«No es nada sencillo ser mujer, vivir en Albacete, tener 15 años y soñar con ser directora y escritora de cine»

«No es nada sencillo ser mujer, vivir en Albacete, tener 15 años y soñar con ser directora y escritora de cine»

El patio del Edificio Nuncio, en la Consejería de Hacienda, acogió este miércoles la entrega de los Premios Castilla-La Mancha Mujeres en el Cine 'Alice Guy' en su tercera edición. Los guiones galardonados han sido 'Flores para una madre ausente', de Ana Puentes Margarito, y 'Olivia', de María Zebina Guerra Peña. Cada una de ellas recibirá 17.000 euros. Los premios están impulsados por la Consejería de Igualdad, con el objetivo de reconocer y apoyar el talento de mujeres guionistas de largometrajes de ficción, documental o animación. «Hoy celebramos a mujeres que, a pesar los obstáculos, siguen abriéndose camino en el cine», dijo Sara Simón, quien recordó que Alice Guy, la primera cineasta de la historia, «tuvo que ver cómo su trabajo era atribuido a hombres». Además, Simón dio las gracias a las galardonadas «por no tirar la toalla. Sé que detrás de ese esfuerzo hay una mochila muy grande». Y «aunque las cifras van mejorando, la desigualdad todavía persiste en el cine: sólo el 28 por ciento de los directores y el 37 por ciento de los guionistas son mujeres «. «No es nada sencillo ser mujer, vivir en Albacete, tener 15 años y empezar a soñar con ser directora y escritora de cine», expresó Ana Puentes Margarito al recoger su premio, si bien «en mi generación estamos dando pasos agigantados» y ahora, que acaba de cumplir 40, la realidad es otra. También anunció que 'Flores para una madre ausente', su ópera prima, se rodará -por supuesto, en Albacete- «si no el año que viene, a principios del siguiente». «La película ya está apoyada por el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid, esperemos que también por Casilla-La Mancha», añadió. El guion es el de una joven llamada Roma, de 25 años, que vuelve a Albacete para cuidar de su padre, al que odia, tras la desaparición de su madre. Y cuando se espera que se comporte como una hija modélica, Roma aprovechará para vengarse de un padre que la echó de casa a los 17. Por su parte, María Zebina Guerra Peña se definió como una guionista que «trabajaba por encargo, siempre escribiendo las ideas de otras personas. Y pensé: yo también tengo una historia que contar. Y quizá sea interesante. Se imponía el pudor, pero al final me atreví a hacerlo y fue un momento maravilloso, terapéutico casi». En 'Olivia', una niña de 12 años con las inquietudes propias de esa incipiente adolescencia recibe una noticia que cambia su mundo por completo: sufre una enfermedad incurable. Y durante 40 días encerrada en el hospital, luchando contra su destino, aprenderá a soltar lastre y a darse cuenta de que la amabilidad arranca por una misma.

Hace 50 años

Hace 50 años

En plena conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Franco, realicemos una aproximación a cómo era la programación televisiva de que disponían los españoles de la época, entre los que incluyo. He de comenzar diciendo que el menú era muy escueto. En la sobremesa, las emisiones se iniciaban a las dos de la tarde y concluían a las cuatro, con Revistero y la Novela diaria. Por las noches, a las once y media, sonaba el himno nacional y un rodillo anunciaba los programas del día siguiente.

Franco: el dictador que quiso eternizarse

Franco: el dictador que quiso eternizarse

La historia exige descifrar al hombre que encarnó el régimen. Franco no fue un héroe ni un estadista, sino el producto de una cultura política autoritaria y de unas élites que hicieron de la obediencia y la censura una forma de poder. En una sociedad donde resurgen los discursos complacientes con el pasado, conviene analizar su figura desde la evidencia documental y el juicio histórico. Esta segunda entrega de la serie “Franco, cincuenta años después” se adentra en la personalidad, los métodos y la ambición del dictador que quiso eternizarse.

