Graciela Iturbide: “Este es un premio para todos los fotógrafos de Latinoamérica”

Graciela Iturbide: “Este es un premio para todos los fotógrafos de Latinoamérica”

“Encontrar la vida, descubrir con la cámara las culturas del mundo, es lo que más he disfrutado de mi viaje por la fotografía”, dice Graciela Iturbide. “Mi corazón late cuando veo algo que me atrae y eso es lo que me emociona, tomar la foto. Lo demás es pura burocracia”. Para la fotógrafa nacida en México en 1942, quien estará en Oviedo la próxima semana para asistir a la ceremonia donde será reconocida con el Princesa de Asturias de las Artes 2025, los premios son un accidente. Sin embargo, este tiene una carga especial pues solo dos fotógrafos latinoamericanos lo han recibido: Sebastião Salgado y ella. “Me avisaron que tenía el premio el día que murió Salgado. Era mi íntimo amigo. Fue un día agridulce, raro. Primero me afectó porque lo acababa de ver cuando estuvo montando la exposición Amazonia en el Museo de Antropología. Me llamó para ir a verla antes de que abriera al público. Luego, a los pocos días muere y a mí me dan la noticia del premio. Siento que me dejó su lugar, que me pasó la estafeta”.Has estado cerca de figuras de la fotografía y el arte que además de incidir en tu profesión han sido maestros de vida. Quizá quien más te marcó fue Manuel Álvarez Bravo. ¿Qué te aportó? Con Álvarez Bravo vi cómo hacer fotografía, pero me enseñó, sobre todo, a ser yo misma. Aprendí de todo lo que me platicaba, lo que leía, incluso de ópera, que escuchábamos todas las tardes, pero nunca me dijo si mis fotos eran buenas o malas. Álvarez Bravo me hizo salir definitivamente de ese mundo del que me estaba rebelando. Me decía: “Graciela, tienes razón de salir y ser más libre”. Me ayudó a acabar de formarme: “Graciela, usted tiene que ver buena pintura para saber de composición”. Me fui a París. Vi a Piero della Francesca. Me fascina toda su obra y, en general, la pintura del Cuatrocientos, pero me encanta la Madonna del parto. Después vi el cine de Andréi Tarkovski. En Nostalgia, en una de las primeras tomas, se abre el manto de la Madonna del parto y salen miles de pájaros. ¿Cómo ha incidido en tu vida tu amistad con Josef Koudelka? Es muy amigo, un gitano al que no le importa absolutamente nada más que la fotografía. Me dio ejemplos importantes, como zafarme de muchas cosas, vivir de manera austera, entregarme más a la fotografía. Es un ejemplo muy grande, pero hay mucha gente, no necesariamente fotógrafos, que han sido importantes.¿Como quién?Francisco Toledo. Era como Álvarez Bravo, serio y muy bueno. Ninguno de los dos era sociable. Cuando joven, Toledo quería ser fotógrafo y Álvarez Bravo lo motivó. De hecho, hizo unas fotografías interesantes. Algunas se publicaron, pero luego dejó la foto para dedicarse de lleno a la pintura. Una vez me habló por teléfono. Yo no lo conocía y me dijo: “Graciela, quisiera desayunar contigo”. Nos vimos en un café en la calle de Ámsterdam, en la colonia Condesa. “Te quiero invitar a tomar fotografías a Juchitán”. Así comenzó ese proyecto. Fue un verdadero maestro. Sigo agradecida por todo lo que hizo por mí. Además del cine y la pintura, ¿qué determina la potencia de una mirada? En mi caso, la lectura, la buena música, todo se va sumando. Claro, no te das cuenta porque al elegir, al mirar, cuando algo te sorprende, de alguna manera ya estaba en tu ojo a través de esas imágenes maravillosas de la literatura, el cine, la música. Hay cosas que se quedan dentro y emergen en el momento del asombro. La invención tiene mucho que ver, los sueños. Eso lo decía Brassaï: la vida no puede ser capturada por el realismo o el naturalismo sino por sueños, símbolos o la imaginación. Eso me ha guiado. Una vez que dominas la técnica, todo lo demás es intuición, es captar el momento poético de la fotografía. Y no importa con qué tipo de cámara trabajes, eso les digo a los jóvenes, puede ser de cartón, como las que hacía Carlos Jurado, o digitales. Lo valioso es el resultado, que tengas buen ojo y buen corazón porque creo que el corazón te dice lo que haga el ojo.