Una historia de impunidad real: cómo evitó el banquillo Juan Carlos I tras años de excesos a espaldas de todo un país

Una historia de impunidad real: cómo evitó el banquillo Juan Carlos I tras años de excesos a espaldas de todo un país

La tardanza de la Fiscalía y los tribunales en investigar al monarca, la inviolabilidad que la Constitución ofrece a la corona española y los pagos a Hacienda cuando las diligencias ya eran conocidas facilitaron que el rey emérito esquivara una imputación que nadie nunca consideró realista Archivo - El rey emérito se enriqueció a espaldas de Hacienda durante lo peor de la crisis económica “España decidirá, la Historia nos juzgará”. Las memorias de Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón terminan con una frase lapidaria que culmina más de 500 páginas de recorrido por una vida con mucha más historia que juicios. Un libro que pasa de puntillas con disculpas y despejes sobre la gestión millonaria de una fortuna a espaldas de Hacienda y de la opinión pública mientras España se hundía en una crisis económica sin precedentes y que nadie investigó hasta que fue demasiado tarde para que tuviera consecuencias. La prescripción, la inviolabilidad de la corona y la benevolencia fiscal permitieron que el rey emérito esquivara en 2022 un banquillo de los acusados en el que, en el fondo, nadie esperaba verle sentado. La imagen pública de Juan Carlos I se forjó durante décadas entre dos tipos de páginas: las de los libros de historia y las de las revistas del corazón. Las primeras relataron su papel en la vuelta de la democracia a España tras casi 40 años de dictadura franquista. Las segundas alimentaron a la sociedad con píldoras y rumores sobre su vida sentimental mientras episodios como el de la cacería de Botswana precipitaban su abdicación para evitar una erosión mayor a la corona. Pero fue en marzo de 2022 , casi ocho años después de dejar el trono, cuando la Fiscalía Anticorrupción publicó en dos entregas la novela de la 'cara B' de la vida del rey emérito que hasta los servicios secretos y muchos medios de comunicación se habían afanado en ocultar. Ese día quedó clara una cosa a nivel judicial: Juan Carlos de Borbón nunca pisaría un tribunal, al menos no como acusado . Pero el Ministerio Público detalló en un doble decreto de archivo la historia jamás contada y al detalle de las finanzas del rey emérito. Cuentas en Suiza, fundaciones en Panamá, millones escondidos por el mundo a nombre de terceros y unos regalos de la aristocracia que no estuvieron bajo la lupa de la Fiscalía y la Agencia Tributaria hasta que ya fue demasiado tarde. La investigación que expuso sus vergüenzas ante todo el mundo fue, al mismo tiempo, su mejor blindaje legal. El grueso de las pesquisas contra él tienen como punto de partida el año 2008. Ese año se puso en marcha la fundación panameña Lucum, que llegó a tener hasta cuatro cuentas bancarias en Suiza al servicio del rey y con la intervención de Arturo Fasana –referencia mundial en contabilidad offshore– y Dante Canónica. Ese mismo año, mientras el paro en España picaba hasta los 3,2 millones de personas, Juan Carlos de Borbón recibió 64,8 millones de euros procedentes de Arabia Saudí. “Importe enviado por el rey Abdallah como regalo según la tradición saudí de cara a otras monarquías”, era el asunto de la transferencia. Dos años después, en otra cuenta a nombre de esta fundación, entraron otros 1,4 transferidos por el sultán de Bahréin. El dinero descansó plácidamente en el banco suizo Mirabaud, alejado de la opinión pública y de los mensajes navideños donde el monarca pedía solidaridad y ejemplaridad a ciudadanos e instituciones, hasta mediados de 2012. Hasta que, cariacontecido y con la corbata mal colocada, entonó su ya ilustre “lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir” tras romperse la cadera en una cacería en Botswana. Menos de dos meses después todo su dinero suizo salía despedido dirección Bahamas como una “donación irrevocable” a su amante Corinna Larsen. Una de las pocas veces en que la opinión pública, en plena crisis económica, presenciaba una detonación no controlada del muro que le había protegido durante décadas. Arturo Fasana fue investigado por mover el dinero de Gürtel y luego por gestionar el del rey emérito El episodio de Botswana desencadenó el vaciado de sus cuentas ocultas y su abdicación pero no su vínculo al dinero ajeno y su uso constante de fondos no declarados a Hacienda. Las investigaciones de la Fiscalía y la Agencia Tributaria reflejan que entre 2016 y 2019 su amigo y empresario Allen Sanginés Krause, a través de su antiguo ayudante de campo Nicolás Murga, le hizo llegar más de 516.000 euros, un dinero que el rey y sus “familiares o allegados” invirtieron en gastos personales, además de pagar tratamientos médicos del monarca. En esos años, además, su primo Álvaro de Orleans le pagó a través de la Fundación Zagatka varios millones de euros en vuelos y viajes que tampoco fueron nunca analizados por el fisco. La Fiscalía española anunció oficialmente la apertura de una investigación a Juan Carlos de Borbón en junio de 2020 y el rey emérito, en plena pandemia, puso rumbo a Abu Dabi (Emiratos) para interponer 7.500 kilómetros entre él y el país que, por primera vez, veía su 'cara B' sin que los poderes fácticos pudieran levantar a tiempos los diques que siempre habían protegido su imagen. Pero su caída se veía venir desde antes. La Fiscalía de Suiza, para entonces, llevaba dos años investigando si los 64,8 millones llegados desde Arabia Saudí no eran un regalo sino una comisión. La Fiscalía Anticorrupción española mantenía otras dos investigaciones abiertas e, incluso, se había desplazado a Londres para interrogar a su antigua amante, la aristócrata alemana Corinna Larsen. Todo esto era sobradamente conocido incluso a través de los medios de comunicación. Hasta tal punto que, ya en los primeros meses de 2020, el rey emérito había fichado un abogado y su hijo, Felipe VI, había anunciado que renunciaba a su herencia . En esos meses, la Fiscalía del Tribunal Supremo centralizó la triple investigación contra Juan Carlos I, abarcando no solo los millones saudíes y los pagos de Sanginés y Zagatka sino también su supuesta vinculación con un 'trust' de dinero oculto en el entonces paraíso fiscal de Jersey. Un asedio por tres frentes que chocó contra un muro legal que protegerá de por vida a Juan Carlos I de lo que sus propias memorias definen como “errores”. Prescripción, pagos a Hacienda y blindaje monárquico Una parte relevante de la investigación de la Fiscalía nació muerta. Tanto si la fortuna oculta del monarca emérito era considerada un cúmulo de cohechos, sobornos y corrupciones como si solo se entendía que debía dinero a Hacienda, todo lo que hubiera hecho Juan Carlos de Borbón hasta 2014 estaba protegido por la inviolabilidad constitucional de la Corona española y, por si acaso, también por la prescripción. El Ministerio Público que dirigía entonces Dolores Delgado lo tuvo claro cuando organizó sus diligencias en 2020 y lo repitió cuando las archivó todas en 2022: “No existe ningún tribunal en nuestro ordenamiento jurídico al que se le atribuya la potestad de poder enjuiciar al rey por los actos cometidos durante su mandato, ya sean actos civiles o penales”. La Fiscalía le desvinculó del 'trust' millonario de Jersey y decidió que no había pruebas de que los casi 65 millones de euros de origen saudí fueran una comisión por participar en la adjudicación a empresas españolas del proyecto del AVE a La Meca, que fue posterior. Y centró entonces sus esfuerzos en los posibles delitos fiscales del rey emérito. Por no declarar ni un solo euro de los muchos millones que ocultó durante años en Suiza hasta 2012 ni tampoco de los cientos de miles de euros que Allen Sanginés y su primo Álvaro de Orleans le pagaron en viajes y otras lisonjas. Álvaro de Orleans, primo lejano de Juan Carlos I, creó la fundación Zagatka en 2003. La conclusión de la Fiscalía fue que allí donde no había llegado la inviolabilidad sí lo había hecho la prescripción: para cuando arrancaron las diligencias, cualquier posible acusación penal contra Juan Carlos de Borbón había caducado. Pero no todo estaba protegido: los pagos de sus empresarios y aristócratas cercanos todavía estaban en plazo y, lo más importante, fuera de la protección constitucional que le proporcionó el trono hasta 2014. Pero era marzo de 2022 y la Fiscalía constató que la jugada de la defensa del rey emérito había salido a la perfección: había pagado casi cinco millones a Hacienda un año antes y eso bloqueaba cualquier acusación de fraude fiscal. La maniobra de la defensa del rey emérito había tenido lugar a plena luz del día. En diciembre de 2020 pagó 678.394 euros a Hacienda con un concepto: “A las donaciones de Allen Sanginés Krause”. Es decir, todo el impuesto de sucesiones y donaciones que no había pagado por el dinero que el empresario mexicano le había hecho llegar a través de un militar de su confianza que él y su familia lo gastaran sin control. Poco después, entre el 1 y el 2 de febrero de 2021, presentó nuevas autoliquidaciones y pagó 4.416.757,46 euros más por el IRPF que tampoco pagó durante años por los viajes que le pagó su primo a través de la Fundación Zagatka . Los préstamos que salvaron al rey El segundo pago, el más voluminoso, salió de préstamos que le hicieron a toda velocidad 12 personas de su entorno. Préstamos y no donaciones para no tener que pagar impuestos y para evitar problemas legales siempre y cuando el monarca devuelva el dinero. Uno de ellos, revelado por elDiario.es , de la empresaria Alicia Koplowitz: 200.000 euros a devolver en cinco años con un interés del 3%, plazo que termina a finales del próximo mes de enero. La conclusión de la Fiscalía Anticorrupción fue que esos pagos a Hacienda permitían al rey librarse de cualquier acusación por fraude fiscal porque los hizo, según Luzón, antes de saber que estaba siendo investigado por sus cuentas pendientes con el fisco. Una afirmación con algunos baches: para cuando hizo los dos pagos y selló la paz con la Agencia Tributaria, la Fiscalía había comunicado a su abogado la apertura de todas las diligencias contra él. Pero, según la propia Fiscalía, no con tanto detalle como para entender que ya sabía por qué se le investigaba. La afirmación choca con algunas sentencias del Supremo dictadas en los últimos años y también con la realidad más allá de los muros de la Fiscalía. elDiario.es reveló en los primeros días de noviembre de 2020 que Anticorrupción investigaba el monarca emérito había usado a un militar como testaferro para canalizar el dinero del mexicano Sanginés Krause. Un mes antes de la regularización. La Fiscalía, tal y como publicaron varios medios a lo largo ya de 2020 en su cruce de comisiones rogatorias con Suiza, ya habían señalado a Álvaro de Orleans. Mucho antes también del segundo pago de Juan Carlos I a Hacienda. El argumento de la Fiscalía para dar validez a estos pagos y blindar de por vida al monarca emérito fue que la propia Fiscalía no había avisado con suficiente detalle de su investigación y que eso, en la práctica, le había permitido taponar todas las vías de agua a tiempo. “Ni en los decretos de incoación de ambas diligencias de investigación ni en las respectivas notificaciones se hacía referencia a los hechos a los que se contraen las declaraciones tributarias, por la sencilla razón de que en aquellos momentos se desconocían las circunstancias a las que las mismas se refieren”. Los argumentos del fiscal Luzón fueron bendecidos por el Tribunal Supremo cuando la Sala de lo Penal rechazó una querella de juristas y antiguos magistrados y fiscales que exponía lo contrario: que el rey sabía perfectamente por qué se le investigaba y pagó a Hacienda para evitar el banquillo después del pitido del árbitro. “ Nada ha cambiado tres años después ”, zanjó el Supremo en un auto que, de facto, hace imposible que el rey emérito tenga que responder penalmente por la gestión de su fortuna. Los tribunales londinenses también certificaron su blindaje contra las acusaciones de acoso de Corinna Larsen , que describió un hostigamiento coordinado a instancias del monarca cuando no quiso volver con él y devolverle sus casi 65 millones. Una vez protegido de su propio pasado, Juan Carlos I ha decidido pasar al ataque. Llevó al expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla ante los tribunales por años de críticas televisadas y también demandó en Londres a su antigua amante , sin que por el momento se sepa en qué han quedado ambos pleitos meses después de su interposición. Mientras tanto, el rey emérito ofrece en su libro 'Reconciliación' su versión de una vida cuya cara oscura no fue conocida al detalle hasta que no hubo más remedio.

