Unai Quecedo (Akatz): “En lugar de aburrirnos, preferimos ver vídeos chorras en Instagram”

Bakio, 1992. Un grupo de amigos adolescentes aficionados al reggae y que compra discos en la desaparecida tienda de Bilbao Rasta Shop, uno de los refugios jamaicanos pioneros en el Estado, forman una banda con un deliberado error ortográfico. Akatz (que proviene de akats: error o fallo en euskera) han publicado discos como churros desde entonces, con una periodicidad que no atiende a las leyes del mercado y desarrollando una versión euskotropical que se miraba en el espejo de otros históricos, Potato. “En estos casi 35 años hemos ido al local de ensayo, como mínimo, un día por semana, hemos sacado una referencia cada 18 meses y hemos dado al menos 10 conciertos al año. Nunca nos hemos parado a pensar o a coger aire”, cuenta Unai Quecedo, ‘Bita’, cabeza visible del numeroso combo vasco que este otoño ha lanzado su tercer volumen de la serie de versiones A Go Go, en la que revisan seis temas clásicos del soul, el jazz, el ska y el mambo.