Diversos barrios, un solo corazón

Diversos barrios, un solo corazón

Se ha realizado la concentración número 100 en la plaza Navarro Rodrigo del barrio de Benalúa. Tómese este aniversario como lanzadera para reivindicar un centro social y hacer camino unido con el resto de los barrios de Alicante. Éramos bastantes, señor alcalde, para haberse acercado y de paso felicitar a una benaluense centenaria. Como las veces que se le ha puesto falta. Por absentismo empático.

La antipolítica de la política

La antipolítica de la política

Hay un consenso general, entre los esforzados analistas de la vida política, en considerar la realidad actual como un “momento antipolítico”. En el escenario, todos los elementos: las grandes mayorías pierden la ídem y sudan tinta para conseguir acuerdos que, en la práctica, se convierten en auténticos jeroglíficos; la centralidad política se reduce drásticamente, asediada por los populismos en los extremos; la insatisfacción ciudadana se transmuta en rabia y se fascina con el histrionismo de los alfas que salvan al pueblo; y a medida que la complejidad nos ahoga, los problemas sociales se reducen al simplismo más aterrador. “Es la antipolítica”, claman los “spin doctors”, y con este santo grial conceptual todo queda aclarado. Al final, en la era de TikTok y X, la realidad se reduce a un simple lema.

Drogas, no. Y alcohol...tampoco

Drogas, no. Y alcohol...tampoco

Empezaré aclarando que yo soy completamente antidrogas en lo personal. Pero veo bastante incorrecto que determinadas drogas, como la marihuana e incluso la cocaína en pequeñas cantidades, estén prohibidas, pero se tolere que la gente se emborrache con dos litros de whisky como si no hubiera un mañana. No veo la lógica de permitir que alguien acabe en urgencias con un coma etílico, y que eso nos parezca lo más normal del mundo, y hasta nos reímos de Felipito Tacatún por el "peo" que tenía, pero que si alguien se mete una raya de coca algún fin de semana suelto, o se hace un porro un domingo por la tarde para relajarse en su casa... eso es un drama terrorífico, ese tipo va a arruinar su vida y la de su familia.

Humanidad con wifi

Humanidad con wifi

Me enternece ver a mi hijo desviviéndose por su abuela. “Ella cuidó de mí cuando era pequeño”, sonríe, mientras el recuerdo se llena de humeantes tazas de caldo, que siempre le tenía a punto. Ahora él lo organiza todo para que ella, casi nonagenaria, esté segura y sienta que la queremos. Intentamos adaptarnos a su ritmo, lento, cada día más lento. Queremos ofrecerle que siga siendo la protagonista de su propia vida. Y ahí, las ayudas, tanto humanas como tecnológicas, son la salvación. La de la abuela, la de toda la familia.

Carlos Alcaraz:  «En casa soy Carlos, no tenista o número uno; si llego tarde o no cumplo, hay bronca»

Carlos Alcaraz: «En casa soy Carlos, no tenista o número uno; si llego tarde o no cumplo, hay bronca»

Se toma Carlos Alcaraz un día de descanso, renuncia a su hora de pista de entrenamiento porque la paliza ante Taylor Fritz fue suficiente. Este miércoles, aunque no hay peloteos, cuida no obstante su cuerpo, y también su frescura mental. Pedalea en el pequeño gimnasio que tienen habilitados los jugadores justo al lado de la pista central, en el pasillo de los vestuarios. A unos metros, el propio Fritz pone a tono su cuerpo, y otros más lejos, la madre de Ben Shelton se pasea por allí, perdida, pidiendo indicaciones de este laberinto. En la esquina, Alcaraz, 22 años, rodeado de su equipo: Juan Carlos Ferrero , su entrenador; Samuel López, su segundo entrenador, Juanjo Moreno, su fisio, Javier López,... Ver Más