Los mejores libros del siglo XXI, elegidos por 21 librerías españolas

Los mejores libros del siglo XXI, elegidos por 21 librerías españolas

Preguntamos a libreros repartidos por todo el país para elegir los 25 títulos más destacados de lo que llevamos de siglo, publicados entre el 2000 y el 2025 que está a punto de acabar Miren Amuriza, escritora: “Si molestamos a los que nos llaman intensas, ese es el camino” Las votaciones, librería a librería, de los mejores libros del siglo XXI Quedan apenas cinco días para despedir 2025 y, como cada año, toca hacer recuento. Pero en este caso, tras haber presentado nuestras propuestas para regalar, tanto en novela ( nacional e internacional ) poesía , relatos , cómics y debuts españoles ; toca ir más allá y proponer los 25 libros más importantes del primer cuarto del siglo XXI. Para ello, hemos preguntado a 21 librerías repartidas por todo el país cuáles eran sus Tops 10 . El único requisito era que las obras hubieran sido publicadas en España después del 1 de enero del 2000, sin importar la lengua, el país de procedencia de su autor, ni el género. Del cruce de sus propuestas, entre las que se repitieron títulos, bebe el Top 25 final. En caso de empate, la prioridad han sido el peso literario y crítico (premios, principales críticas, etc.) sobre el éxito puramente comercial reciente a la hora de establecer el orden. Fuera, aunque formaron parte de las selecciones iniciales de alguna librería, se han quedado ejemplares excelentes como Libre de Lea Ypi, Patria de Fernando Aramburu o Poeta Chileno de Alejandro Zambra. 25. 'Tengo miedo torero', de Pedro Lemebel (2001, Las Afueras, Anagrama) En este libro se cuenta una historia de amor en el Santiago del 86, el año del atentado a Pinochet. Un muchacho del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que va a participar en la acción, vive una relación sentimental con un hombre gay que lo apoya. Finalmente, tanto el atentado como la relación entre ambos fracasa. El escenario que describe la novela es exactamente el del año que pudo ser decisivo para Chile, pero no lo fue. Tengo miedo torero relata las protestas, los neumáticos humeando en las calles de la capital, los apagones, los boleros, las rancheras y las baladas de la época. Valiéndose de una prosa brillante y colorida, entremezclando acontecimientos íntimos y colectivos, Pedro Lemebel reconstruye al ritmo de canciones pasadas de moda la realidad amarga y sórdida de la dictadura chilena. Todo un aporte a la memoria histórica de un país que se debate entre el olvido y la reparación. 24. 'La muerte del padre', de Karl Ove Knausgård (2012, Anagrama, trad. Kirsti Baggethun y Lorenzo Asunción) La muerte del padre es la primera novela de las seis que conforman la serie Mi lucha y que pueden ser leídas de forma independiente o como partes de un ambicioso proyecto autobiográfico. Karl Ove Knausgård relata en él cuatro décadas de historia personal en Escandinavia, entre su Noruega natal y Suecia, donde reside desde que salió de la Universidad de Bergen. Pero más allá del interés que pueda tener una vida en concreto, el secreto de Mi lucha para constituirse en gran obra literaria reside en la minuciosidad con la que Knausgård describe hasta el más nimio detalle sin perder por ello la hilatura y la tensión de la narración. Son estas cualidades las que han hecho que en más de una ocasión se haya denominado a Karl Ove Knausgård como el Marcel Proust escandinavo. 23. 'La fiesta del Chivo', de Mario Vargas Llosa (2000, Alfaguara) La fiesta del Chivo , el relato novelado de los últimos días del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, que gobernó la República Dominicana con mano de hierro durante más de 30 años (1930-1961), estableciendo una de las tiranías más sangrientas de América Latina hasta su ajusticiamiento; es sin duda la última obra maestra de Mario Vargas Llosa . A la altura de La guerra del fin del mundo y Conversación en la Catedral , sus otros dos hitos literarios. Tras muchos años de literatura anodina, divertimentos más bien, el Nobel hispano-peruano se reivindicó con La fiesta del Chivo como uno de los gigantes de la narrativa del siglo XX, y fue esta obra la que finalmente decidió al jurado a concederle el Premio Nobel de Literatura en 2010. Tal vez, si no hubiesen pasado 25 turbulentos años desde que se inició el nuevo siglo, y se publicó la novela, esta estaría más alta en la consideración de este ranking. 22. 'El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes', de Tatiana Țîbuleac (2017, Impedimenta, trad. Marian Ochoa de Eribe) Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechaza y que se está consumiendo en la enfermedad? Plena de emoción y crudeza, Tatiana Ţîbuleac muestra una intensísima fuerza narrativa en este brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales. 21. 'Nada se opone a la noche', de Delphine de Vigan (2011, Anagrama, trad. de Juan Carlos Durán) Después de encontrar a Lucile, su madre, muerta en misteriosas circunstancias, Delphine de Vigan se convierte en una metódica investigadora dispuesta a reconstruir la vida de la desaparecida. Los cientos de fotografías tomadas durante años, la crónica de George, abuelo de Delphine, registrada en cintas de casete, las vacaciones de la familia filmadas en superocho, o las conversaciones mantenidas por la escritora con sus hermanos, son los materiales de los que se nutre la memoria de los Poirier. Para la autora, que se convierte a través de la Nada se opone a la noche en cronista de la Francia de las décadas de los 50 y los 60, recuperar la novela familiar es su manera de superar el duelo por la muerte de la progenitora. 20. 'Persépolis', de Marjane Satrapi (2000, Reservoir Books, trad. Carlos Mayor Ortega / Norma, trad. Albert Agut) La valiosísima novela gráfica de Marjane Satrapi cuenta la consiguió que se hablara de la Revolución iraní. No recrea el contexto que motivó el levantamiento del pueblo, sino que utiliza su vida cotidiana para reflejar los cambios que estaba viviendo el país. La historia comienza en 1980, el año en el que la autora vio que no podía ir al colegio sin llevar velo. Una de las anécdotas personales que la artista incorporó en su obra, que precisamente por ese componente autobiográfico, consigue calar más. También por sus viñetas en blanco y negro, que juegan con el simbolismo entre la luz y la oscuridad, la salvación y el horror. 19. 'El día del Watusi', de Francisco Casavella (2002, Anagrama) Publicada inicialmente en Ediciones B, esta dinámica novela de truhanes que sufren los avatares de la Barcelona tardofranquista, especialmente en el barrio del Raval, no tuvo la suerte que merecía en función de su calidad literaria, que es notable. Como toda la obra de Francisco Casavella , un escritor que, por otro lado, no contribuyó con su carácter autodestructivo a su justa reivindicación, El día del Watusi ha necesitado varias décadas de reflexión para ser valorada como merece: una gran historia de un tiempo al que durante mucho tiempo se ha preferido dar la espalda en nombre de las grandezas de la Barcelona postolímpica. La representación teatral de la obra , que ya lleva muchos meses en cartel y ha recogido numerosos premios, es la mejor prueba de que se trata de una de las grandes novelas de principios del siglo XXI. 18. 'Temporada de huracanes', de Fernanda Melchor (2017, Random House) La escritora Fernanda Melchor publicó en 2017 Temporada de huracanes , una obra en la que a través de la investigación de un asesinato en un pueblo ficticio llamado La Matosa, analiza el machismo y el clasismo de la sociedad mexicana. A partir de este hallazgo, los personajes involucrados en el crimen van desgranando su historia mientras la trama sumerge al lector en la vida de La Matosa, una localidad acosada por la miseria y el abandono, y donde convergen el erotismo más oscuro y las sórdidas relaciones de poder. El libro fue en su día un gran éxito comercial y crítico que consolidó a Melchor como una de las escritoras latinoamericanas más destacadas de su generación. Entre los reconocimientos que recibió se cuentan el Premio Internacional de Literatura, además de la nominación para el prestigioso Premio Man Booker International. 17. 'La carretera', de Cormac McCarthy (2006, Random House, trad. Luis Murillo Fort) Una vez más con toda la carga intelectual puesta en la violencia y la destrucción, pero también en la supervivencia, el fallecido Cormac McCarthy logró impactar a sus lectores tras No es país para viejos y la trilogía de la frontera, compuesta por las obras Todos los hermosos caballos , En la frontera y Ciudades de la llanura. En esta ocasión, con La carretera , McCarthy conduce a un mundo postapocalíptico en el que un padre y su hijo recorren parajes que fueron destruidos años atrás durante un cataclismo no especificado que aniquiló toda la civilización . La carretera fue galardonada con el Premio Pulitzer de 2007 en la categoría de ficción y el James Tait Black Memorial Prize en 2006. La novela fue llevada al cine en 2009 bajo la dirección de John Hillcoat y protagonizada por Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee. 16. 'Jo confesso' ('Yo confieso'), de Jaume Cabré (2011, Destino, trad. Concepció Cardeñoso Saenz de Miera / Proa) Jo confesso / Yo confieso , constituyó todo un hito en la literatura catalana en el momento de su aparición, momento en el que el sector daba cierta sensación de agotamiento que posteriormente el tiempo ha demostrado falsa. La novela recibió el premio Crexells y el premio Ciutat de Barcelona 2013 a la proyección internacional de la ciudad. También ha sido distinguida como mejor novela extranjera en Francia, Suecia y Grecia en el momento de su publicación. Con ella y a lo largo de más de mil páginas, Jaume Cabré , que ya había demostrado en otras obras su consistencia como novelista, contaba un conjunto de historias, repartidas a lo largo de varios siglos pero centradas esencialmente en las últimas décadas del siglo XX. Las mismas impresionan por el nivel de detalle del sentimiento humano, por el amor por la música clásica y por el tratamiento de la culpa por el pasado como motor de la narración. 15. 'Solenoide', de Mircea Cărtărescu (2015, Impedimenta, trad- de Marian Ochoa de Eribe) Solenoide no es una novela cualquiera, sino la sublimación de un genio literario dispuesto a revolucionar la literatura europea como ya lo hiciera en el pasado Roberto Bolaño con la latinoamericana mediante sus Detectives salvajes , o Georges Perec con La vida, instrucciones de uso . Por no citar al argentino Roberto Arlt y Los siete locos . La trama consiste en el largo diario de un escritor frustrado que desgrana su infancia y su adolescencia en los arrabales de una ciudad comunista, devastada, gris y fría ―una Bucarest alucinada, dotada de una melancolía abrumadora― mientras compra una casa antigua con forma de barco, construida por el inventor de un solenoide, que alberga una extraña maquinaria: un sillón de dentista dotado de un tablero de mandos. De esta forma, Solenoide se convierte en el eje gravitacional del resto de las ficciones de Mircea Cărtărescu , un autor que se ha convertido poco a poco en una figura de culto en toda Europa. 14. 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez (2004, Anagrama) Ganador del Premio Nacional de Literatura 2005 –que contó con una segunda vida con su versión cinematográfica de 2008 dirigida por José Luis Cuerda protagonizada por Javier Cámara, Maribel Verdú y Raúl Arévalo–, Los girasoles ciegos es un libro de relatos sobre la posguerra. Alberto Méndez rescató en él las historias reales de amigos, de familiares desaparecidos y, en definitiva, ausencias irreparables. Cuatro historias de tiempos en los que primaba el silencio y el miedo a que alguien supiera qué sabías. Sus protagonistas son un capitán del ejército de Franco que, el mismo día de la Victoria, renuncia a ganar la guerra; un niño poeta que huye asustado de su compañera niña embarazada; un preso en la cárcel de Porlier que se niega a vivir en la impostura para que el verdugo pueda ser calificado de verdugo; y un diácono protestón que enmascara su lascivia tras el fascismo apostólico que reclama la sangre purificadora del vencido. Un ejercicio de memoria que estremece por su crudeza y verdad. 13. 'Sapiens: De animales a dioses', de Yuval Noah Harari (2011, Debate, trad. Joandomènec Ros i Aragonès) Con Sapiens: De animales a dioses , el historiador israelí Yuval Noah Harari logró trenzar en 2011 un atrevido y absorbente relato, o si se quiere reinterpretación, de la historia de la humanidad. Desde la aparición de los primeros homínidos hasta el siglo XXI. No es este un libro rigurosamente académico ni de un antropólogo experto, como han venido a señalar desde diversas personalidades, sino más bien un ensayo apasionado y lleno de osadía para reinterpretar los grandes momentos de la humanidad en clave del tiempo actual. Así Harari, con sus conocimientos, unidos a sus dotes de escritor, atribuye el éxito del ser humano en el mundo a su capacidad de colaboración a gran escala en base muchas veces a creencias que resultan ser ficticias, como la religión, la existencia de naciones, el dinero o los derechos humanos. A partir de esta premisa, Harari desarrolla numerosas propuestas capaces de agitar los cimientos intelectuales de la lectora o lector más abierto y flexible. 12. 'La sociedad del cansancio', de Byung-Chul Han (2010, Herder, trad. Comité Herder Editorial) El filósofo surcoreano, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025 , reflexiona en este ensayo sobre el cambio de paradigma que detecta que se ha producido en las últimas décadas en las sociedades occidentales avanzadas, en cuanto a que la anterior, marcada por la disciplina, imperativos y opiniones externas; se ha transformado en una sociedad del rendimiento, en la que los individuos se afanan por explotarse a sí mismos. Según su teoría, si antiguamente el quebrantamiento de una norma acarreaba el castigo, el incumplimiento del anhelo provoca frustración. Byung-Chul Han reflexiona sobre la que define como sociedad del cansancio en la que vivimos, donde no podemos pararnos a pensar y nos autoexplotamos en pos de la productividad. 11. 'La mala costumbre', de Alana S. Portero (2023, Seix Barral) La mirada de la escritora a la niñez y juventud trans en el Madrid de los ochenta y noventa ya se ganó ser uno de los libros más destacados de 2023 , y finalmente también de este primer cuarto de siglo; por la crudeza, desgarro y singularidad con la que logra que su lectura sacuda y conmociones. Narrada en primera persona, la primera novela de la autora de La habitación de las ahogadas , recorre la adolescencia de una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar, que intenta comprenderse a sí misma y al mundo en el que vive, donde cada paso que da viene acompañado de violencia. La propia escritora describió así su volumen en esta entrevista que le hizo mi compañera Elena Cabrera: “Habla sobre estrechar lazos y perderlos. También sobre cómo somos un poco torpes a veces para estrechar lazos por mucho que queramos”. 10. 'La sombra del viento', de Carlos Ruiz Zafón (2001, Planeta) Hay una generación para la que Marina y El príncipe de la niebla fueron dos de las novelas con las que, si bien seguramente ya estuvieran enamorados de la lectura, terminaran por consolidarla. Y precisamente por ese apego generado hacia las dos obras de Carlos Ruiz Zafón , decidieron continuar sumergiéndose en sus historias a través de La sombra del viento , el primero de los libros de la saga del Cementerio de los libros olvidados , seguramente uno de los volúmenes más superventas de esta lista, con más de veinticinco millones de ejemplares vendidos en más de 30 países. Daniel Sempere es el protagonista de esta obra ambientada en la Barcelona de 1945, que llega junto a su padre al citado Cementerio de los libros olvidados, donde se dejará atrapar por un texto escrito por el misterioso autor Julián Carax. A medida que le va conociendo, descubre que todos sus libros han sido quemados por uno de los personajes del libro. Conocer la verdad se convierte en su objetivo. 9. 'Soldados de Salamina', de Javier Cercas (2001, Tusquets) A caballo entre los apuntes autobiográficos sobre la dura adaptación que tuvo Javier Cercas en el retorno a Girona tras una temporada en la bullente Barcelona, y la evocación de la memoria de unos hechos que, por más lejanos que resultaran en el tiempo, habían ocurrido en el mismo lugar que el escritor catalán habitaba entonces; Soldados de Salamina es sin duda una gran novela sobre la guerra civil desde una perspectiva de cerca de tres décadas de democracia plena. A través de una emotiva investigación periodística, Cercas establece en la novela un puente memorístico entre los años finales del siglo XX y la contienda española, tiempo en el que el líder falangista Rafael Sánchez Mazas se escondió en un bosque del Ampurdán en el que sobrevivió gracias a la solidaridad desinteresada de sus habitantes, personas en sus antípodas ideológicas. 8. 'Crematorio', de Rafael Chirbes (2007, Anagrama) Con Crematorio , el excepcional narrador que era Rafael Chirbes ejecutó su mayor venganza sobre el monstruo que le rodeaba y que estaba devorando su paraíso personal de infancia: el litoral mediterráneo valenciano y alicantino, donde nació el escritor y al que regresó en sus últimos años. Crematorio es un “yo acuso” en toda regla, un señalamiento de aquellos constructores y especuladores inmobiliarios que habían construido un castillo financiero de naipes a la sombra de los gobiernos locales del PP, no siempre con métodos legales y más de una vez con algunos abiertamente ilegales. Castillos cuyos naipes precisamente comenzaron a volar por los aires en el mismo año en que aparecía la novela, cuando la llamada “crisis de las subprime” estalló en todo el mundo, con especial impacto en España. A través de la vida oscura, vacía y desencantada del arquitecto Rubén Bertomeu, Chirbes elabora un perfil ético de aquella clase social de reyes del pelotazo inmobiliario, que es la misma a la que pertenecieron Benavent, el Bigotes, Alfonso Rus y otros personajes de la “era Camps” en el gobierno valenciano. 7. 'La península de las casas vacías', de David Uclés (2024, Siruela) Con valentía y ausencia de complejos, el escritor David Uclés se destapa como una de las revelaciones del pasado año con La península de las casas vacías . Una obra que podría pensarse a priori como el enésimo regreso a la guerra civil española, pero que se demuestra un potente ejercicio de sensibilidad y humanismo para narrar, en clave de realismo mágico, los acontecimientos, y también las profundas heridas, que la contienda fratricida provocó en nuestro país. De ella ha dicho el historiador Ian Gibson: “Ninguna novela contemporánea me ha conmovido. Estoy asombrado y agradecido”. Por su parte, el director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero, la ha definido como una novela que “nos hace comprender la vida humana que late bajo los números, los datos y las fechas”. 6. 'El olvido que seremos', de Héctor Abad Faciolince (2006, Alfaguara) El 25 de agosto de 1987 Héctor Abad Gómez, médico y activista en pro de los derechos humanos, fue asesinado en Medellín por los paramilitares. El olvido que seremos es su biografía novelada –y llevada al cine por Fernando Trueba – escrita por su propio hijo, Héctor Abad Faciolince . Un relato desgarrador y emocionante sobre la familia, que refleja, al tiempo, el infierno de la violencia que ha golpeado Colombia en los últimos cincuenta años. Javier Cercas ha dicho de la obra que “es libro tremendo y necesario, de un coraje y una honestidad arrasadores del que, por momentos, me he preguntado cómo ha tenido la valentía de escribirlo”. Por su parte, para el filósofo Fernando Savater, “no solo es una necesaria lección sobre temas como la educación cívica y la relación entre memoria personal y memoria histórica, sino también un insustituible testimonio de lucha por la democracia, la razón ilustrada y la tolerancia”. La novela resultó ganadora en su momento del Premio WOLA-Duke en Derechos Humanos en Estados Unidos y del Prémio Criaçao Literária Casa da America Latina de Portugal. 5. '2666', de Roberto Bolaño (2004, Anagrama) Quien en su momento leyera Los detectives salvajes, seguramente pensaría con total seguridad que difícilmente Roberto Bolaño podría superar la marca de calidad alcanzada con esta novela, una nueva vuelta de tuerca a la narrativa latinoamericana, tal vez la mayor desde el boom de los setenta. Pero Bolaño, consciente de que se enfrentaba a su obra póstuma, ya seriamente aquejado de su grave enfermedad hepática, logró un nuevo récord latinoamericano de calidad literaria con su maravillosa y complejísima 2666 , una novela que tiene como trasfondo e hilo conductor los feminicidios acaecidos en Ciudad Juárez durante décadas y que apenas fueron investigados. En el año 2004 la obra obtuvo el premio Ciudad de Barcelona y, al año siguiente, fue ganadora casi por unanimidad del Premio Salambó. El 12 de marzo de 2008 ganó el National Book Critics Circle Award , el mayor galardón de los críticos estadounidenses. 4. 'Nuestra parte de noche', de Mariana Enríquez (2019, Anagrama) Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue. Con estos mimbres, podría parecer que estamos ante una más de las novelas que hacen memoria de los años más oscuros de la dictadura argentina de los 70. Pero nada más lejos de la realidad, ya que Nuestra parte de noche se revela como una obra alucinada y fantástica que muestra monstruos aterradores, rituales con sacrificios humanos y andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta. Con ella Mariana Enriquez se consagró como una de las voces más vigorosas de la literatura latinoamericana. 3. 'Hamnet', de Maggie O'Farrell (2020, Libros del Asteroide) Leer a Maggie O'Farrell requiere tiempo, requiere pausa, requiere estar dispuesto, concentrarse y dejarse embelesar y romper el corazón. La autora demanda en su lectura, pero porque siempre devuelve, muchísimo más. Es inteligente, es generosa, es punzante, es sincera. No siempre se es consciente de todo lo que se mueve por dentro al leerla, pero da igual, porque para cuando quieres darte cuenta, ya te ha atrapado, ya ha dejado un poso en ti para siempre, un regalo. Aquí lo hace partiendo de la historia familiar de Shakeaspeare, recreando el suceso que inspiró una de las obras más famosas de todos los tiempos –y cuya adaptación, Hamnet , llegará a los cines el próximo mes de enero–. Dolor, pérdida y afecto se combinan en esta novela que se centra en la joven Agnes que, tras ser la comidilla de su pueblo, conoce a un joven preceptor de latín y pronto deciden unirse para formar una familia. Su matrimonio se ve puesto a prueba, primero por sus parientes, y después por una inesperada desgracia. 2. 'Canto jo i la muntanya balla' ('Canto yo y la montaña baila'), de Irene Solà (2019, Anagrama, trad. Concha Cardeñoso Sáenz de Miera) Si podemos hablar del “fenómeno Irene Vallejo”, no menos merece esta calificación el espectacular impacto de crítica y público de Canto jo i la muntanya balla (Canto yo y la montaña baila) , la segunda novela de la catalana Irene Solà , que publicada originalmente por Anagrama en catalán –en 2021 fue la novela más pedida en la red de bibliotecas de Barcelona –, inmediatamente fue traducida al castellano para abarcar a los miles de lectores que quedaron heridos por esta maravillosa y oscura historia de brujas, guerra civil, mitología pirenaica y buenas dosis de realismo mágico. Todo ello aderezado con un estilo lírico magistral, y lleno de misterio y reivindicación de lo femenino, que ha llevado a la novela a ser traducida a una veintena de idiomas con una enorme acogida. No en vano en 2022 el diario británico The Guardian eligió la novela como una de las mejores obras de ficción del año. 1. 'El infinito en un junco', de Irene Vallejo (2019, Siruela) Aunque esté considerado eminentemente como un ensayo, que lo es, hablar de El infinito en un junco es hacerlo de una gran aventura que atraviesa los siglos y, en cierta, forma explica la historia de la humanidad en Occidente y Oriente Medio, al menos desde que el papel es papel e incluso antes: cuando era papiro, pergamino de piel de becerro e incluso superficie árida de roca. Porque esta obra magna, monumental en sus dimensiones, pero también en su éxito al lograr enganchar a quien lo lea hasta el final, recorre la historia de la escritura y la bibliografía a través de su soporte físico, al menos hasta la aparición del libro electrónico. Pero lejos de ser un mero tránsito cronológico, Irene Vallejo logra con su libro llevar a los lectores hacia las épocas fascinantes y remotas de la dinastía ptolemaica, para luego dar el salto a la ciudad de Pérgamo, en Asia Menor, y de ahí todos aquellos lugares donde el libro fue evolucionando hasta el día de hoy. Y lo hace en todo momento, además, con un sibilino propósito: reivindicar el papel fundamental en las mujeres en la historia de los libros que, según la autora, ha sido intencionadamente borrado. Consulta las votaciones, librería a librería

