2013 (sacando de la ecuación al período pandémico), alrededor de 1.770 personas han fallecido cada año en nuestras carreteras, una cifra que de momento se resiste, inamovible, a la mayoría de medidas recientes. Un río de sufrimiento que acaba desembocando en afirmaciones como la siguiente: más de 73.500 personas —lo equivalente a la población de ciudades como Ciudad Real o Palencia— han “desaparecido de la vida de multitud de familias españolas desde principios de siglo”, lamentan desde la ONG. “Parece que estamos estancados. Es una situación similar a la de finales del siglo pasado, cuando estábamos ‘habituados’ a aquellas cifras de siniestralidad vial. Hemos conseguido mucho, es cierto, pero nos hemos quedado ahí y parece que ya no pasa nada, que la sociedad no se escandaliza. Sin embargo, la cifra actual se puede y se debe bajar”, denuncia Ana Novella, presidenta de Stop Accidentes. Los datos muestran ese enorme descenso en muertos en carretera desde 2003 a 2013 –con un salto especialmente pronunciado en 2011 por el cambio de metodología de la DGT–. Pero desde 2013 el número de víctimas no desciende, inclusó llegó a repuntar ligeramente. Salvo en la pandemia, España se ha instalado en unas cifras de unos 1.600 a 1.800 muertos cada años en las carreteras. Con una tasa de 37 personas muertas por cada millón de habitantes en siniestros de tráfico, España está por debajo de la media europea, que se sitúa en 44, pero todavía muy por detrás de “los mejores de Europa” —países como Noruega y Suecia, cuyos índices están en 20 fallecimientos por cada millón de habitantes—, explican. El perfil de víctima ha cambiado Antes el tipo de posible víctima que la sociedad imaginaba era el de un hombre joven de alrededor de 20 años, conductor novel, que había consumido alcohol durante el fin de semana. Ahora suele ser el de un varón de entre 45 y 54 años. En base a los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT) en su informe de 2024 Principales cifras de la siniestralidad vial , se podría resumir que el “retrato” actual podría ser el de un hombre de 50 años que va conduciendo un turismo por una carretera convencional. Alguien que podría consumir de forma diaria benzodiacepinas (para tratar la ansiedad) y que, además, podría haberse tomado un par de cervezas (el 35% de los conductores fallecidos en 2024 dieron positivo en alcohol, drogas, o psicofármacos). Alguien que se distrae y acaba por salirse de la vía. O podría un hombre de 45 años que tuvo moto durante su juventud pero la dejó tras formar una familia. Ahora que sus hijos son mayores, retoma la que era una de sus grandes pasiones y se compra una moto de gran cilindrada. Sale de casa para desconectar con ella, pero va a una velocidad inadecuada y termina por invadir el carril contrario, colisionando contra otro vehículo. 1 de cada 4 personas fallecidas el año pasado iba en moto . Ahora la franja más ‘peligrosa’ son las personas de a partir de 45 años probablemente porque no han recibido esa base educativa que sí tienen los jóvenes Ana Novella — Presidenta de la ONG Stop Accidentes O una mujer de 80 años, que se disponía a realizar el cruce de cada día, confiada, pero acaba recibiendo el impacto de un coche que, por ir distraído, no la ve. El 34% de las personas fallecidas no eran conductoras, sino pasajeras o peatones. Una nueva fase de “medidas quirúrgicas” Precisamente el grupo de edad que tiende a fallecer en un accidente (el 60% tienen más de 45 años) es uno de los retos a los que se enfrenta el campo de la seguridad vial. “Los jóvenes, los que más padecían antes esta siniestralidad vial, han crecido con esa educación y sensibilización a la hora de sacarse el permiso de conducir. Por eso, probablemente, ahora la franja más ‘peligrosa’ son las personas de a partir de 45 años, porque no han recibido esa base educativa que sí tienen los jóvenes”, señala Novella. Desde la organización también argumentan que en los últimos 12 años no ha habido grandes novedades legislativas disruptivas orientadas a seguir incrementando las sanciones o mejorar la prevención. “Se han ido haciendo pequeñas reformas, pero cosas que realmente impacten a la sociedad y que les vuelvan a hacer un clic, considero que no”, prosigue la presidenta. Ahora todas las miradas están puestas en la aprobación de la nueva tasa de alcohol, medida presentada el año pasado que pretende fijar en 0,2 gramos por litro de sangre el límite de alcohol “Las grandes medidas ya se han adoptado y hay que velar para que se cumplan. Ahora lo que toca son medidas más quirúrgicas. Es decir, más orientadas a colectivos concretos, más vulnerables, como los motoristas, los ciclistas, y los peatones, y en eso estamos trabajando”, explican desde la DGT. Exigen la aprobación de la nueva tasa de alcohol En un escenario como este ahora todas las miradas están puestas en la aprobación de la nueva tasa de alcohol, medida presentada el año pasado que pretende fijar en 0,2 gramos por litro de sangre el límite de alcohol , además de prohibir la difusión de la ubicación de controles policiales en redes sociales. “Cuando se apruebe en el Congreso confiamos que ayude a reducir la cifra de fallecidos”, expresan desde la DGT. “El hecho de que ya hayan pasado 14 meses desde que presentaron la ley y aún no se haya aprobado es incomprensible”, denuncia Novella. “Otra de las medidas que ayudarán a reducir la siniestralidad son los sistemas de ayuda a la conducción que van integrados en los vehículos . La Unión Europea hizo un esfuerzo para que independientemente del modelo de coche que se adquiriera, todos fueran provistos de una serie de estos dispositivos que corrigen los errores humanos, que son los que están detrás de la mayor parte de los siniestros viales”, aseguran desde la DGT. Conseguir cero personas muertas al volante no solo debe ser un objetivo perseguible, sino que debe plantearse como realista Stop Accidentes En cuanto a las medidas “quirúrgicas” que buscan implementar destaca como ejemplo la puesta en marcha de motoristas camuflados de la Guardia Civil en varias comunidades autónomas, algo que esperan que genere cierto efecto disuasorio para abordar los accidentes provocados por los conductores de motos. Pero Stop Accidentes reclama más pasos hacia adelante, como el de una nueva tipología de homicidio (vial), y recuerda a la ciudadanía que “la mayoría de accidentes llevan detrás una mala decisión”: “Ponerte a conducir cuando has bebido o tomado drogas, saltarte un stop o un semáforo o ir a una velocidad que no debes, son decisiones que pueden llevarse por delante la vida de una persona. Nosotros seguimos creyendo en la denominada ‘Visión Cero’. Conseguir cero personas muertas al volante no solo debe ser un objetivo perseguible, sino que debe plantearse como realista”.