¿Has vuelto a alguna de las comunidades donde trabajaste, Juchitán o Sonora? Sí, hace poco, porque me están haciendo una película.¿Te refieres al documental de Lucía Gajá?Sí. Fuimos a Juchitán y con los seris. Eso fue hermoso porque me aplaudieron cuando terminaron de filmar. No sabía que las mujeres del mercado me querían porque yo había ido a trabajar con ellas cuando tomé a la señora de las iguanas. También fuimos a Lanzarote, uno de los últimos lugares que he visitado, en las Islas Canarias, y ahí fue muy interesante la filmación porque solo hay volcanes, piedra, lava, cactus, que es a lo que estoy volviendo. Si encuentro algo que me sorprende, lo tomo y luego lo guardo en una caja. Hago lo que quiere la cámara y eso me ha servido mucho porque es un instrumento para conocer la vida y la cultura de un país. También tengo pláticas con la gente mayor y leo mucho sobre los lugares. En Roma, le dediqué mi exposición a Pasolini porque es un hombre especial, anárquico. Es un hombre que me encanta, no obstante su trágica vida. Mencionaste a Tarkovski, pero también te interesó Buñuel. ¿Cierto?Sí, pero ¡qué error cometí! ¿Por qué?Un día, Buñuel pasa una de sus películas y prepara sus martinis, como los hacía siempre, y a la salida me dice: “Fíjese que vi las fotos que le hizo usted a José Luis Cuevas. ¿No le gustaría venir a fotografiarme?” Le dije: “Claro que sí, don Luis, cómo no me va a gustar”. ¿Y qué crees? No fui. Me dio pena. Yo que soy tan aventada, no fui, siendo uno de mis héroes. Él y Juan Rulfo están en el diario de las fotografías que no hice. De eso me he arrepentido toda mi vida. Álvarez Bravo, Koudelka, Toledo, Salgado, Pasolini, Buñuel, ¿y las mujeres? ¿A qué fotógrafas te has acercado?Una de las que más me ha impresionado es una joven, Francesca Woodman. Es maravilloso cómo se autorretrató, a su edad. Después se suicidó. Dorothea Lange me encanta, y Tina Modotti me sigue gustando mucho. Siento que su mejor momento fue cuando estaba con Edward Weston, su maestro y su amante por un tiempo. Ya que mencionaste los autorretratos de Francesca Woodman, los tuyos tienen también algo inquietante, aunque en un contexto muy distinto. Casi siempre con animales, quizá como una extensión de los sentidos, de los ojos, la boca…Te voy a confesar que cada vez que me he tomado un autorretrato ha sido un acto inconsciente. Un día se metió un colibrí a la casa y cuando lo atrapé ya estaba muerto. Yo andaba medio gris en ese momento y dije: Me voy a hacer un autorretrato. Fui al mercado y compré un pajarito vivo. Me puse el muerto de un lado y curiosamente su cabecita quedó en el ojo. Del otro lado, el pájaro vivo está revoloteando. El autorretrato se titula ¿Ojos para volar? Un día, fui a un lugar y había caracoles. Dije: Yo los quiero. Y en ese momento me hice un autorretrato. Ese me da ñáñaras porque es raro. El de las serpientes lo hice un poquito más conscientemente porque estaba en psicoanálisis. Yo perdí a una hijita de seis años y me costó mucho tiempo recuperarme. Le decía a mi analista: Siento que me salen serpientes de la boca. Quise comprar serpientes de verdad, pero no encontré, así que las compré de plástico y me las puse. Todo es muy inconsciente, nunca preparo un autorretrato. Si lo pienso, mejor no lo hago. Tiene que ser algo espontáneo, que el alma me lo pida.Pienso en los pájaros, no sé si emergiendo o resguardando tus ojos, pero también en los pájaros alzando el vuelo en esa serie extraordinaria y tan significativa en tu trabajo.En un cementerio, tuve una experiencia fuerte con un señor que me encontré, ya lo debes saber. Pensé que era un sueño, pero seguí fotografiando al señor con su cajita