Atomwaffen Division: el grupo neonazi que pretendía instalarse y ‘pasar a la acción’ en España

Atomwaffen Division: el grupo neonazi que pretendía instalarse y ‘pasar a la acción’ en España

Una investigación destapa el intento de crear una célula en España de un grupo neonazi aceleracionista de origen norteamericano considerado terrorista en varios países. Compartían en sus chats instrucciones para fabricar explosivos y armas caseras Aceleracionismo, separatismo blanco y fascinación por Al Qaeda: así son los nuevos grupos terroristas de extrema derecha “Quizás vaya con mis amigos y devuelva Barcelona a los 90 y vaya a cortar gente con cuchillos... Hago un vídeo... Pero necesitamos aclarar... Es una de las ciudades más protegidas por los negratas, árabes, antifascistas, rojos e independentistas... Protegen esa escoria... Pero necesitamos acción”. Así se expresaba un usuario de un foro privado neonazi en 2021, llamando la atención de los investigadores que habían logrado infiltrarse en dicha red. Quién escribió esto, al igual que el resto de participantes en el foro, se escondía tras un seudónimo, pero aseguraba vivir en Barcelona y estar tratando de crear la sección española de una organización neonazi conocida como Atomwaffen Division (AWD). La detención el pasado noviembre de una célula del grupo neonazi The Base en Onda , Castelló, puso el foco sobre la amenaza en España del extremismo violento de ultraderecha de ámbito internacional, detectado, según dijeron, por primera vez en nuestro país. De acuerdo a fuentes policiales, la célula desarticulada estaba ya “en disposición de realizar atentados”, y por eso actuó rápido. The Base, que se identifica con el supremacismo blanco aceleracionista , una corriente ideológica que pretende desencadenar la guerra racial mediante la violencia armada, no era la primera organización internacional de estas características que tuvo franquicia en España. Uno de los mensajes intercambiados en el chat A finales de 2021, un grupo de investigadores antifascistas descubrió que en varios países de Europa se estaban tratando de crear células de la organización neonazi Atomwaffen Division, también en España. Esta organización surgió en los EEUU en 2015, a través de un foro de internet supremacista llamado Iron March. Fue ahí donde un usuario, Brandon Clint Russell, anunció su creación: “Somos un grupo de camaradas muy fanáticos e ideológicos que hacen tanto activismo como entrenamiento militante”, dijo, a la vez que animaba a los otros usuarios a unirse y a rechazar ser tan solo “guerreros del teclado”. “Unirse a nosotros significa una dedicación seria, no solo a la División Atomwaffen y a sus miembros, sino al objetivo de la victoria definitiva sin concesiones”. AWD, igual que The Base y otros grupos similares, promueven la creación de células autónomas o “lobos solitarios” que operen por su cuenta, contra las infraestructuras del Estado y contra personas a las que consideran enemigas. Ambas son consideradas organizaciones terroristas en Canadá, Alemania o Reino Unido. Pasar a la acción en España “Camaradas, ¿no sentís que por mucha lucha que hagamos no vamos a cambiar nada? Me refiero al hacer pintadas, taponar cerraduras y llamando guarros a los piojosos. Me refiero ¿no habrá llegado el momento de dar un paso hacia delante? ¿Qué pensáis? Sé que se arriesgaría mucho, pero hay que vivir peligrosamente”. Un perfil de Telegram bajo el seudónimo de Palmer Europio se dirige en abril de 2021 al medio centenar de personas que forman parte del grupo privado de esta aplicación de mensajería llamado Spanish Waffen. “Hablo de hacerles llorar sangre, que tengan miedo de salir a las calles, robar las armas de dos uniformados…”. A continuación, el mismo individuo enlaza dibujos y fotografías de bombas caseras. “¡Manualidades :D!”, añade. Capturas de diversos chats de los integrantes Otros usuarios del chat nazi comparten en esos mismos días imágenes de armas fabricadas por ellos mismos y algunas inutilizadas puestas de nuevo en funcionamiento. Uno de ellos recomienda seguir una cuenta de Instagram donde se va a publicar una guía para la fabricación de explosivos. En esta, cuyo perfil sigue hoy en día activo, se ofrece una minuciosa descripción, paso por paso, de cómo fabricar pólvora casera. Al final de la demostración, este perfil invita a “quienes quieran entrar al grupo de Telegram, que me manden un privado con su nombre”. Atomwaffen Division España Bajo el pseudónimo “B.M. COMANDO Never Surrender” se esconde el individuo que llegó a fantasear en el grupo de Telegram de la delegación europea del colectivo aceleracionista (AWDE) con asesinar a cuchilladas a personas por la calle. Presume ante el resto de camaradas del chat europeo de que tiene “guerreros jóvenes y buenos”, y envía un vídeo asegurando que la célula está en marcha. Reside en Catalunya y se mueve por los entornos neonazis de la zona. Es cantante en dos bandas de Black Metal con letras abiertamente antisemitas. La imagen de presentación de una de estas bandas muestra a dos individuos armados con machetes y subfusiles, con la máscara de calavera característica de AWD. Una imagen de la banda donde aparecen dos miembros con armas y la máscara de la calavera Él y otros individuos que se identifican como miembros de AWD España compartieron en este mismo canal internacional de la organización varias fotos y videos de cómo realizan pintadas con el nombre de la sección española de AWD, encapuchados y ataviados con ropa militar. Imagen compartida por algunos de los miembros españoles de la organización La delegación española de AWDE la componían un grupo de jóvenes, algunos de ellos entonces menores de edad, radicados en diferentes localidades de España y organizados virtualmente bajo el paraguas de un grupo que se dio a conocer en Telegram en octubre de 2020 llamado Sección de Asalto (SA). En el canal de SA, algunos usuarios compartían sus fotos y nombres propios, incluso su participación en actos públicos con pancarta propia, como fue la manifestación del 1 de Mayo de 2021 en València convocada por el partido fascista España2000 y para la que se desplazaron otros miembros de este grupo desde Catalunya. Captura de un video que envió a uno de los miembros de AWDE al chat europeo La mayor parte de los integrantes habían participado en los últimos años en varias movilizaciones anti-independentistas y contra la gestión de la pandemia por parte del gobierno de Pedro Sánchez en Catalunya. Una participación codo con codo con otras organizaciones neonazis y de extrema derecha como Tercios Urbanos, parte del cual se integró en Núcleo Nacional, o el Frente Nacional Identitario - Partido Nacional Socialista Obrero Español (FNI-PNSOE). En el canal de Sección de Asalto, los investigadores detectaron no solo una apología reiterada del nazismo y de la violencia, sino incluso enlaces a otros foros, como el de AWD España. Las fotos publicadas por uno de los integrantes de SA en el grupo de Telegram de AWDE permiten identificar a varios de sus miembros, algunos de ellos vinculados a otras organizaciones neonazis. Una de las imágenes que el grupo español compartió en el Telegram de AWDE Delegaciones por el Estado En 2022, SA tendría militantes en Catalunya, Granada, Zaragoza y Valencia, siendo en esta última ciudad el segundo núcleo más activo y al frente del cual estaría un individuo menor de edad. En Granada se encontraría otro joven, apodado Cuervo Blanco SH en el grupo de Telegram de AWDE, del que acabó yéndose tras afirmar que la Europol y el FBI iban tras la pista de AWDE, citando como fuente a un “amigo policía fascista”. Una reciente operación policial en Polonia contra miembros de esta organización lo puso en alerta, por lo que este integrante de la sección española intentó pasar desapercibido. Los otros militantes, principalmente los de Catalunya, dejaron de publicitar su actividad a partir de 2022. Células en Europa y antecedentes en EEUU La policía polaca registró el domicilio de varios miembros de esta organización en 2021 tras conocerse que habían adquirido armas automáticas y recibido entrenamiento por parte del ucraniano movimiento Azov, tal y como recoge una investigación de la Fundación Amadeu Antonio. En 2022, la Oficina Federal de la Policía Criminal de Alemania irrumpió en medio centenar de inmuebles de presuntos miembros de AWD y de un grupo del espectro político neonazi ya ilegalizado, de entre los cuales se contaba también un militar en activo. El grupo neonazi Atomwaffen Division intentó echar raíces en el Estado español Antes de estas operaciones que desarticularon las células polaca y alemana, AWD ya contaba con un amplio historial terrorista. En mayo de 2017, la policía de Tampa, Florida, intervino en un secuestro armado. El autor de este crimen, que no ofreció resistencia al ser detenido, confesó que había asesinado a dos compañeros de piso con los que había planeado atacar una central nuclear. En su domicilio encontraron un amplio arsenal de explosivos y propaganda del mencionado grupo neonazi aceleracionista. Meses después, pocos días antes de la Navidad de ese mismo año, agentes de las fuerzas de seguridad descubrieron en Reston, Virginia, los cadáveres de los padres de una joven, ejecutados a sangre fría por su pareja, menor de edad, que intentó quitarse la vida tras el suceso. Ambos progenitores descubrieron la militancia de su asesino en AWD y obligaron a su hija a romper con él, razón por la que el susodicho acabó con su vida. Y la lista de crímenes de esta organización siguió a las pocas semanas tras la aparición del cadáver de una víctima judía y gay que murió a manos de otro militante neonazi de este mismo colectivo. Amenazas latentes La tentativa de rearme de AWD en Europa se organizó a través de grupos de Telegram y arrastró a colectivos que ya operaban en Catalunya y otras partes del Estado nutriendo la movilización anti-independentista de aquellos años y llevando a cabo cacerías contra migrantes. Gracias a la labor de infiltración de varios periodistas en Europa, se logró desarticular diversas células en distintos países, pero también advirtió al resto de que estaban siendo vigiladas. Aunque el grupo no ha reivindicado hasta el momento ninguna acción en España, la presencia de sus siglas en nuestro país, y la proliferación de organizaciones similares de carácter neonazi y aceleracionista, como el caso de The Base, plantean nuevos retos para la seguridad, ya que a menudo son indetectables. Este tipo de extremismo violento no requiere una gran estructura organizativa, ni siquiera una coordinación, sino que puede operar de forma totalmente autónoma. Es por eso que representan una de las mayores amenazas actuales para la seguridad en Europa, tal y como reconoció la Europol, la agencia europea para la cooperación policial.

