Brilli Brilli, el festival para cambiar de año en familia

Brilli Brilli, el festival para cambiar de año en familia

Tras la clausura de Abrapalabra , la Casa Encendida ha inaugurado este pasado viernes su segundo festival navideño, Brilli Brilli, una cita dirigida a la infancia y sus familias que regresa un año más para celebrar el final del año y dar la bienvenida al nuevo a través del juego, la música, la imaginación y el arte compartido. En esta edición, el hilo conductor es la casa como espacio de encuentro, descubrimiento y cuidado. Los niños podrán experimentar con propuestas tan sugerentes como 'Venturia 3' , una casa extraterrestre para el juego libre y sensorial, de las arquitectas Conjuntos Empáticos, que propone un pequeño universo en el que se puede gatear, rodar, caminar o simplemente dejarse envolver por la luz y las sombras que se atraviesa una membrana. La instalación participativa 'Zurcidoras del sonido' invita igualmente a experimentar, en este caso con la construcción sensorial de la mano de Tania Arias, una artista escénica que crea dispositivos que ofrecen herramientas creativas en torno al juego, el movimiento y la danza, en proyectos que invitan a afinar la escucha a través del cuerpo sensible y a desplegar el potencial de movimiento de cada persona, permitiendo una mejor relación con el entorno. El taller 'Nuestra casa' , impartido por la artista Yuliya Gwilym, propone también construir, pero esta vez utilizando cartón, pintura y objetos que se encuentran en nuestras casas. En este taller, los niños crean una casa imaginaria utilizando pintura, ilustración, collage y objetos cotidianos como piezas de puzles incompletos, plastilina, tela, juguetes rotos o botones. Una de las sorpresas del festival es la decoración, que transformará el Patio y el Torreón II de La Casa Encendida mostrando al público el set del videoclip 'Aprenderás' de Rigoberta Bandini , realizado por Kevin & Alan Gallego, gracias a la colaboración de la directora de arte María Ona. Precisamente el Torreón II acogerá los talleres 'Leo el mundo' , con la mediadora Virginia de la Rosa, que anima a descubrir en familia lo que nos ofrecen los libros y la lectura en voz alta, y el taller 'Bordado abstracto y animación experimental', con el ilustrador Daniel Tornero, que plantea una experiencia creativa abierta al público familiar donde el bordado y la animación experimental se unen en una obra común. El cine estará muy presente en Brilli Brilli de distintas maneras: con la performance 'Pelis para ver con los ojos cerrados' , que propone «ver cine» a través de la imaginación; una selección de cortometrajes de animación inspirados en la idea de hogar; y la proyección de la película 'Bitelchús' de Tim Burton en 35 milímetros. Completan la programación dos planes que garantizan diversión a raudales: 'Miniclub de baile' , una gran fiesta en torno a una pista de baile con música seleccionada con mimo y otras muchas sorpresas, y 'Fiesta de pijamas' , con Caries (proyecto formado por Natalia Ferviú y el ex cantante de Novedades Carminha, Carlangas) y la actuación en vivo de Dear Joanne, la nueva sensación del rock nacional. Además, quienes acudan a La Casa Encendida durante esas semanas pueden visitar de manera gratuita la instalación sonora 'Longplayer', de Jem Finer, así como la exposiciones 'Inquietud. Libertad y Democracia' , que cuenta con obras de más de 50 artistas procedentes de las colecciones de arte de la Fundación Montemadrid y del Estado de Portugal para reflexionar sobre los 50 años de transición democrática en Portugal y España; y 'Oro tejido con paja', que reúne una selección de trabajos de Elena Mendizabal y Joan Rom que muestran su visión sobre el mundo a través de la experimentación formal con distintos materiales, su plasticidad, su fragilidad y su fuerza.

Crimen y castigo en un narcopiso de Usera: «Estamos hartos, siempre hay borrachos y peleas de drogadictos»

Crimen y castigo en un narcopiso de Usera: «Estamos hartos, siempre hay borrachos y peleas de drogadictos»