de niño muerto porque me dio por eso cuando murió Claudia. En eso, volaron miles de pájaros, pero eran pájaros de la muerte: habían picoteado al señor. Luego empecé con mis pájaros de la vida y ahora cada vez que puedo fotografiar pájaros lo hago. Hay un poema de San Juan de la Cruz, “Las cualidades del pájaro solitario”, que siempre vuela a lo más alto y canta suavemente. No creo en nada, soy agnóstica, pero soy mística. Leo a San Juan de la Cruz, a Teresa de Ávila, a los sufíes. Últimamente empecé a leer a Spinoza y me doy cuenta de que el cielo y el infierno están en la Tierra. Me encanta la libertad, pensar que estamos aquí por un rato y que somos naturaleza y nos vamos a convertir en naturaleza.De hecho, te has acercado cada vez más a la naturaleza. Hay una transición quizás a una fotografía más abstracta donde la roca, la lava, son protagonistas. Empezó hace tiempo, cuando Toledo me llevó al jardín botánico en Santo Domingo, en la ciudad de Oaxaca, y me maravillé porque todas las plantas estaban atadas con palos, cubiertas con velos. Yo decía que eran plantas en terapia. Desde entonces, cada vez que viajo, voy a jardines botánicos. En Lanzarote me di cuenta de lo fuerte que son los cactus que salen entre la lava y cómo hacen erupción los volcanes. Ahí entendí el principio y el fin del mundo. Cuando me encuentro piedras en Japón, en Machu Picchu o aquí en México, las fotografío. Luego fui a La Palma, en Canarias. El volcán estaba en erupción y no me dejaron acercarme. Después de fotografiar al ser humano he llegado, por así decirlo, al principio y al fin del mundo, al origen. Quién sabe qué pasará en mi interior, pero algo me prende. Por otra parte, hubo quien calificó tu foto de surrealista. ¿Te identificas con esa etiqueta?Admiro a André Bretón, lo admiro en los años treinta, cuando hizo el movimiento surrealista, y lo odio cuando hace que en Europa y otros lugares nos etiqueten como surrealistas. No somos surrealistas, México no es un país surrealista, eso es una invención de Bretón porque le encantaba seguir con su juego. Era un dictador. Muchas veces, cuando viajo, me dicen que mi fotografía es surrealista o del realismo mágico. Les digo: “No, eso ya pasó de moda. No soy surrealista”. El surrealismo tiene que ser un acto meditado. Yo soy una fotógrafa clásica, como lo fueron Álvarez Bravo, Henri Cartier-Bresson, Koudelka. Al final, en la foto todo es testimonio, todo, se tome poéticamente, políticamente o como juego, todo queda como testimonio de tu tiempo. Ya luego que te califiquen, que si es poético, arqueológico, etcétera. La gente tendrá el derecho de juzgar tu obra, pero tú la haces como un testimonio de lo que estás sintiendo y viendo.¿Qué va a pasar con tu archivo, con ese testimonio? No hay nada para el archivo. Aquí en México, imposible, no hay lugares. Pachuca está llena. Me han hecho varias ofertas, pero todo se ha quedado a medias. Y si no se puede, pues a ver qué hacen mis hijos, pero aquí en México, imposible. ¿Dónde, si no hay bóvedas? ¿Qué sigue para ti?Acabo de publicar un libro luego de una estancia en California con los cholos. Estuve en una comunidad de migrantes en Los Ángeles, White Fence, de ahí tomé el título del libro. Fue una experiencia muy interesante. Tengo pendiente un libro de escritores porque he fotografiado a muchos, también pintores y personajes de otras disciplinas como el maestro geómetra que retraté en Madagascar. Quiero hacer también un libro sobre Chalma porque me fascinan sus tradiciones y rituales. Tengo invitaciones a Argentina y Berlín. Ahí ando. Lo que quiero es fotografiar, no arreglar mis cajas, aunque tengo que revisarlas. No paras… No, porque entonces me pondría triste. Ahora estoy concentrada en escribir unas palabras para la entrega del Premio Princesa de Asturias.¿Qué piensas decir?Que este es un premio para todos los fotógrafos de Latinoamérica.AQ / MCB