Una historia de impunidad real: cómo evitó el banquillo Juan Carlos I tras años de excesos a espaldas de todo un país

Una historia de impunidad real: cómo evitó el banquillo Juan Carlos I tras años de excesos a espaldas de todo un país

La tardanza de la Fiscalía y los tribunales en investigar al monarca, la inviolabilidad que la Constitución ofrece a la corona española y los pagos a Hacienda cuando las diligencias ya eran conocidas facilitaron que el rey emérito esquivara una imputación que nadie nunca consideró realista Archivo - El rey emérito se enriqueció a espaldas de Hacienda durante lo peor de la crisis económica “España decidirá, la Historia nos juzgará”. Las memorias de Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón terminan con una frase lapidaria que culmina más de 500 páginas de recorrido por una vida con mucha más historia que juicios. Un libro que pasa de puntillas con disculpas y despejes sobre la gestión millonaria de una fortuna a espaldas de Hacienda y de la opinión pública mientras España se hundía en una crisis económica sin precedentes y que nadie investigó hasta que fue demasiado tarde para que tuviera consecuencias. La prescripción, la inviolabilidad de la corona y la benevolencia fiscal permitieron que el rey emérito esquivara en 2022 un banquillo de los acusados en el que, en el fondo, nadie esperaba verle sentado. La imagen pública de Juan Carlos I se forjó durante décadas entre dos tipos de páginas: las de los libros de historia y las de las revistas del corazón. Las primeras relataron su papel en la vuelta de la democracia a España tras casi 40 años de dictadura franquista. Las segundas alimentaron a la sociedad con píldoras y rumores sobre su vida sentimental mientras episodios como el de la cacería de Botswana precipitaban su abdicación para evitar una erosión mayor a la corona. Pero fue en marzo de 2022 , casi ocho años después de dejar el trono, cuando la Fiscalía Anticorrupción publicó en dos entregas la novela de la 'cara B' de la vida del rey emérito que hasta los servicios secretos y muchos medios de comunicación se habían afanado en ocultar. Ese día quedó clara una cosa a nivel judicial: Juan Carlos de Borbón nunca pisaría un tribunal, al menos no como acusado . Pero el Ministerio Público detalló en un doble decreto de archivo la historia jamás contada y al detalle de las finanzas del rey emérito. Cuentas en Suiza, fundaciones en Panamá, millones escondidos por el mundo a nombre de terceros y unos regalos de la aristocracia que no estuvieron bajo la lupa de la Fiscalía y la Agencia Tributaria hasta que ya fue demasiado tarde. La investigación que expuso sus vergüenzas ante todo el mundo fue, al mismo tiempo, su mejor blindaje legal. El grueso de las pesquisas contra él tienen como punto de partida el año 2008. Ese año se puso en marcha la fundación panameña Lucum, que llegó a tener hasta cuatro cuentas bancarias en Suiza al servicio del rey y con la intervención de Arturo Fasana –referencia mundial en contabilidad offshore– y Dante Canónica. Ese mismo año, mientras el paro en España picaba hasta los 3,2 millones de personas, Juan Carlos de Borbón recibió 64,8 millones de euros procedentes de Arabia Saudí. “Importe enviado por el rey Abdallah como regalo según la tradición saudí de cara a otras monarquías”, era el asunto de la transferencia. Dos años después, en otra cuenta a nombre de esta fundación, entraron otros 1,4 transferidos por el sultán de Bahréin. El dinero descansó plácidamente en el banco suizo Mirabaud, alejado de la opinión pública y de los mensajes navideños donde el monarca pedía solidaridad y ejemplaridad a ciudadanos e instituciones, hasta mediados de 2012. Hasta que, cariacontecido y con la corbata mal colocada, entonó su ya ilustre “lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir” tras romperse la cadera en una cacería en Botswana. Menos de dos meses después todo su dinero suizo salía despedido dirección Bahamas como una “donación irrevocable” a su amante Corinna Larsen. Una de las pocas veces en que la opinión pública, en plena crisis económica, presenciaba una detonación no controlada del muro que le había protegido durante décadas. Arturo Fasana fue investigado por mover el dinero de Gürtel y luego por gestionar el del rey emérito El episodio de Botswana desencadenó el vaciado de sus cuentas ocultas y su abdicación pero no su vínculo al dinero ajeno y su uso constante de fondos no declarados a Hacienda. Las investigaciones de la Fiscalía y la Agencia Tributaria reflejan que entre 2016 y 2019 su amigo y empresario Allen Sanginés Krause, a través de su antiguo ayudante de campo Nicolás Murga, le hizo llegar más de 516.000 euros, un dinero que el rey y sus “familiares o allegados” invirtieron en gastos personales, además de pagar tratamientos médicos del monarca. En esos años, además, su primo Álvaro de Orleans le pagó a través de la Fundación Zagatka varios millones de euros en vuelos y viajes que tampoco fueron nunca analizados por el fisco. La Fiscalía española anunció oficialmente la apertura de una investigación a Juan Carlos de Borbón en junio de 2020 y el rey emérito, en plena pandemia, puso rumbo a Abu Dabi (Emiratos) para interponer 7.500 kilómetros entre él y el país que, por primera vez, veía su 'cara B' sin que los poderes fácticos pudieran levantar a tiempos los diques que siempre habían protegido su imagen. Pero su caída se veía venir desde antes. La Fiscalía de Suiza, para entonces, llevaba dos años investigando si los 64,8 millones llegados desde Arabia Saudí no eran un regalo sino una comisión. La Fiscalía Anticorrupción española mantenía otras dos investigaciones abiertas e, incluso, se había desplazado a Londres para interrogar a su antigua amante, la aristócrata alemana Corinna Larsen. Todo esto era sobradamente conocido incluso a través de los medios de comunicación. Hasta tal punto que, ya en los primeros meses de 2020, el rey emérito había fichado un abogado y su hijo, Felipe VI, había anunciado que renunciaba a su herencia . En esos meses, la Fiscalía del Tribunal Supremo centralizó la triple investigación contra Juan Carlos I, abarcando no solo los millones saudíes y los pagos de Sanginés y Zagatka sino también su supuesta vinculación con un 'trust' de dinero oculto en el entonces paraíso fiscal de Jersey. Un asedio por tres frentes que chocó contra un muro legal que protegerá de por vida a Juan Carlos I de lo que sus propias memorias definen como “errores”. Prescripción, pagos a Hacienda y blindaje monárquico Una parte relevante de la investigación de la Fiscalía nació muerta. Tanto si la fortuna oculta del monarca emérito era considerada un cúmulo de cohechos, sobornos y corrupciones como si solo se entendía que debía dinero a Hacienda, todo lo que hubiera hecho Juan Carlos de Borbón hasta 2014 estaba protegido por la inviolabilidad constitucional de la Corona española y, por si acaso, también por la prescripción. El Ministerio Público que dirigía entonces Dolores Delgado lo tuvo claro cuando organizó sus diligencias en 2020 y lo repitió cuando las archivó todas en 2022: “No existe ningún tribunal en nuestro ordenamiento jurídico al que se le atribuya la potestad de poder enjuiciar al rey por los actos cometidos durante su mandato, ya sean actos civiles o penales”. La Fiscalía le desvinculó del 'trust' millonario de Jersey y decidió que no había pruebas de que los casi 65 millones de euros de origen saudí fueran una comisión por participar en la adjudicación a empresas españolas del proyecto del AVE a La Meca, que fue posterior. Y centró entonces sus esfuerzos en los posibles delitos fiscales del rey emérito. Por no declarar ni un solo euro de los muchos millones que ocultó durante años en Suiza hasta 2012 ni tampoco de los cientos de miles de euros que Allen Sanginés y su primo Álvaro de Orleans le pagaron en viajes y otras lisonjas. Álvaro de Orleans, primo lejano de Juan Carlos I, creó la fundación Zagatka en 2003. La conclusión de la Fiscalía fue que allí donde no había llegado la inviolabilidad sí lo había hecho la prescripción: para cuando arrancaron las diligencias, cualquier posible acusación penal contra Juan Carlos de Borbón había caducado. Pero no todo estaba protegido: los pagos de sus empresarios y aristócratas cercanos todavía estaban en plazo y, lo más importante, fuera de la protección constitucional que le proporcionó el trono hasta 2014. Pero era marzo de 2022 y la Fiscalía constató que la jugada de la defensa del rey emérito había salido a la perfección: había pagado casi cinco millones a Hacienda un año antes y eso bloqueaba cualquier acusación de fraude fiscal. La maniobra de la defensa del rey emérito había tenido lugar a plena luz del día. En diciembre de 2020 pagó 678.394 euros a Hacienda con un concepto: “A las donaciones de Allen Sanginés Krause”. Es decir, todo el impuesto de sucesiones y donaciones que no había pagado por el dinero que el empresario mexicano le había hecho llegar a través de un militar de su confianza que él y su familia lo gastaran sin control. Poco después, entre el 1 y el 2 de febrero de 2021, presentó nuevas autoliquidaciones y pagó 4.416.757,46 euros más por el IRPF que tampoco pagó durante años por los viajes que le pagó su primo a través de la Fundación Zagatka . Los préstamos que salvaron al rey El segundo pago, el más voluminoso, salió de préstamos que le hicieron a toda velocidad 12 personas de su entorno. Préstamos y no donaciones para no tener que pagar impuestos y para evitar problemas legales siempre y cuando el monarca devuelva el dinero. Uno de ellos, revelado por elDiario.es , de la empresaria Alicia Koplowitz: 200.000 euros a devolver en cinco años con un interés del 3%, plazo que termina a finales del próximo mes de enero. La conclusión de la Fiscalía Anticorrupción fue que esos pagos a Hacienda permitían al rey librarse de cualquier acusación por fraude fiscal porque los hizo, según Luzón, antes de saber que estaba siendo investigado por sus cuentas pendientes con el fisco. Una afirmación con algunos baches: para cuando hizo los dos pagos y selló la paz con la Agencia Tributaria, la Fiscalía había comunicado a su abogado la apertura de todas las diligencias contra él. Pero, según la propia Fiscalía, no con tanto detalle como para entender que ya sabía por qué se le investigaba. La afirmación choca con algunas sentencias del Supremo dictadas en los últimos años y también con la realidad más allá de los muros de la Fiscalía. elDiario.es reveló en los primeros días de noviembre de 2020 que Anticorrupción investigaba el monarca emérito había usado a un militar como testaferro para canalizar el dinero del mexicano Sanginés Krause. Un mes antes de la regularización. La Fiscalía, tal y como publicaron varios medios a lo largo ya de 2020 en su cruce de comisiones rogatorias con Suiza, ya habían señalado a Álvaro de Orleans. Mucho antes también del segundo pago de Juan Carlos I a Hacienda. El argumento de la Fiscalía para dar validez a estos pagos y blindar de por vida al monarca emérito fue que la propia Fiscalía no había avisado con suficiente detalle de su investigación y que eso, en la práctica, le había permitido taponar todas las vías de agua a tiempo. “Ni en los decretos de incoación de ambas diligencias de investigación ni en las respectivas notificaciones se hacía referencia a los hechos a los que se contraen las declaraciones tributarias, por la sencilla razón de que en aquellos momentos se desconocían las circunstancias a las que las mismas se refieren”. Los argumentos del fiscal Luzón fueron bendecidos por el Tribunal Supremo cuando la Sala de lo Penal rechazó una querella de juristas y antiguos magistrados y fiscales que exponía lo contrario: que el rey sabía perfectamente por qué se le investigaba y pagó a Hacienda para evitar el banquillo después del pitido del árbitro. “ Nada ha cambiado tres años después ”, zanjó el Supremo en un auto que, de facto, hace imposible que el rey emérito tenga que responder penalmente por la gestión de su fortuna. Los tribunales londinenses también certificaron su blindaje contra las acusaciones de acoso de Corinna Larsen , que describió un hostigamiento coordinado a instancias del monarca cuando no quiso volver con él y devolverle sus casi 65 millones. Una vez protegido de su propio pasado, Juan Carlos I ha decidido pasar al ataque. Llevó al expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla ante los tribunales por años de críticas televisadas y también demandó en Londres a su antigua amante , sin que por el momento se sepa en qué han quedado ambos pleitos meses después de su interposición. Mientras tanto, el rey emérito ofrece en su libro 'Reconciliación' su versión de una vida cuya cara oscura no fue conocida al detalle hasta que no hubo más remedio.

