Una familia de libreros de Sevilla estrena la primera oficina de traspasos de librerías de España para evitar cierres en el sector
Un establecimiento sevillano y otro madrileño son los primeros en acogerse a un programa pionero de mediación impulsado por el gremio de libreros de España con el respaldo del Ministerio de Cultura Hemeroteca - ¿Por qué han cerrado diez librerías sevillanas en 2023? Los afectados dan las claves Hace algunos años que en el sector de las librerías españolas resuena una voz de alarma: aunque no paran de abrirse nuevas tiendas, son más los que cierran, y no porque los índices de lectura sean bajos, o porque los alquileres sean inasumibles. A menudo, se trata de algo tan natural como la edad de los libreros, la llegada de la hora de la jubilación y no tener a quién entregar el testigo. Para remediar esa tendencia, la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal), que aglutina a más de un millar de librerías en todo el país, decidió poner en marcha un programa pionero, la Oficina Técnica de Transmisión de Librerías (OTTL), a la que han empezado acogiéndose dos veteranos establecimientos, uno de Sevilla y otro de Madrid. Este martes, 11 de noviembre, coincidiendo con el Día de las Librerías, darán a conocer los resultados de este programa que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura, que aporta 80.000 euros. “Los libreros somos pocos y estamos solos”, comenta Lola Gallardo, de la librería sevillana Rayuela. “Tenemos una gestión dificultosa y, con frecuencia, nos vemos abocados a cerrar con la llegada de la jubilación. En Cegal se dieron cuenta de que este podía ser un fenómeno masivo en esta época, y han decidido mitigarlo con esta iniciativa”. Lola abrió Rayuela hace 30 años con su compañero, Miguel Escalera. Ambos tenían trabajo, pero las ganas de cambiar de rumbo en sus vidas y el temor a no atreverse a hacerlo si dejaban pasar el tiempo hizo que se lanzaran a la aventura de abrir una de las primeras librerías especializadas en literatura infantil de España. “Ahora pienso que fue una locura. Nos metimos en ello con una imprudencia extrema, pues teníamos dos hijos y muchas cosas que cuidar, y un desconocimiento absoluto de lo que suponía una librería. La única forma de darnos a conocer era entonces poner un anuncio en el periódico, pero no teníamos dinero para eso. Así que empezamos a hacer actividades cuando nadie las hacía, y sin saber si vendrían los niños o no”, dice. Análisis exhaustivo A lo largo de tres décadas, Rayuela se ha convertido en una librería de referencia en Sevilla, obtuvieron en 2022 el premio a la mejor Librería Cultural del país , y es habitual que reciban la visita de clientes que eran niños cuando empezaban, y que ahora compran libros para sus hijos. Pero ese tiempo también ha pasado para sus propietarios, que al columbrar el retiro en el horizonte se preguntaron: ¿Ahora qué? “Supimos que Cegal estaba poniendo en marcha ese proyecto de acompañamiento, en el que se pone en contacto tanto al librero que quiere traspasar como a los candidatos que aspiran a tomar el relevo. La oficina no entra en si finalmente se cierra o no la operación, pero ayuda a analizar exhaustivamente la librería a todos los niveles, y de manera gratuita”. En el caso de la librería hispalense, el traspaso era teóricamente más sencillo de lo habitual, ya que el aspirante en cuestión es el hijo de Lola y Miguel. Pero igualmente querían contar con el servicio, “ya que el proceso, que es muy complejo, se facilita y agiliza considerablemente. Por lo general tenemos poca capacidad para evaluarnos a nosotros mismos, y la empresa externa que Cegal nos proporciona lo hace muy bien”, reconocen. Así, el candidato tiene la posibilidad de asegurarse de que ese es el negocio en el que quiere entrar, conociendo sus fortalezas y debilidades. Y él presenta también sus credenciales ante el librero, para poner de manifiesto su idoneidad. Hoy por lo general todo es muy transparente, pero aquí hemos tenido que desnudarnos completamente, si bien la información es completamente confidencial. Pero hemos pasado muy bien todas las pruebas, y afortunadamente, todo va a quedar en familia“. Y no solo eso: en este mes de noviembre, gracias a la savia nueva, abrirán un segundo establecimiento ”de barrio“ en la sevillana calle Albaida. Un caso análogo es el de la librería madrileña Los tres hermanos de Moriarty, especializada en cómic y también con 30 años de resistencia a todos los vaivenes del mercado. Ante la expectativa de jubilación de su propietario, tres libreros madrileños decidieron asociarse para darle continuidad al establecimiento. “Creo que es una ventaja que seamos del gremio, y no emprendedores ni inversores externos”, comenta Ismael, uno de los socios que mantendrán sus librerías mientras dan cobertura a la traspasada. “Sabemos que el cierre de una librería es una tragedia para todo el negocio. Nadie se alegra de ningún cierre, no piensas ‘qué bien, ahora esos clientes vendrán a gastarse el dinero en la mía’. Es siempre una mala señal”. Cuestión de expectativas Como Lola, Ismael elogia la minuciosidad del estudio realizado, a pesar de que “conocíamos bien la librería y a los antiguos gerentes. Lo interesante es que cada uno es de una manera y, en el caso de quienes están a punto de jubilarse, casi nunca son las mismas las expectativas de quienes quieren entrar. No es lo mismo saber que te quedan cinco años en esto que veinticinco. Es lógico que en un momento dado dejes de invertir, no sé, en cambiar puertas, la calefacción o el sistema informático. O puede que en los últimos tiempos haya aumentado una línea de producción, por ejemplo, el cómic de superhéroes, que el librero saliente no ha atendido tanto por estar acostumbrado a otras líneas. Pero todos esos detalles son importantes a la hora de un traspaso“. Ismael incide también en el hecho de que los negocios difieren muchísimo según su tipología, ubicación o enfoque. “No es lo mismo una librería en el centro de Madrid que otra que da servicio a institutos en Badajoz. O una librería especializada que una librería-papelería, o una que vende libros y juegos”. En lo que respecta a Los tres hermanos de Moriarty, han decidido apostar por una estrategia continuista, “con el objeto de que los clientes sigan sintiéndose cómodos, y dar poco a poco ligeros cambios. De hecho, estamos orgullosos de no haber cerrado ningún día”. Según estos pioneros, el arranque de la OTTL no ha podido ser más positivo, y al parecer ya hay más de 60 solicitudes, tanto de libreros con esperanza de traspaso como de futuros empresarios del sector. “Sabemos qué ocurre cuando una librería cierra”, concluye Lola, “y cómo repercute en una ciudad. Nadie quiere que tu librería acabe convertida en otra cosa. Si esta iniciativa sirve para ayudar a que eso no ocurra, y encima es gratuita, ¡olé!”.