Diana Sánchez señala a autoras intelectuales de atentado en su contra

Diana Sánchez señala a autoras intelectuales de atentado en su contra

Hilda Castellanos-Lanzarín Al cumplirse un año del atentado armado que sufrió en calles del Centro Histórico, la diputada local Diana Sánchez Barrios desmintió que su caso haya pasado a la etapa de juicio oral, como informó la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, exigió la detención de dos presuntas autoras intelectuales, las cuales, aseguró, estarían vinculadas al cártel Unión Tepito . Durante la conferencia “Memoria y justicia a un año de mi atentado”, Sánchez Barrios señaló directamente a Erika “N” y Claudia “N” , a quienes identificó como las responsables de ordenar el ataque ocurrido el 17 de octubre de 2024, donde murieron dos personas cercanas a ella; un comerciante de nombre Víctor Esquivel, quien se acercó a ella en esos momentos para tomarse una selfie, además de David Núñez, primo de la diputada. Le pido a la fiscal Bertha, por favor, que, así como cuando fue el atentado que inmediatamente agarraron al tirador, al que iba manejando la moto y a la que nos iba siguiendo hablando por teléfono, así exijo que agarren a estas rufianas, a estas mujeres que se dedican a la delincuencia organizada y que le han hecho tanto daño a la gente”. Sánchez Barrios denunció que sigue recibiendo amenazas telefónicas y que el proceso judicial no ha avanzado como debería. Mi vida sigue en peligro, pero no me voy a quedar callada. Están dados los elementos y existen las pruebas suficientes para detener a los autores intelectuales que operaron en contra de mi vida, los que cometieron el atentado hace un año, por lo que le pidió a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México actúe en consecuencia”, afirmó la diputada y coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente. Piden reabrir expediente Su abogado, Alfredo Brum Paz, explicó que el caso continúa en la etapa de investigación complementaria, por lo que solicitaron la reapertura del expediente para lograr la judicialización y la reparación del daño. La carpeta de investigación sigue en una investigación complementaria, la cual se solicitó una reapertura a fin de recabar diversa información respecto a datos conservados y demás información que no puedo comentar en estos momentos”, dijo. Sánchez Barrios pidió a la Fiscalía capitalina “actuar con transparencia y detener a quienes están detrás del atentado”, al tiempo que acusó que las dos mujeres identificadas siguen operando dentro de la organización criminal “bajo presunta protección institucional”. Aseveró que, si no se logra justicia plena por el atentado en su contra, “sería un mal mensaje para quienes han sufrido violencia de la mafia de la ciudad ”. Buscarán condena contra implicados El jueves, la fiscal Bertha Alcalde, aseguró que la FGJCDMX presentó el 15 de octubre pasado la acusación formal por tentativa de feminicidio y homicidio calificado, en contra de tres personas presuntamente involucradas en el ataque ocurrido el 17 de octubre de 2024. Con ello, aseguró la funcionaria que inicia la etapa de juicio oral, en la que el Ministerio Público buscará una sentencia condenatoria contra los tres implicados : Gael “N”, Iván Aldair “N” y Shaneri “N”, detenidos en noviembre del 2024 por el atentado contra Sánchez Barrios *DRR* Contenidos Relacionados: Presentan acusaciones por ataque a diputada Diana Sánchez Barrios Atentado a Diana Sánchez Barrios en CDMX: Pide cárcel a autoras intelectuales Tras atentado, Diana Sánchez Barrios toma protesta en Congreso CDMX

Tenía 24 años y un diagnóstico devastador le dio ocho meses de vida: la joven que eligió cómo morir y su lucha por la eutanasia

Tenía 24 años y un diagnóstico devastador le dio ocho meses de vida: la joven que eligió cómo morir y su lucha por la eutanasia

"Delfi era un huracán", dice Florencia, su mamá. Vivió una vida a puro vértigo hasta que la detuvo un glioblastoma multiforme, uno de los tumores más agresivos, una enfermedad sin cura. En un nuevo capítulo de Voces, la historia de una joven que no quería vivir con el cuerpo inmovilizado y la dinámica de una familia que se dedicó a acompañar y a disfrutar el ahora