Los mejores libros del siglo XXI, elegidos por 21 librerías españolas

Los mejores libros del siglo XXI, elegidos por 21 librerías españolas

Preguntamos a libreros repartidos por todo el país para elegir los 25 títulos más destacados de lo que llevamos de siglo, publicados entre el 2000 y el 2025 que está a punto de acabar Miren Amuriza, escritora: “Si molestamos a los que nos llaman intensas, ese es el camino” Las votaciones, librería a librería, de los mejores libros del siglo XXI Quedan apenas cinco días para despedir 2025 y, como cada año, toca hacer recuento. Pero en este caso, tras haber presentado nuestras propuestas para regalar, tanto en novela ( nacional e internacional ) poesía , relatos , cómics y debuts españoles ; toca ir más allá y proponer los 25 libros más importantes del primer cuarto del siglo XXI. Para ello, hemos preguntado a 21 librerías repartidas por todo el país cuáles eran sus Tops 10 . El único requisito era que las obras hubieran sido publicadas en España después del 1 de enero del 2000, sin importar la lengua, el país de procedencia de su autor, ni el género. Del cruce de sus propuestas, entre las que se repitieron títulos, bebe el Top 25 final. En caso de empate, la prioridad han sido el peso literario y crítico (premios, principales críticas, etc.) sobre el éxito puramente comercial reciente a la hora de establecer el orden. Fuera, aunque formaron parte de las selecciones iniciales de alguna librería, se han quedado ejemplares excelentes como Libre de Lea Ypi, Patria de Fernando Aramburu o Poeta Chileno de Alejandro Zambra. 25. 'Tengo miedo torero', de Pedro Lemebel (2001, Las Afueras, Anagrama) En este libro se cuenta una historia de amor en el Santiago del 86, el año del atentado a Pinochet. Un muchacho del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que va a participar en la acción, vive una relación sentimental con un hombre gay que lo apoya. Finalmente, tanto el atentado como la relación entre ambos fracasa. El escenario que describe la novela es exactamente el del año que pudo ser decisivo para Chile, pero no lo fue. Tengo miedo torero relata las protestas, los neumáticos humeando en las calles de la capital, los apagones, los boleros, las rancheras y las baladas de la época. Valiéndose de una prosa brillante y colorida, entremezclando acontecimientos íntimos y colectivos, Pedro Lemebel reconstruye al ritmo de canciones pasadas de moda la realidad amarga y sórdida de la dictadura chilena. Todo un aporte a la memoria histórica de un país que se debate entre el olvido y la reparación. 24. 'La muerte del padre', de Karl Ove Knausgård (2012, Anagrama, trad. Kirsti Baggethun y Lorenzo Asunción) La muerte del padre es la primera novela de las seis que conforman la serie Mi lucha y que pueden ser leídas de forma independiente o como partes de un ambicioso proyecto autobiográfico. Karl Ove Knausgård relata en él cuatro décadas de historia personal en Escandinavia, entre su Noruega natal y Suecia, donde reside desde que salió de la Universidad de Bergen. Pero más allá del interés que pueda tener una vida en concreto, el secreto de Mi lucha para constituirse en gran obra literaria reside en la minuciosidad con la que Knausgård describe hasta el más nimio detalle sin perder por ello la hilatura y la tensión de la narración. Son estas cualidades las que han hecho que en más de una ocasión se haya denominado a Karl Ove Knausgård como el Marcel Proust escandinavo. 23. 'La fiesta del Chivo', de Mario Vargas Llosa (2000, Alfaguara) La fiesta del Chivo , el relato novelado de los últimos días del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, que gobernó la República Dominicana con mano de hierro durante más de 30 años (1930-1961), estableciendo una de las tiranías más sangrientas de América Latina hasta su ajusticiamiento; es sin duda la última obra maestra de Mario Vargas Llosa . A la altura de La guerra del fin del mundo y Conversación en la Catedral , sus otros dos hitos literarios. Tras muchos años de literatura anodina, divertimentos más bien, el Nobel hispano-peruano se reivindicó con La fiesta del Chivo como uno de los gigantes de la narrativa del siglo XX, y fue esta obra la que finalmente decidió al jurado a concederle el Premio Nobel de Literatura en 2010. Tal vez, si no hubiesen pasado 25 turbulentos años desde que se inició el nuevo siglo, y se publicó la novela, esta estaría más alta en la consideración de este ranking. 22. 'El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes', de Tatiana Țîbuleac (2017, Impedimenta, trad. Marian Ochoa de Eribe) Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechaza y que se está consumiendo en la enfermedad? Plena de emoción y crudeza, Tatiana Ţîbuleac muestra una intensísima fuerza narrativa en este brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales. 21. 'Nada se opone a la noche', de Delphine de Vigan (2011, Anagrama, trad. de Juan Carlos Durán) Después de encontrar a Lucile, su madre, muerta en misteriosas circunstancias, Delphine de Vigan se convierte en una metódica investigadora dispuesta a reconstruir la vida de la desaparecida. Los cientos de fotografías tomadas durante años, la crónica de George, abuelo de Delphine, registrada en cintas de casete, las vacaciones de la familia filmadas en superocho, o las conversaciones mantenidas por la escritora con sus hermanos, son los materiales de los que se nutre la memoria de los Poirier. Para la autora, que se convierte a través de la Nada se opone a la noche en cronista de la Francia de las décadas de los 50 y los 60, recuperar la novela familiar es su manera de superar el duelo por la muerte de la progenitora. 20. 'Persépolis', de Marjane Satrapi (2000, Reservoir Books, trad. Carlos Mayor Ortega / Norma, trad. Albert Agut) La valiosísima novela gráfica de Marjane Satrapi cuenta la consiguió que se hablara de la Revolución iraní. No recrea el contexto que motivó el levantamiento del pueblo, sino que utiliza su vida cotidiana para reflejar los cambios que estaba viviendo el país. La historia comienza en 1980, el año en el que la autora vio que no podía ir al colegio sin llevar velo. Una de las anécdotas personales que la artista incorporó en su obra, que precisamente por ese componente autobiográfico, consigue calar más. También por sus viñetas en blanco y negro, que juegan con el simbolismo entre la luz y la oscuridad, la salvación y el horror. 19. 'El día del Watusi', de Francisco Casavella (2002, Anagrama) Publicada inicialmente en Ediciones B, esta dinámica novela de truhanes que sufren los avatares de la Barcelona tardofranquista, especialmente en el barrio del Raval, no tuvo la suerte que merecía en función de su calidad literaria, que es notable. Como toda la obra de Francisco Casavella , un escritor que, por otro lado, no contribuyó con su carácter autodestructivo a su justa reivindicación, El día del Watusi ha necesitado varias décadas de reflexión para ser valorada como merece: una gran historia de un tiempo al que durante mucho tiempo se ha preferido dar la espalda en nombre de las grandezas de la Barcelona postolímpica. La representación teatral de la obra , que ya lleva muchos meses en cartel y ha recogido numerosos premios, es la mejor prueba de que se trata de una de las grandes novelas de principios del siglo XXI. 18. 'Temporada de huracanes', de Fernanda Melchor (2017, Random House) La escritora Fernanda Melchor publicó en 2017 Temporada de huracanes , una obra en la que a través de la investigación de un asesinato en un pueblo ficticio llamado La Matosa, analiza el machismo y el clasismo de la sociedad mexicana. A partir de este hallazgo, los personajes involucrados en el crimen van desgranando su historia mientras la trama sumerge al lector en la vida de La Matosa, una localidad acosada por la miseria y el abandono, y donde convergen el erotismo más oscuro y las sórdidas relaciones de poder. El libro fue en su día un gran éxito comercial y crítico que consolidó a Melchor como una de las escritoras latinoamericanas más destacadas de su generación. Entre los reconocimientos que recibió se cuentan el Premio Internacional de Literatura, además de la nominación para el prestigioso Premio Man Booker International. 17. 'La carretera', de Cormac McCarthy (2006, Random House, trad. Luis Murillo Fort) Una vez más con toda la carga intelectual puesta en la violencia y la destrucción, pero también en la supervivencia, el fallecido Cormac McCarthy logró impactar a sus lectores tras No es país para viejos y la trilogía de la frontera, compuesta por las obras Todos los hermosos caballos , En la frontera y Ciudades de la llanura. En esta ocasión, con La carretera , McCarthy conduce a un mundo postapocalíptico en el que un padre y su hijo recorren parajes que fueron destruidos años atrás durante un cataclismo no especificado que aniquiló toda la civilización . La carretera fue galardonada con el Premio Pulitzer de 2007 en la categoría de ficción y el James Tait Black Memorial Prize en 2006. La novela fue llevada al cine en 2009 bajo la dirección de John Hillcoat y protagonizada por Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee. 16. 'Jo confesso' ('Yo confieso'), de Jaume Cabré (2011, Destino, trad. Concepció Cardeñoso Saenz de Miera / Proa) Jo confesso / Yo confieso , constituyó todo un hito en la literatura catalana en el momento de su aparición, momento en el que el sector daba cierta sensación de agotamiento que posteriormente el tiempo ha demostrado falsa. La novela recibió el premio Crexells y el premio Ciutat de Barcelona 2013 a la proyección internacional de la ciudad. También ha sido distinguida como mejor novela extranjera en Francia, Suecia y Grecia en el momento de su publicación. Con ella y a lo largo de más de mil páginas, Jaume Cabré , que ya había demostrado en otras obras su consistencia como novelista, contaba un conjunto de historias, repartidas a lo largo de varios siglos pero centradas esencialmente en las últimas décadas del siglo XX. Las mismas impresionan por el nivel de detalle del sentimiento humano, por el amor por la música clásica y por el tratamiento de la culpa por el pasado como motor de la narración. 15. 'Solenoide', de Mircea Cărtărescu (2015, Impedimenta, trad- de Marian Ochoa de Eribe) Solenoide no es una novela cualquiera, sino la sublimación de un genio literario dispuesto a revolucionar la literatura europea como ya lo hiciera en el pasado Roberto Bolaño con la latinoamericana mediante sus Detectives salvajes , o Georges Perec con La vida, instrucciones de uso . Por no citar al argentino Roberto Arlt y Los siete locos . La trama consiste en el largo diario de un escritor frustrado que desgrana su infancia y su adolescencia en los arrabales de una ciudad comunista, devastada, gris y fría ―una Bucarest alucinada, dotada de una melancolía abrumadora― mientras compra una casa antigua con forma de barco, construida por el inventor de un solenoide, que alberga una extraña maquinaria: un sillón de dentista dotado de un tablero de mandos. De esta forma, Solenoide se convierte en el eje gravitacional del resto de las ficciones de Mircea Cărtărescu , un autor que se ha convertido poco a poco en una figura de culto en toda Europa. 14. 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez (2004, Anagrama) Ganador del Premio Nacional de Literatura 2005 –que contó con una segunda vida con su versión cinematográfica de 2008 dirigida por José Luis Cuerda protagonizada por Javier Cámara, Maribel Verdú y Raúl Arévalo–, Los girasoles ciegos es un libro de relatos sobre la posguerra. Alberto Méndez rescató en él las historias reales de amigos, de familiares desaparecidos y, en definitiva, ausencias irreparables. Cuatro historias de tiempos en los que primaba el silencio y el miedo a que alguien supiera qué sabías. Sus protagonistas son un capitán del ejército de Franco que, el mismo día de la Victoria, renuncia a ganar la guerra; un niño poeta que huye asustado de su compañera niña embarazada; un preso en la cárcel de Porlier que se niega a vivir en la impostura para que el verdugo pueda ser calificado de verdugo; y un diácono protestón que enmascara su lascivia tras el fascismo apostólico que reclama la sangre purificadora del vencido. Un ejercicio de memoria que estremece por su crudeza y verdad. 13. 'Sapiens: De animales a dioses', de Yuval Noah Harari (2011, Debate, trad. Joandomènec Ros i Aragonès) Con Sapiens: De animales a dioses , el historiador israelí Yuval Noah Harari logró trenzar en 2011 un atrevido y absorbente relato, o si se quiere reinterpretación, de la historia de la humanidad. Desde la aparición de los primeros homínidos hasta el siglo XXI. No es este un libro rigurosamente académico ni de un antropólogo experto, como han venido a señalar desde diversas personalidades, sino más bien un ensayo apasionado y lleno de osadía para reinterpretar los grandes momentos de la humanidad en clave del tiempo actual. Así Harari, con sus conocimientos, unidos a sus dotes de escritor, atribuye el éxito del ser humano en el mundo a su capacidad de colaboración a gran escala en base muchas veces a creencias que resultan ser ficticias, como la religión, la existencia de naciones, el dinero o los derechos humanos. A partir de esta premisa, Harari desarrolla numerosas propuestas capaces de agitar los cimientos intelectuales de la lectora o lector más abierto y flexible. 12. 'La sociedad del cansancio', de Byung-Chul Han (2010, Herder, trad. Comité Herder Editorial) El filósofo surcoreano, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025 , reflexiona en este ensayo sobre el cambio de paradigma que detecta que se ha producido en las últimas décadas en las sociedades occidentales avanzadas, en cuanto a que la anterior, marcada por la disciplina, imperativos y opiniones externas; se ha transformado en una sociedad del rendimiento, en la que los individuos se afanan por explotarse a sí mismos. Según su teoría, si antiguamente el quebrantamiento de una norma acarreaba el castigo, el incumplimiento del anhelo provoca frustración. Byung-Chul Han reflexiona sobre la que define como sociedad del cansancio en la que vivimos, donde no podemos pararnos a pensar y nos autoexplotamos en pos de la productividad. 11. 'La mala costumbre', de Alana S. Portero (2023, Seix Barral) La mirada de la escritora a la niñez y juventud trans en el Madrid de los ochenta y noventa ya se ganó ser uno de los libros más destacados de 2023 , y finalmente también de este primer cuarto de siglo; por la crudeza, desgarro y singularidad con la que logra que su lectura sacuda y conmociones. Narrada en primera persona, la primera novela de la autora de La habitación de las ahogadas , recorre la adolescencia de una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar, que intenta comprenderse a sí misma y al mundo en el que vive, donde cada paso que da viene acompañado de violencia. La propia escritora describió así su volumen en esta entrevista que le hizo mi compañera Elena Cabrera: “Habla sobre estrechar lazos y perderlos. También sobre cómo somos un poco torpes a veces para estrechar lazos por mucho que queramos”. 10. 'La sombra del viento', de Carlos Ruiz Zafón (2001, Planeta) Hay una generación para la que Marina y El príncipe de la niebla fueron dos de las novelas con las que, si bien seguramente ya estuvieran enamorados de la lectura, terminaran por consolidarla. Y precisamente por ese apego generado hacia las dos obras de Carlos Ruiz Zafón , decidieron continuar sumergiéndose en sus historias a través de La sombra del viento , el primero de los libros de la saga del Cementerio de los libros olvidados , seguramente uno de los volúmenes más superventas de esta lista, con más de veinticinco millones de ejemplares vendidos en más de 30 países. Daniel Sempere es el protagonista de esta obra ambientada en la Barcelona de 1945, que llega junto a su padre al citado Cementerio de los libros olvidados, donde se dejará atrapar por un texto escrito por el misterioso autor Julián Carax. A medida que le va conociendo, descubre que todos sus libros han sido quemados por uno de los personajes del libro. Conocer la verdad se convierte en su objetivo. 9. 'Soldados de Salamina', de Javier Cercas (2001, Tusquets) A caballo entre los apuntes autobiográficos sobre la dura adaptación que tuvo Javier Cercas en el retorno a Girona tras una temporada en la bullente Barcelona, y la evocación de la memoria de unos hechos que, por más lejanos que resultaran en el tiempo, habían ocurrido en el mismo lugar que el escritor catalán habitaba entonces; Soldados de Salamina es sin duda una gran novela sobre la guerra civil desde una perspectiva de cerca de tres décadas de democracia plena. A través de una emotiva investigación periodística, Cercas establece en la novela un puente memorístico entre los años finales del siglo XX y la contienda española, tiempo en el que el líder falangista Rafael Sánchez Mazas se escondió en un bosque del Ampurdán en el que sobrevivió gracias a la solidaridad desinteresada de sus habitantes, personas en sus antípodas ideológicas. 8. 'Crematorio', de Rafael Chirbes (2007, Anagrama) Con Crematorio , el excepcional narrador que era Rafael Chirbes ejecutó su mayor venganza sobre el monstruo que le rodeaba y que estaba devorando su paraíso personal de infancia: el litoral mediterráneo valenciano y alicantino, donde nació el escritor y al que regresó en sus últimos años. Crematorio es un “yo acuso” en toda regla, un señalamiento de aquellos constructores y especuladores inmobiliarios que habían construido un castillo financiero de naipes a la sombra de los gobiernos locales del PP, no siempre con métodos legales y más de una vez con algunos abiertamente ilegales. Castillos cuyos naipes precisamente comenzaron a volar por los aires en el mismo año en que aparecía la novela, cuando la llamada “crisis de las subprime” estalló en todo el mundo, con especial impacto en España. A través de la vida oscura, vacía y desencantada del arquitecto Rubén Bertomeu, Chirbes elabora un perfil ético de aquella clase social de reyes del pelotazo inmobiliario, que es la misma a la que pertenecieron Benavent, el Bigotes, Alfonso Rus y otros personajes de la “era Camps” en el gobierno valenciano. 7. 'La península de las casas vacías', de David Uclés (2024, Siruela) Con valentía y ausencia de complejos, el escritor David Uclés se destapa como una de las revelaciones del pasado año con La península de las casas vacías . Una obra que podría pensarse a priori como el enésimo regreso a la guerra civil española, pero que se demuestra un potente ejercicio de sensibilidad y humanismo para narrar, en clave de realismo mágico, los acontecimientos, y también las profundas heridas, que la contienda fratricida provocó en nuestro país. De ella ha dicho el historiador Ian Gibson: “Ninguna novela contemporánea me ha conmovido. Estoy asombrado y agradecido”. Por su parte, el director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero, la ha definido como una novela que “nos hace comprender la vida humana que late bajo los números, los datos y las fechas”. 6. 'El olvido que seremos', de Héctor Abad Faciolince (2006, Alfaguara) El 25 de agosto de 1987 Héctor Abad Gómez, médico y activista en pro de los derechos humanos, fue asesinado en Medellín por los paramilitares. El olvido que seremos es su biografía novelada –y llevada al cine por Fernando Trueba – escrita por su propio hijo, Héctor Abad Faciolince . Un relato desgarrador y emocionante sobre la familia, que refleja, al tiempo, el infierno de la violencia que ha golpeado Colombia en los últimos cincuenta años. Javier Cercas ha dicho de la obra que “es libro tremendo y necesario, de un coraje y una honestidad arrasadores del que, por momentos, me he preguntado cómo ha tenido la valentía de escribirlo”. Por su parte, para el filósofo Fernando Savater, “no solo es una necesaria lección sobre temas como la educación cívica y la relación entre memoria personal y memoria histórica, sino también un insustituible testimonio de lucha por la democracia, la razón ilustrada y la tolerancia”. La novela resultó ganadora en su momento del Premio WOLA-Duke en Derechos Humanos en Estados Unidos y del Prémio Criaçao Literária Casa da America Latina de Portugal. 5. '2666', de Roberto Bolaño (2004, Anagrama) Quien en su momento leyera Los detectives salvajes, seguramente pensaría con total seguridad que difícilmente Roberto Bolaño podría superar la marca de calidad alcanzada con esta novela, una nueva vuelta de tuerca a la narrativa latinoamericana, tal vez la mayor desde el boom de los setenta. Pero Bolaño, consciente de que se enfrentaba a su obra póstuma, ya seriamente aquejado de su grave enfermedad hepática, logró un nuevo récord latinoamericano de calidad literaria con su maravillosa y complejísima 2666 , una novela que tiene como trasfondo e hilo conductor los feminicidios acaecidos en Ciudad Juárez durante décadas y que apenas fueron investigados. En el año 2004 la obra obtuvo el premio Ciudad de Barcelona y, al año siguiente, fue ganadora casi por unanimidad del Premio Salambó. El 12 de marzo de 2008 ganó el National Book Critics Circle Award , el mayor galardón de los críticos estadounidenses. 4. 'Nuestra parte de noche', de Mariana Enríquez (2019, Anagrama) Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue. Con estos mimbres, podría parecer que estamos ante una más de las novelas que hacen memoria de los años más oscuros de la dictadura argentina de los 70. Pero nada más lejos de la realidad, ya que Nuestra parte de noche se revela como una obra alucinada y fantástica que muestra monstruos aterradores, rituales con sacrificios humanos y andanzas en el Londres psicodélico de los años sesenta. Con ella Mariana Enriquez se consagró como una de las voces más vigorosas de la literatura latinoamericana. 3. 'Hamnet', de Maggie O'Farrell (2020, Libros del Asteroide) Leer a Maggie O'Farrell requiere tiempo, requiere pausa, requiere estar dispuesto, concentrarse y dejarse embelesar y romper el corazón. La autora demanda en su lectura, pero porque siempre devuelve, muchísimo más. Es inteligente, es generosa, es punzante, es sincera. No siempre se es consciente de todo lo que se mueve por dentro al leerla, pero da igual, porque para cuando quieres darte cuenta, ya te ha atrapado, ya ha dejado un poso en ti para siempre, un regalo. Aquí lo hace partiendo de la historia familiar de Shakeaspeare, recreando el suceso que inspiró una de las obras más famosas de todos los tiempos –y cuya adaptación, Hamnet , llegará a los cines el próximo mes de enero–. Dolor, pérdida y afecto se combinan en esta novela que se centra en la joven Agnes que, tras ser la comidilla de su pueblo, conoce a un joven preceptor de latín y pronto deciden unirse para formar una familia. Su matrimonio se ve puesto a prueba, primero por sus parientes, y después por una inesperada desgracia. 2. 'Canto jo i la muntanya balla' ('Canto yo y la montaña baila'), de Irene Solà (2019, Anagrama, trad. Concha Cardeñoso Sáenz de Miera) Si podemos hablar del “fenómeno Irene Vallejo”, no menos merece esta calificación el espectacular impacto de crítica y público de Canto jo i la muntanya balla (Canto yo y la montaña baila) , la segunda novela de la catalana Irene Solà , que publicada originalmente por Anagrama en catalán –en 2021 fue la novela más pedida en la red de bibliotecas de Barcelona –, inmediatamente fue traducida al castellano para abarcar a los miles de lectores que quedaron heridos por esta maravillosa y oscura historia de brujas, guerra civil, mitología pirenaica y buenas dosis de realismo mágico. Todo ello aderezado con un estilo lírico magistral, y lleno de misterio y reivindicación de lo femenino, que ha llevado a la novela a ser traducida a una veintena de idiomas con una enorme acogida. No en vano en 2022 el diario británico The Guardian eligió la novela como una de las mejores obras de ficción del año. 1. 'El infinito en un junco', de Irene Vallejo (2019, Siruela) Aunque esté considerado eminentemente como un ensayo, que lo es, hablar de El infinito en un junco es hacerlo de una gran aventura que atraviesa los siglos y, en cierta, forma explica la historia de la humanidad en Occidente y Oriente Medio, al menos desde que el papel es papel e incluso antes: cuando era papiro, pergamino de piel de becerro e incluso superficie árida de roca. Porque esta obra magna, monumental en sus dimensiones, pero también en su éxito al lograr enganchar a quien lo lea hasta el final, recorre la historia de la escritura y la bibliografía a través de su soporte físico, al menos hasta la aparición del libro electrónico. Pero lejos de ser un mero tránsito cronológico, Irene Vallejo logra con su libro llevar a los lectores hacia las épocas fascinantes y remotas de la dinastía ptolemaica, para luego dar el salto a la ciudad de Pérgamo, en Asia Menor, y de ahí todos aquellos lugares donde el libro fue evolucionando hasta el día de hoy. Y lo hace en todo momento, además, con un sibilino propósito: reivindicar el papel fundamental en las mujeres en la historia de los libros que, según la autora, ha sido intencionadamente borrado. Consulta las votaciones, librería a librería