La frenética cadena de muertes violentas registrada en Madrid en apenas tres días de fiestas navideñas alcanzó el viernes su póquer de casos con un nuevo crimen, esta vez en el distrito de Usera. Tras los sucesos en Nochebuena de Puente de Vallecas y Chamberí, y el registrado el día de Navidad en Leganés, otra cuchillada tiñó de sangre un narcopiso ubicado en el número 136 de la calle de Marcelo Usera , cuando a eso del mediodía los facultativos del Summa 112 confirmaron el fallecimiento de Miguel A., español de 57 años. El dueño de la vivienda, Javier R., de 60 y también nacido en España, fue engrilletado por un presunto delito de homicidio . Pero hasta llegar a su detención, los agentes tuvieron que desmadejar primero un relato lleno de incongruencias. De hecho, fue el propio arrestado quien llamó poco antes de las 11.15 horas a los servicios de emergencias, aunque no para confesar. Los agentes de la Policía Nacional desplazados encontraron a la víctima aquejada de una herida incisa en la pierna izquierda, por lo que procedieron a practicarle un torniquete y frenar así la hemorragia. Al mismo tiempo, comisionaron al Summa 112 y se entrevistaron con el propietario, quien no dudó en señalar a una mujer que habría huido como la autora de la puñalada. En ese sentido, algunos vecinos señalaban ayer a ABC que antes del suceso escucharon al hombre pelearse con una mujer, un hecho que sucedía con frecuencia. «Escuché esa mañana que él estaba peleando con una chica, con la que está ahí porque él la mantiene escondida. Ella casi no sale porque tiene busca y captura, entonces ella estaba ahí escondida. Siempre pelean y siempre que llamaba a la policía él la escondía y no salía», resumían los consultados. Pero las piezas del relato de Javier no terminaban de encajar. En primer lugar, indicó a los uniformados que la agresión se había producido en las zonas comunes del edificio, lo que llevó a estos a realizar una batida por el bloque y sus inmediaciones. Llegaron incluso a preguntar a los vecinos y trabajadores de la zona si habían visto a alguien salir a la carrera del lugar, pero nadie supo decir nada de la supuesta causante. Las dudas se acrecentaron al no encontrarse ningún rastro de sangre en el portal o los descansillos del bloque, y sí concentrarse toda en el interior del apartamento. La versión del interlocutor comenzó a hacer aguas, más si cabe, al explicar que después del ataque, había salido al rellano para meter de nuevo en el piso al afectado, lo que tampoco concordaba con el escenario de los hechos. Unas sospechas que se terminaron de despejar con la llegada de los miembros del DEVI de la Policía Científica, cuya inspección ocular arrojó dos pruebas fundamentales: la primera, que el acuchillamiento se había cometido dentro; y la segunda, que el arma empleada, un cuchillo de grandes dimensiones, también había sido hallado en la vivienda. Mientras ello ocurría, la víctima, cuya herida en principio no parecía de mortal necesidad, entró en parada cardiorrespiratoria , lo que obligó a los sanitarios del Summa 112 a iniciar las maniobras de reanimación avanzadas. Fue en vano, ya que después de extender las mismas durante más de 30 minutos, no pudieron hacer más que confirmar el óbito. Será ahora la autopsia definitiva la que determine el porqué del abundante sangrado interno que le ocasionó un shock hipovolémico. Según ha podido saber este diario, tanto el detenido como el finado estuvieron previamente consumiendo drogas en el domicilio de marras. Pese a que el Grupo VI de Homicidios, de guardia en estos días tan aciagos para la región madrileña, acudió hasta el enclave, la investigación, que continúa abierta, ha quedado en manos de la Policía Judicial de la comisaría de Usera. Apenas veinticuatro horas después de lo sucedido, la mayoría de vecinos del bloque aseguran no saber nada, ni haber visto el precinto policial o la puerta medio rota. Cuestionados por una posible situación de inseguridad, la mayoría no quiere hablar, y los que sí lo hacen, antes de alejarse de manera precipitada, es para decir que allí no pasa nada raro, que todo está tranquilo. Dos vecinas confirman a este periódico que tras la puerta tres del tercer piso se esconde un narcopiso, aunque solo una de ellas se atreve a contar con detalle lo que sucede. Esta mujer, que califica a Javier como «malo» y «muy listo» , cree que no solo él y la mencionada mujer se alojan en el piso, que una vez escuchó que era de alquiler social y por el que solo pagaba unos sesenta euros al mes. «Siempre sube mucha gente y por las noches más», advierte. Además, muchos días hay alboroto en el portal. «Es muy feo porque siempre hay borrachos y peleas de drogadictos », añade. Entre sus manos sostiene las llaves para entrar al portal, pero hace tiempo que no las necesita, pues la puerta de acceso al edificio permanece abierta. Del telefonillo solo quedan los cables y el hueco que delata el lugar en el que un día estuvo. Algunos vecinos aseguran no saber a qué se debe, pero ella cuenta que él fue quien lo arrancó para evitar que nadie abriera a la policía, que con frecuencia acudía por sus llamadas. «Venía la policía y nunca entraba a la casa, por más que llamaran y escucháramos nosotros que estaba pegando a las mujeres . Él era muy listo y le decía a la policía que no podía entrar porque era su casa», sentencia. «Quién no va a pelear con él si es una mala persona. Robó a otros vecinos de abajo, les dijo que iba a hacer una reforma, les quitó como siete mil euros y luego no les reparó nunca nada», responde la primera mujer cuando le preguntamos si Javier R. tiene problemas con los vecinos. Solo otra persona dice conocer lo que en ese piso acontece, pero no quiere hablar por miedo a ponerse en peligro.