Felipe VI, como el turrón

Felipe VI, como el turrón

Unos lo saborean y otros, no. Cuestión de gustos. O de elección. Hay quienes lo degluten por tradición y hay quienes lo evitan por impugnación. Porque no forma parte de lo que agrada a su paladar, porque es excesivamente alto en azúcares o porque no aporta más que grasas saturadas. A nadie deja indiferente. Pero, relájense, tampoco es imprescindible pasar por la bandeja que cada año se ofrece en los hogares como si fuera imperativo de la mesa de Navidad Felipe VI alerta de una “crisis de confianza” en las democracias que “nutre” a los “extremismos” y pide “ejemplaridad” a los poderes públicos Al discurso del rey le pasa como al turrón. En Navidad, unos lo saborean y otros, no. Cuestión de gustos. O de elección. Hay quienes lo degluten por tradición y hay quienes lo evitan por impugnación. Porque no forma parte de lo que agrada a su paladar, porque es excesivamente alto en azúcares o porque no aporta más que grasas saturadas. A nadie deja indiferente. Pero, relájense, tampoco es imprescindible pasar por la bandeja que cada año se ofrece en todos los hogares como si fuera imperativo de la mesa de Nochebuena. Con todo, lo peor no es el empacho o la digestión, sino la conversación posterior. Entre quienes se sienten obligados a agradar y deshacerse en elogios con el plato de cada año y quienes no pierden ocasión para criticar, en la inmensa mayoría de los hogares Felipe VI, como los platos de almendrados, forma parte de la decoración sin que los comensales se detengan en ella hasta que el 6 de enero es sustituida por el roscón. Y, entonces, uno se pregunta por qué no consultar antes de que luzca en la mesa. ¿Por qué hay que pasar por ello? ¿Turrón o mazapán? ¿Turrón o polvorón? ¿Turrón o fruta escarchada? Pues con el rey pasa lo mismo. Nadie pregunta. Once años ya de reinado, y no sabemos cuál es la opinión de los españoles sobre la institución. No hay encuestas oficiales. Solo algunos sondeos de medios privados. Unas para decir que la Monarquía goza de muy buena salud. Y otras para defender que, al menos, los españoles quieren decidir y que no hay nada malo en elegir. Desde 2015, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), no pregunta por la Corona. En esa encuesta, cuando Felipe VI cumplía un año como jefe de Estado, la Monarquía llegó a un 4,34 de nota, algo mejor que en los años anteriores, pero sin llegar al 4,89 de 2011. Desde entonces, no se conoce no solo la nota que dan ahora los españoles al monarca, sino tampoco si querrían o no un referéndum. En noviembre de 2023, coincidiendo con la jura de la Constitución de Leonor de Borbón, una encuesta realizada por Simple Lógica para elDiario.es apuntaba que la mayoría de españoles sí quería que se produjera esa consulta. El 51% de los consultados quería que se celebrara un plebiscito sobre la monarquía frente al 43,2% que consideraba que era una cuestión que no debería someterse a votación. Además, la mayoría de encuestados (el 50,5%), decía estar “poco o nada” de acuerdo con que la figura de jefe de Estado fuera un cargo hereditario frente al 43,9% que defendía que la Corona sí se transmitiera de padres a hijos. Y, sin embargo, año tras año tenemos que pasar por el mismo trago, el mismo ritual y la misma interpretación. Idéntico y ridículo ejercicio de los cortesanos, que hacen auténticos panegíricos sobre la intervención del rey en Nochebuena para poner en valor 1.126 palabras y colegir que el mensaje llevaba mensaje implícito para el Gobierno cuando habló de “extremismos, radicalismos y populismos” y su contribución a la crisis de credibilidad de las instituciones. Y el mismo ahínco de los descreídos para destacar que ha pasado por alto asuntos que, en realidad, son los que más preocupan a sus súbditos y que a quien se dirigía en su crítica sobre la crisis de confianza, era a la derecha montaraz. Creer, como se ha escrito, que es una obviedad que Pedro Sánchez debe sentirse señalado por el diagnóstico “certero” de Felipe VI sabiendo que la intervención está revisada por el Gobierno es de un cortesanismo tan ridículo como miope y manipulador. Más teniendo en cuenta que se ignora una parte nuclear de un discurso que vincula a los extremismos con la desinformación. ¡Qué extravagancia tan innecesaria la de los pelotas profesionales! ¡Y qué buen momento para preguntarse si no ha llegado el tiempo ya de cambiar algunas tradiciones! Cambiar las costumbres es un signo de flexibilidad que habla de la buena salud de un país que lo que menos necesita para avanzar es de hábitos inamovibles o de rutinas innecesarias, se escenifiquen en un despacho de La Zarzuela o en un salón del Palacio Real y con independencia de que Felipe VI aparezca en sus pantallas de pie o sentado.

Sánchez gana tiempo para espantar el fantasma de un fin de ciclo mientras crece la preocupación en las federaciones

Sánchez gana tiempo para espantar el fantasma de un fin de ciclo mientras crece la preocupación en las federaciones

En Moncloa se esfuerzan por distinguir las elecciones autonómicas —en las que se esperan varias derrotas encadenadas para los socialistas— de las generales y sostienen que necesitan tiempo para que los ciudadanos vean la diferencia entre sus políticas y la "involución" de PP y Vox Sánchez se afana en la agenda social del Gobierno para alejar el golpe electoral de Extremadura La ciclotimia del PSOE entra en una nueva fase con la gran duda interna de si el actual estado de letargo y abatimiento tras la debacle en Extremadura será ya constante ante un maratón electoral que comienza sin buenas perspectivas para los socialistas en Aragón, Castilla y León y Andalucía. Si en verano los socialistas vivieron una catarsis con la entrada en prisión de Santos Cerdán y las denuncias por acoso contra el exasesor de Moncloa Paco Salazar, se vinieron arriba en otoño con el impulso de Pedro Sánchez en buena medida por la política internacional ; pero el bajón se ha impuesto en invierno, también por el goteo de noticias relacionadas con la corrupción y los casos de acoso, con una sensación de fin de ciclo en las filas socialistas. Pedro Sánchez se conjura contra esa percepción y se muestra determinado a mantener el rumbo hasta 2027, a pesar también de las dudas de sus socios y la debilidad parlamentaria. “El Gobierno de coalición progresista afronta esta etapa con ganas, con energías renovadas, con las pilas cargadas y dispuesto a pelear por sacar adelante cada iniciativa con voluntad de diálogo y humildad”, dijo el presidente al anunciar la remodelación quirúrgica del Ejecutivo tras la salida de Pilar Alegría. En Moncloa intentan espantar el fantasma de que una derrota de la exministra en Aragón sea cosa de Sánchez. En el equipo del presidente se esmeran por diferenciar las elecciones autonómicas de las generales. “El presidente no se presentaba”, dicen sobre Extremadura y aseguran que lo mismo ocurre con Alegría y María Jesús Montero, a pesar de que la decisión de situarlas en el Gobierno y como candidatas fue estratégicamente suya. En la cúpula socialista quieren pensar, además, que el marco nacional es distinto porque cuentan con el empuje del PSC en Catalunya y un escenario de fragmentación parlamentaria que les puede beneficiar dado que PP y Vox necesitan sumar 176 escaños para gobernar porque, a priori , ninguna fuerza nacionalista facilitaría ese Gobierno. En la dirección del PSOE también creen que la guerra de desgaste que ha planeado Génova con la convocatoria de autonómicas en cascada se le va a volver en contra. “El PP va a depender de Vox y el señor Feijóo no tiene ningun futuro sin Abascal”, repiten incansablemente. Aumenta la preocupación en las federaciones Pero en las federaciones crece la inquietud ante la situación. “El miedo a Vox ya no funciona”, dice un dirigente territorial. Y esa máxima también la han leído en Moncloa. “Quizás la ciudadanía no está sufriendo las consecuencias de esos gobiernos, no están sufriendo las consecuencias de la involución” de esas políticas todavía, es la reflexión que hizo la nueva portavoz, Elma Saiz, en su estreno. En Moncloa consideran que el Gobierno de Sánchez está actuando como dique de contención de los recortes de los servicios públicos y de derechos que se están produciendo donde gobierna el PP con el apoyo de Vox . El ejemplo paradigmático que ponen es el del aborto. Sánchez planteó su blindaje constitucional y el Ministerio de Sanidad actuó contra las comunidades que estaban poniendo trabas a las interrupciones voluntarias del embarazo. También han buscado retratar a los gobiernos de derechas con el escándalo del los cribados de cáncer . “El Gobierno está saliendo al rescate”, dicen en Moncloa. “No da igual quién esté al frente”, apuntala una ministra. No obstante, la resignación también se apodera hasta cierta medida de la cúpula socialista, que considera que el “juego sucio” a través de campañas de desinformación propias de la ultraderecha y a las que se ha abonado la derecha tradicional tapa los avances del Gobierno. La lectura es menos autocomplaciente en una parte cada vez más grande de un PSOE que llevaba años sin cuestionar nada de lo que hacía Sánchez y que teme que el desgaste que acumula la marca termine por hundir a los socialistas en autonómicas y municipales. “Estamos pasando como normales cosas que no lo son, como no tener presupuestos en toda la legislatura”, dice un destacado miembro de otra federación. “Que los ciudadanos echen cuentas” “El Ministerio de Transportes ha llevado al Consejo de Ministros en este mes de diciembre asuntos a aprobación por importe de 3.008 millones. Sin Presupuestos o con Presupuestos prorrogados. Lo digo porque quienes viven instalados permanentemente en la ficción y en el drama injustificado, y que sostienen que no se puede gobernar con los Presupuestos prorrogados, se olvidan de la realidad, la de que cada martes el Consejo de Ministros adopta medidas importantes para la vida de la gente”, defendió Óscar Puente en la rueda de prensa en la que presentó la tarifa plana para cercanías, trenes de media distancia y autobuses estatales . Puente aseguró que las medidas en materia de transporte están suponiendo unos ahorros a los ciudadanos que pueden alcanzar los 5.000 euros al año. “No es magia, son tus impuestos”, argumentó el ministro: “No tengan ninguna duda de que un Gobierno de derecha y extrema derecha una de las primeras medidas que suprimiría sería esta ayuda. Que los ciudadanos echen cuentas y serán conscientes de lo que significa tener un Gobierno progresista que atiende las necesidades más elementales de los ciudadanos”. El decreto del escudo social , que incluye la subida de las pensiones mínimas y no contributivas, y el del abono de transporte se votarán en el Congreso en enero y obligará al PP a retratarse muy cerca de las elecciones en Aragón. Esa es, en buena medida, la estrategia del Gobierno, que por el momento gana tiempo con la vista puesta en la primavera, cuando se espera el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la UE sobre la amnistía. En el Ejecutivo creen que puede abrir un nuevo escenario ante el posible regreso de Junts mientras los partidos se miran de reojo por si Sánchez cambia el paso en cualquier momento para detener la sangría, como hizo en 2023. Por el momento, lo que sostienen en Moncloa es que aguantarán hasta 2027, cuando esperan, además, tener despejado el horizonte judicial. “Vienen por delante seis meses muy complicados, pero el tiempo juega a nuestro favor. Cuanto más tiempo tengamos para explicarlo, mejor”, argumentan.

Sánchez gana tiempo para espantar el fantasma de un fin de ciclo mientras crece la preocupación en las federaciones

Sánchez gana tiempo para espantar el fantasma de un fin de ciclo mientras crece la preocupación en las federaciones

En Moncloa se esfuerzan por distinguir las elecciones autonómicas —en las que se esperan varias derrotas encadenadas para los socialistas— de las generales y sostienen que necesitan tiempo para que los ciudadanos vean la diferencia entre sus políticas y la "involución" de PP y Vox Sánchez se afana en la agenda social del Gobierno para alejar el golpe electoral de Extremadura La ciclotimia del PSOE entra en una nueva fase con la gran duda interna de si el actual estado de letargo y abatimiento tras la debacle en Extremadura será ya constante ante un maratón electoral que comienza sin buenas perspectivas para los socialistas en Aragón, Castilla y León y Andalucía. Si en verano los socialistas vivieron una catarsis con la entrada en prisión de Santos Cerdán y las denuncias por acoso contra el exasesor de Moncloa Paco Salazar, se vinieron arriba en otoño con el impulso de Pedro Sánchez en buena medida por la política internacional ; pero el bajón se ha impuesto en invierno, también por el goteo de noticias relacionadas con la corrupción y los casos de acoso, con una sensación de fin de ciclo en las filas socialistas. Pedro Sánchez se conjura contra esa percepción y se muestra determinado a mantener el rumbo hasta 2027, a pesar también de las dudas de sus socios y la debilidad parlamentaria. “El Gobierno de coalición progresista afronta esta etapa con ganas, con energías renovadas, con las pilas cargadas y dispuesto a pelear por sacar adelante cada iniciativa con voluntad de diálogo y humildad”, dijo el presidente al anunciar la remodelación quirúrgica del Ejecutivo tras la salida de Pilar Alegría. En Moncloa intentan espantar el fantasma de que una derrota de la exministra en Aragón sea cosa de Sánchez. En el equipo del presidente se esmeran por diferenciar las elecciones autonómicas de las generales. “El presidente no se presentaba”, dicen sobre Extremadura y aseguran que lo mismo ocurre con Alegría y María Jesús Montero, a pesar de que la decisión de situarlas en el Gobierno y como candidatas fue estratégicamente suya. En la cúpula socialista quieren pensar, además, que el marco nacional es distinto porque cuentan con el empuje del PSC en Catalunya y un escenario de fragmentación parlamentaria que les puede beneficiar dado que PP y Vox necesitan sumar 176 escaños para gobernar porque, a priori , ninguna fuerza nacionalista facilitaría ese Gobierno. En la dirección del PSOE también creen que la guerra de desgaste que ha planeado Génova con la convocatoria de autonómicas en cascada se le va a volver en contra. “El PP va a depender de Vox y el señor Feijóo no tiene ningun futuro sin Abascal”, repiten incansablemente. Aumenta la preocupación en las federaciones Pero en las federaciones crece la inquietud ante la situación. “El miedo a Vox ya no funciona”, dice un dirigente territorial. Y esa máxima también la han leído en Moncloa. “Quizás la ciudadanía no está sufriendo las consecuencias de esos gobiernos, no están sufriendo las consecuencias de la involución” de esas políticas todavía, es la reflexión que hizo la nueva portavoz, Elma Saiz, en su estreno. En Moncloa consideran que el Gobierno de Sánchez está actuando como dique de contención de los recortes de los servicios públicos y de derechos que se están produciendo donde gobierna el PP con el apoyo de Vox . El ejemplo paradigmático que ponen es el del aborto. Sánchez planteó su blindaje constitucional y el Ministerio de Sanidad actuó contra las comunidades que estaban poniendo trabas a las interrupciones voluntarias del embarazo. También han buscado retratar a los gobiernos de derechas con el escándalo del los cribados de cáncer . “El Gobierno está saliendo al rescate”, dicen en Moncloa. “No da igual quién esté al frente”, apuntala una ministra. No obstante, la resignación también se apodera hasta cierta medida de la cúpula socialista, que considera que el “juego sucio” a través de campañas de desinformación propias de la ultraderecha y a las que se ha abonado la derecha tradicional tapa los avances del Gobierno. La lectura es menos autocomplaciente en una parte cada vez más grande de un PSOE que llevaba años sin cuestionar nada de lo que hacía Sánchez y que teme que el desgaste que acumula la marca termine por hundir a los socialistas en autonómicas y municipales. “Estamos pasando como normales cosas que no lo son, como no tener presupuestos en toda la legislatura”, dice un destacado miembro de otra federación. “Que los ciudadanos echen cuentas” “El Ministerio de Transportes ha llevado al Consejo de Ministros en este mes de diciembre asuntos a aprobación por importe de 3.008 millones. Sin Presupuestos o con Presupuestos prorrogados. Lo digo porque quienes viven instalados permanentemente en la ficción y en el drama injustificado, y que sostienen que no se puede gobernar con los Presupuestos prorrogados, se olvidan de la realidad, la de que cada martes el Consejo de Ministros adopta medidas importantes para la vida de la gente”, defendió Óscar Puente en la rueda de prensa en la que presentó la tarifa plana para cercanías, trenes de media distancia y autobuses estatales . Puente aseguró que las medidas en materia de transporte están suponiendo unos ahorros a los ciudadanos que pueden alcanzar los 5.000 euros al año. “No es magia, son tus impuestos”, argumentó el ministro: “No tengan ninguna duda de que un Gobierno de derecha y extrema derecha una de las primeras medidas que suprimiría sería esta ayuda. Que los ciudadanos echen cuentas y serán conscientes de lo que significa tener un Gobierno progresista que atiende las necesidades más elementales de los ciudadanos”. El decreto del escudo social , que incluye la subida de las pensiones mínimas y no contributivas, y el del abono de transporte se votarán en el Congreso en enero y obligará al PP a retratarse muy cerca de las elecciones en Aragón. Esa es, en buena medida, la estrategia del Gobierno, que por el momento gana tiempo con la vista puesta en la primavera, cuando se espera el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la UE sobre la amnistía. En el Ejecutivo creen que puede abrir un nuevo escenario ante el posible regreso de Junts mientras los partidos se miran de reojo por si Sánchez cambia el paso en cualquier momento para detener la sangría, como hizo en 2023. Por el momento, lo que sostienen en Moncloa es que aguantarán hasta 2027, cuando esperan, además, tener despejado el horizonte judicial. “Vienen por delante seis meses muy complicados, pero el tiempo juega a nuestro favor. Cuanto más tiempo tengamos para explicarlo, mejor”, argumentan.

Felipe VI, como el turrón

Felipe VI, como el turrón

Unos lo saborean y otros, no. Cuestión de gustos. O de elección. Hay quienes lo degluten por tradición y hay quienes lo evitan por impugnación. Porque no forma parte de lo que agrada a su paladar, porque es excesivamente alto en azúcares o porque no aporta más que grasas saturadas. A nadie deja indiferente. Pero, relájense, tampoco es imprescindible pasar por la bandeja que cada año se ofrece en los hogares como si fuera imperativo de la mesa de Navidad Felipe VI alerta de una “crisis de confianza” en las democracias que “nutre” a los “extremismos” y pide “ejemplaridad” a los poderes públicos Al discurso del rey le pasa como al turrón. En Navidad, unos lo saborean y otros, no. Cuestión de gustos. O de elección. Hay quienes lo degluten por tradición y hay quienes lo evitan por impugnación. Porque no forma parte de lo que agrada a su paladar, porque es excesivamente alto en azúcares o porque no aporta más que grasas saturadas. A nadie deja indiferente. Pero, relájense, tampoco es imprescindible pasar por la bandeja que cada año se ofrece en todos los hogares como si fuera imperativo de la mesa de Nochebuena. Con todo, lo peor no es el empacho o la digestión, sino la conversación posterior. Entre quienes se sienten obligados a agradar y deshacerse en elogios con el plato de cada año y quienes no pierden ocasión para criticar, en la inmensa mayoría de los hogares Felipe VI, como los platos de almendrados, forma parte de la decoración sin que los comensales se detengan en ella hasta que el 6 de enero es sustituida por el roscón. Y, entonces, uno se pregunta por qué no consultar antes de que luzca en la mesa. ¿Por qué hay que pasar por ello? ¿Turrón o mazapán? ¿Turrón o polvorón? ¿Turrón o fruta escarchada? Pues con el rey pasa lo mismo. Nadie pregunta. Once años ya de reinado, y no sabemos cuál es la opinión de los españoles sobre la institución. No hay encuestas oficiales. Solo algunos sondeos de medios privados. Unas para decir que la Monarquía goza de muy buena salud. Y otras para defender que, al menos, los españoles quieren decidir y que no hay nada malo en elegir. Desde 2015, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), no pregunta por la Corona. En esa encuesta, cuando Felipe VI cumplía un año como jefe de Estado, la Monarquía llegó a un 4,34 de nota, algo mejor que en los años anteriores, pero sin llegar al 4,89 de 2011. Desde entonces, no se conoce no solo la nota que dan ahora los españoles al monarca, sino tampoco si querrían o no un referéndum. En noviembre de 2023, coincidiendo con la jura de la Constitución de Leonor de Borbón, una encuesta realizada por Simple Lógica para elDiario.es apuntaba que la mayoría de españoles sí quería que se produjera esa consulta. El 51% de los consultados quería que se celebrara un plebiscito sobre la monarquía frente al 43,2% que consideraba que era una cuestión que no debería someterse a votación. Además, la mayoría de encuestados (el 50,5%), decía estar “poco o nada” de acuerdo con que la figura de jefe de Estado fuera un cargo hereditario frente al 43,9% que defendía que la Corona sí se transmitiera de padres a hijos. Y, sin embargo, año tras año tenemos que pasar por el mismo trago, el mismo ritual y la misma interpretación. Idéntico y ridículo ejercicio de los cortesanos, que hacen auténticos panegíricos sobre la intervención del rey en Nochebuena para poner en valor 1.126 palabras y colegir que el mensaje llevaba mensaje implícito para el Gobierno cuando habló de “extremismos, radicalismos y populismos” y su contribución a la crisis de credibilidad de las instituciones. Y el mismo ahínco de los descreídos para destacar que ha pasado por alto asuntos que, en realidad, son los que más preocupan a sus súbditos y que a quien se dirigía en su crítica sobre la crisis de confianza, era a la derecha montaraz. Creer, como se ha escrito, que es una obviedad que Pedro Sánchez debe sentirse señalado por el diagnóstico “certero” de Felipe VI sabiendo que la intervención está revisada por el Gobierno es de un cortesanismo tan ridículo como miope y manipulador. Más teniendo en cuenta que se ignora una parte nuclear de un discurso que vincula a los extremismos con la desinformación. ¡Qué extravagancia tan innecesaria la de los pelotas profesionales! ¡Y qué buen momento para preguntarse si no ha llegado el tiempo ya de cambiar algunas tradiciones! Cambiar las costumbres es un signo de flexibilidad que habla de la buena salud de un país que lo que menos necesita para avanzar es de hábitos inamovibles o de rutinas innecesarias, se escenifiquen en un despacho de La Zarzuela o en un salón del Palacio Real y con independencia de que Felipe VI aparezca en sus pantallas de pie o sentado.

Trump eleva su amenaza contra las agendas digital y verde de la Unión Europea

Trump eleva su amenaza contra las agendas digital y verde de la Unión Europea

Pese a la rebaja de las exigencias medioambientales a las empresas y la relajación de la normativa de Inteligencia Artificial en Europa, EEUU mantiene su ofensiva para acabar con las leyes comunitarias que obligan a respetar los derechos humanos en las compañías o señalan prácticas abusivas de los gigantes digitales Trump redobla su cruzada ideológica contra la UE y prohíbe a ciudadanos europeos viajar a EEUU por sus discursos contra el odio en internet Trump va a seguir siendo una amenaza para la agenda verde y la regulación tecnológica de la UE en 2026. De poco ha servido que Bruselas haya eliminado la prohibición total de motores de combustión de la UE para 2035 o que se hayan reducido las exigencias medioambientales para las empresas. El presidente de EEUU sigue aprobando medidas contra la UE, desde aranceles a la prohibición de acceder al país a determinados ciudadanos europeos , como forma de presión para tratar de conseguir que las instituciones europeas cambien sus normas y favorezcan a las empresas estadounidenses. El representante de Comercio de los Estados Unidos, Jamieson Greer, ha vuelto a poner en su mirilla a la UE tanto por la regulación sobre la sostenibilidad como por las normas que tocan a las empresas tecnológicas. “Tenemos desequilibrios gigantescos. No es porque Europa sea realmente competitiva. Sabemos que no lo es. Es porque tienen muchas de estas reglas que impiden que los bienes y servicios estadounidenses entren en el continente”, ha declarado. Greer ha puntualizado que tratar las condiciones regulatorias con Europa ha representado un mayor desafío que hacerlo con países como la India o China durante 2025. La Comisión Europea se defiende al recordar que “la UE es un mercado único abierto y basado en reglas, con el derecho soberano de regular la actividad económica de acuerdo con nuestros valores democráticos y compromisos internacionales”. Aunque los estándares europeos sobre medioambiente y de sostenibilidad para las empresas se han rebajado mucho , las directivas europeas de Información sobre Sostenibilidad Corporativa y la de Diligencia Debida en Sostenibilidad son asumidas al otro lado del Atlántico como una fuente de problemas para las empresas americanas. En un voto donde confluyeron los conservadores y la ultraderecha, que puede cambiar el panorama político europeo , la UE exime al 80% de las empresas de las obligaciones medioambientales, aunque seguirán aplicándose a las grandes empresas extranjeras que hagan negocios en Europa. Aquí es donde EEUU ha mostrado su oposición más férrea. Greer ha calificado como “inadecuadas” las normativas europeas sobre sostenibilidad y ha recordado que en el acuerdo arancelario firmado este año entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen se prevén garantías para que la legislación medioambiental no obstaculice el trabajo de las empresas. El representante de Comercio de EEUU ha llegado a insinuar que el acuerdo comercial podría venirse abajo si Europa no hace más concesiones a las empresas estadounidenses. Como respuesta, Matthias Matthijs, investigador principal para Europa del Council on Foreign Relations, y Nathalie Tocci, directora de Istituto Affari Internazionali, argumentan en un artículo en la revista Foreing Affairs , que “la política del Green Deal es difícil, especialmente en medio de una crisis del costo de vida y un crecimiento lento. Pero la alternativa, la continua exposición a los combustibles fósiles y la vulnerabilidad geopolítica, es mucho peor. El mensaje debería ser claro: la diversificación energética no solo se trata del cambio climático, sino también de la soberanía. Además, una estrategia verde-industrial creíble ayudaría a crear los empleos de alta tecnología que los partidos nacionalistas dicen querer defender. Demostraría que la descarbonización y la fortaleza económica pueden reforzarse mutuamente en la práctica”. Los autores insisten en que Europa debe “redoblar esfuerzos en el Pacto Verde Europeo, que actualmente se está diluyendo a través de leyes ómnibus respaldadas por el centro-derecha y la extrema derecha”. “Opciones como derogar la directiva por completo o limitarla solo a las empresas con sede en la UE nunca fueron viables, tanto para preservar un campo de juego equitativo como para asegurar una mayoría parlamentaria”, ha explicado Jorgen Warborn, del Partido Popular Europeo a Bloomberg. Warborn insiste en que aunque se ha rebajado el alcance de la regulación “es un instrumento extraterritorial” en su ámbito de vigilancia de las cadenas de valor de las empresas en ámbitos como violaciones de aspectos medioambientales o de derechos humanos. De momento, según publica Bloomberg, en los mercados no hay una percepción de riesgo por esta legislación: los fondos domiciliados en Europa que poseen acciones estadounidenses atrajeron 56.000 millones en inversión hasta octubre. Ahora bien, la Administración Trump pretende a toda costa rebajar aún más la normativa para sus empresas, abogando por el cumplimiento del acuerdo arancelario del pasado mes de julio, donde se limitaban al 15% sobre las exportaciones de la UE al 15% y como contrapartida se exigía que las leyes no obstaculicen el comercio. Un portavoz de la Comisión Europea apuntó que estas normativas permiten que todas las empresas operen en igualdad de condiciones. En caso de incumplimiento de la legislación medioambiental y de sostenibilidad, una empresa se puede enfrentar a multas de hasta 10.000 millones de euros. Trump quiere acabar con esta norma, será que ya prevé que las grandes compañías estadounidenses las van a incumplir. Dependencia tecnológica y soberanía regulatoria Giorgos Verdi, investigador del programa European Power en el European Council on Foreign Relations, recuerda que “tres gigantes estadounidenses proporcionan el 70% de la infraestructura de computación en la nube de Europa. Las empresas estadounidenses dominan los sistemas operativos de teléfonos en Europa, y ChatGPT de OpenAI se ha convertido en sinónimo del concepto de IA. Starlink representa un casi monopolio en los servicios de internet satelital de Europa, al igual que Nvidia en los chips de IA. El mercado de las redes sociales—las plazas digitales de los demos europeos—también está dominado por las empresas estadounidenses Meta y X”. Así, Verdi añade que “las dependencias tecnológicas de Europa eran un problema confinado al mundo de la política de competencia y la innovación. Pero el segundo mandato de Trump en la Casa Blanca ya ha transformado la excesiva dependencia digital de Europa en una prueba geopolítica. No ha dudado en utilizar las dependencias económicas y tecnológicas de otros en la búsqueda de sus propios objetivos”. Esto se ha traducido en que el secretario de Estado de Comercio de EEUU, Howard Lutnick, no tuvo reparos en lanzar una especie de soborno para que la UE rebajara el impacto de su normativa digital con las grandes tecnológicas estadounidenses en plena negociación comercial entre los dos bloques. “La idea es que si la UE deja de lado este marco regulador y lo hace más atractivo para nuestras empresas, puede obtener el beneficio de cientos de miles de millones de dólares, posiblemente un billón, de inversión al año”, apuntó Lutnick. La UE optó por dar una cal y una de arena. La contestación más beligerante llegó con acento español. La vicepresidenta comisaria de Competencia de la UE, Teresa Ribera respondió soltando que “es posible que haya quien prefiera que miremos hacia otro lado cuando las grandes compañías tecnológicas incumplen nuestras normas. No lo haremos”. No solo fueron palabras: Bruselas sancionó a Apple y Meta con 500 y 200 millones de euros por vulnerar leyes digitales , además multó con 2.950 millones a Google por prácticas abusivas con la publicidad digital y le ha abierto una investigación por manipular los resultados de búsqueda de medios de comunicación, y también está haciendo indagaciones sobre Microsoft y Amazon por su posición de mercado de servicios en la nube o ha penalizado a X con 120 millones por incumplir las obligaciones de transparencia . Todo ello bajo las leyes europeas de Servicios Digitales (DSA) y de Mercados Digitales (DMA), auténticos dolores de cabeza para la Administración Trump y las corporaciones tecnológicas de EEUU, poco acostumbradas a tener que lidiar con legislaciones que no les permitan hacer lo que les dé la gana. La susceptibilidad es tan profunda entre las empresas tecnológicas de EEUU que incluso el compendio de recomendaciones para defender a la democracia que ha puesto en marcha la Comisión Europea ha sido asumida como una intimidación por parte de Elon Musk , el dueño de la red social X. En un intento por tratar de rebajar las tensiones con EEUU, la Comisión Europea rebajó la normativa de la Inteligencia Artificial (IA). Las prácticas de alto riesgo de la IA, como la creación de contenidos manipulados, tendrán una moratoria de 16 meses para que las empresas puedan adaptarse a las nuevas exigencias. Las ONG califican la nueva regulación como “el mayor retroceso de los derechos digitales fundamentales en la historia de la UE”. “Contrarrestar medidas irrazonables” El movimiento, en lugar de calmar las aguas, ha envalentonado a la Administración Trump, que ha seguido con su política de amenazas. La Oficina del Representante Comercial de EEUU publicó la semana pasada un comunicado en el que apuntaba que “si la UE y sus Estados miembros insisten en seguir restringiendo, limitando y desalentando la competitividad de los proveedores de servicios estadounidenses mediante medidas discriminatorias, Estados Unidos no tendrá más remedio que empezar a utilizar todos los instrumentos a su disposición para contrarrestar medidas irrazonables”. Según la Administración de Trump cumplir con la legislación europea es “acosar” a los proveedores estadounidenses de servicios digitales con “demandas, impuestos, multas y directivas discriminatorias”, por lo que en el futuro “Estados Unidos adoptará un enfoque similar al de otros países que siguen una estrategia similar a la de la UE en este ámbito”. Aunque EEUU no cuenta con legislación para multar a las empresas tecnológicas europeas, en el comunicado del departamento de Comercio se menciona directamente a compañías como Capgemini, DHL, Publicis, SAP y Siemens. Ante tamaña advertencia, la Comisión Europea ha asegurado que “las normas en la UE se aplican de forma equitativa y justa a todas las empresas que operan en la UE. Seguiremos aplicando la normativa de forma justa y sin discriminación”. El conflicto sigue latente. El último movimiento de Trump ha sido la imposición de prohibiciones de viajar a EEUU a ciudadanos europeos que han destacado por su posición contra el discurso de odio en internet . “Durante demasiado tiempo, ideólogos europeos han liderado esfuerzos organizados para coaccionar a las plataformas estadounidenses y castigar las opiniones estadounidenses a las que se oponen. La administración Trump ya no tolerará estos atroces actos de censura extraterritorial”, argumentó el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio. Ante la realista dependencia de la UE de determinadas tecnologías estadounidenses, Verdi propone que “los europeos deben convertir sus intenciones políticas en capacidades reales. En esta búsqueda, deberán ser selectivos y, sobre todo, realistas. No se pueden construir de la noche a la mañana nuevas y más fuertes capacidades en todos los niveles. Los responsables de la toma de decisiones deben comenzar donde los riesgos de la militarización son mayores, la competitividad de la UE es deficiente y los asuntos de seguridad en defensa son una preocupación. El espacio, los chips, la computación en la nube y la IA son los lugares para comenzar. El éxito requiere que la UE y sus estados miembros vean el desarrollo de capacidades alternativas en estas tecnologías como una inversión esencial que aumentará tanto su seguridad económica como militar. En última instancia, la cuestión no es si los europeos pueden permitirse construir su propia tecnología, sino si pueden permitirse no hacerlo”.

Trump eleva su amenaza contra las agendas digital y verde de la Unión Europea

Trump eleva su amenaza contra las agendas digital y verde de la Unión Europea

Pese a la rebaja de las exigencias medioambientales a las empresas y la relajación de la normativa de Inteligencia Artificial en Europa, EEUU mantiene su ofensiva para acabar con las leyes comunitarias que obligan a respetar los derechos humanos en las compañías o señalan prácticas abusivas de los gigantes digitales Trump redobla su cruzada ideológica contra la UE y prohíbe a ciudadanos europeos viajar a EEUU por sus discursos contra el odio en internet Trump va a seguir siendo una amenaza para la agenda verde y la regulación tecnológica de la UE en 2026. De poco ha servido que Bruselas haya eliminado la prohibición total de motores de combustión de la UE para 2035 o que se hayan reducido las exigencias medioambientales para las empresas. El presidente de EEUU sigue aprobando medidas contra la UE, desde aranceles a la prohibición de acceder al país a determinados ciudadanos europeos , como forma de presión para tratar de conseguir que las instituciones europeas cambien sus normas y favorezcan a las empresas estadounidenses. El representante de Comercio de los Estados Unidos, Jamieson Greer, ha vuelto a poner en su mirilla a la UE tanto por la regulación sobre la sostenibilidad como por las normas que tocan a las empresas tecnológicas. “Tenemos desequilibrios gigantescos. No es porque Europa sea realmente competitiva. Sabemos que no lo es. Es porque tienen muchas de estas reglas que impiden que los bienes y servicios estadounidenses entren en el continente”, ha declarado. Greer ha puntualizado que tratar las condiciones regulatorias con Europa ha representado un mayor desafío que hacerlo con países como la India o China durante 2025. La Comisión Europea se defiende al recordar que “la UE es un mercado único abierto y basado en reglas, con el derecho soberano de regular la actividad económica de acuerdo con nuestros valores democráticos y compromisos internacionales”. Aunque los estándares europeos sobre medioambiente y de sostenibilidad para las empresas se han rebajado mucho , las directivas europeas de Información sobre Sostenibilidad Corporativa y la de Diligencia Debida en Sostenibilidad son asumidas al otro lado del Atlántico como una fuente de problemas para las empresas americanas. En un voto donde confluyeron los conservadores y la ultraderecha, que puede cambiar el panorama político europeo , la UE exime al 80% de las empresas de las obligaciones medioambientales, aunque seguirán aplicándose a las grandes empresas extranjeras que hagan negocios en Europa. Aquí es donde EEUU ha mostrado su oposición más férrea. Greer ha calificado como “inadecuadas” las normativas europeas sobre sostenibilidad y ha recordado que en el acuerdo arancelario firmado este año entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen se prevén garantías para que la legislación medioambiental no obstaculice el trabajo de las empresas. El representante de Comercio de EEUU ha llegado a insinuar que el acuerdo comercial podría venirse abajo si Europa no hace más concesiones a las empresas estadounidenses. Como respuesta, Matthias Matthijs, investigador principal para Europa del Council on Foreign Relations, y Nathalie Tocci, directora de Istituto Affari Internazionali, argumentan en un artículo en la revista Foreing Affairs , que “la política del Green Deal es difícil, especialmente en medio de una crisis del costo de vida y un crecimiento lento. Pero la alternativa, la continua exposición a los combustibles fósiles y la vulnerabilidad geopolítica, es mucho peor. El mensaje debería ser claro: la diversificación energética no solo se trata del cambio climático, sino también de la soberanía. Además, una estrategia verde-industrial creíble ayudaría a crear los empleos de alta tecnología que los partidos nacionalistas dicen querer defender. Demostraría que la descarbonización y la fortaleza económica pueden reforzarse mutuamente en la práctica”. Los autores insisten en que Europa debe “redoblar esfuerzos en el Pacto Verde Europeo, que actualmente se está diluyendo a través de leyes ómnibus respaldadas por el centro-derecha y la extrema derecha”. “Opciones como derogar la directiva por completo o limitarla solo a las empresas con sede en la UE nunca fueron viables, tanto para preservar un campo de juego equitativo como para asegurar una mayoría parlamentaria”, ha explicado Jorgen Warborn, del Partido Popular Europeo a Bloomberg. Warborn insiste en que aunque se ha rebajado el alcance de la regulación “es un instrumento extraterritorial” en su ámbito de vigilancia de las cadenas de valor de las empresas en ámbitos como violaciones de aspectos medioambientales o de derechos humanos. De momento, según publica Bloomberg, en los mercados no hay una percepción de riesgo por esta legislación: los fondos domiciliados en Europa que poseen acciones estadounidenses atrajeron 56.000 millones en inversión hasta octubre. Ahora bien, la Administración Trump pretende a toda costa rebajar aún más la normativa para sus empresas, abogando por el cumplimiento del acuerdo arancelario del pasado mes de julio, donde se limitaban al 15% sobre las exportaciones de la UE al 15% y como contrapartida se exigía que las leyes no obstaculicen el comercio. Un portavoz de la Comisión Europea apuntó que estas normativas permiten que todas las empresas operen en igualdad de condiciones. En caso de incumplimiento de la legislación medioambiental y de sostenibilidad, una empresa se puede enfrentar a multas de hasta 10.000 millones de euros. Trump quiere acabar con esta norma, será que ya prevé que las grandes compañías estadounidenses las van a incumplir. Dependencia tecnológica y soberanía regulatoria Giorgos Verdi, investigador del programa European Power en el European Council on Foreign Relations, recuerda que “tres gigantes estadounidenses proporcionan el 70% de la infraestructura de computación en la nube de Europa. Las empresas estadounidenses dominan los sistemas operativos de teléfonos en Europa, y ChatGPT de OpenAI se ha convertido en sinónimo del concepto de IA. Starlink representa un casi monopolio en los servicios de internet satelital de Europa, al igual que Nvidia en los chips de IA. El mercado de las redes sociales—las plazas digitales de los demos europeos—también está dominado por las empresas estadounidenses Meta y X”. Así, Verdi añade que “las dependencias tecnológicas de Europa eran un problema confinado al mundo de la política de competencia y la innovación. Pero el segundo mandato de Trump en la Casa Blanca ya ha transformado la excesiva dependencia digital de Europa en una prueba geopolítica. No ha dudado en utilizar las dependencias económicas y tecnológicas de otros en la búsqueda de sus propios objetivos”. Esto se ha traducido en que el secretario de Estado de Comercio de EEUU, Howard Lutnick, no tuvo reparos en lanzar una especie de soborno para que la UE rebajara el impacto de su normativa digital con las grandes tecnológicas estadounidenses en plena negociación comercial entre los dos bloques. “La idea es que si la UE deja de lado este marco regulador y lo hace más atractivo para nuestras empresas, puede obtener el beneficio de cientos de miles de millones de dólares, posiblemente un billón, de inversión al año”, apuntó Lutnick. La UE optó por dar una cal y una de arena. La contestación más beligerante llegó con acento español. La vicepresidenta comisaria de Competencia de la UE, Teresa Ribera respondió soltando que “es posible que haya quien prefiera que miremos hacia otro lado cuando las grandes compañías tecnológicas incumplen nuestras normas. No lo haremos”. No solo fueron palabras: Bruselas sancionó a Apple y Meta con 500 y 200 millones de euros por vulnerar leyes digitales , además multó con 2.950 millones a Google por prácticas abusivas con la publicidad digital y le ha abierto una investigación por manipular los resultados de búsqueda de medios de comunicación, y también está haciendo indagaciones sobre Microsoft y Amazon por su posición de mercado de servicios en la nube o ha penalizado a X con 120 millones por incumplir las obligaciones de transparencia . Todo ello bajo las leyes europeas de Servicios Digitales (DSA) y de Mercados Digitales (DMA), auténticos dolores de cabeza para la Administración Trump y las corporaciones tecnológicas de EEUU, poco acostumbradas a tener que lidiar con legislaciones que no les permitan hacer lo que les dé la gana. La susceptibilidad es tan profunda entre las empresas tecnológicas de EEUU que incluso el compendio de recomendaciones para defender a la democracia que ha puesto en marcha la Comisión Europea ha sido asumida como una intimidación por parte de Elon Musk , el dueño de la red social X. En un intento por tratar de rebajar las tensiones con EEUU, la Comisión Europea rebajó la normativa de la Inteligencia Artificial (IA). Las prácticas de alto riesgo de la IA, como la creación de contenidos manipulados, tendrán una moratoria de 16 meses para que las empresas puedan adaptarse a las nuevas exigencias. Las ONG califican la nueva regulación como “el mayor retroceso de los derechos digitales fundamentales en la historia de la UE”. “Contrarrestar medidas irrazonables” El movimiento, en lugar de calmar las aguas, ha envalentonado a la Administración Trump, que ha seguido con su política de amenazas. La Oficina del Representante Comercial de EEUU publicó la semana pasada un comunicado en el que apuntaba que “si la UE y sus Estados miembros insisten en seguir restringiendo, limitando y desalentando la competitividad de los proveedores de servicios estadounidenses mediante medidas discriminatorias, Estados Unidos no tendrá más remedio que empezar a utilizar todos los instrumentos a su disposición para contrarrestar medidas irrazonables”. Según la Administración de Trump cumplir con la legislación europea es “acosar” a los proveedores estadounidenses de servicios digitales con “demandas, impuestos, multas y directivas discriminatorias”, por lo que en el futuro “Estados Unidos adoptará un enfoque similar al de otros países que siguen una estrategia similar a la de la UE en este ámbito”. Aunque EEUU no cuenta con legislación para multar a las empresas tecnológicas europeas, en el comunicado del departamento de Comercio se menciona directamente a compañías como Capgemini, DHL, Publicis, SAP y Siemens. Ante tamaña advertencia, la Comisión Europea ha asegurado que “las normas en la UE se aplican de forma equitativa y justa a todas las empresas que operan en la UE. Seguiremos aplicando la normativa de forma justa y sin discriminación”. El conflicto sigue latente. El último movimiento de Trump ha sido la imposición de prohibiciones de viajar a EEUU a ciudadanos europeos que han destacado por su posición contra el discurso de odio en internet . “Durante demasiado tiempo, ideólogos europeos han liderado esfuerzos organizados para coaccionar a las plataformas estadounidenses y castigar las opiniones estadounidenses a las que se oponen. La administración Trump ya no tolerará estos atroces actos de censura extraterritorial”, argumentó el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio. Ante la realista dependencia de la UE de determinadas tecnologías estadounidenses, Verdi propone que “los europeos deben convertir sus intenciones políticas en capacidades reales. En esta búsqueda, deberán ser selectivos y, sobre todo, realistas. No se pueden construir de la noche a la mañana nuevas y más fuertes capacidades en todos los niveles. Los responsables de la toma de decisiones deben comenzar donde los riesgos de la militarización son mayores, la competitividad de la UE es deficiente y los asuntos de seguridad en defensa son una preocupación. El espacio, los chips, la computación en la nube y la IA son los lugares para comenzar. El éxito requiere que la UE y sus estados miembros vean el desarrollo de capacidades alternativas en estas tecnologías como una inversión esencial que aumentará tanto su seguridad económica como militar. En última instancia, la cuestión no es si los europeos pueden permitirse construir su propia tecnología, sino si pueden permitirse no hacerlo”.

Tres muertes violentas en apenas 12 horas tiñen de sangre la Navidad madrileña

Tres muertes violentas en apenas 12 horas tiñen de sangre la Navidad madrileña

En poco más de 12 horas, las mismas que van desde la madrugada de la Nochebuena hasta la comida del día de Navidad, la región de Madrid ha vivido su jornada navideña más aciaga de los últimos años. Tres muertes violentas, las dos primeras antes del amanecer en Puente de Vallecas y Chamberí , y una tercera a primera hora de la tarde de ayer en la localidad de Leganés, refrendan la peor de las estadísticas. Más si cabe, en una sucesión de días festivos en las que prácticamente todas las incidencias han descendido respecto al año anterior. Por orden cronológico, el primero de los casos tuvo lugar poco antes de las 2 de la mañana a la altura del número 23 de la calle Lagartera (distrito de Puente de Vallecas), donde dos grupos de jóvenes iniciaron una discusión que no tardó en pasar a mayores, cuando salieron a relucir los cuchillos. Recibida la primera llamada de alerta en la sala del 091, varios indicativos del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) acudieron de inmediato a la zona y se toparon con uno los implicados heridos, un menor de 17 años nacido en España, que había entrado en parada cardiorrespiratoria tras sufrir una grave puñalada en el hemitórax izquierdo. Los agentes comenzaron entonces las pertinentes maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta la llegada del Samur-Protección Civil, cuyos facultativos tomaron el relevo sin que finalmente todos los esfuerzos sirvieran para salvar su vida. De hecho, llegaron a practicarle una toracotomía en plena calle (una cirugía mayor que consiste abrir el tórax y masajear el corazón directamente con las manos), pero fue en vano. Los agentes se entrevistaron entonces con los amigos de la víctima, que aportaron una descripción de los posibles responsables, la cual fue difundida entre todos los radiopatrullas. Cerca de allí, en la calle de Mudela esquina con Ronda del Sur, localizaron a los pocos minutos a uno de ellos, un español de 19 años, aquejado a su vez por dos heridas de arma blanca en la cara y el glúteo, en este caso de carácter leve. Tras ser trasladado por el Samur al hospital Gregorio Marañón, los agentes del Grupo VI de Homicidios, encargados de la investigación, lo arrestaron por un presunto delito de homicidio doloso. Y en paralelo a esta detención, los efectivos de Seguridad Ciudadana interceptaron en las inmediaciones de la comisaría de Policía Nacional de Puente de Vallecas a un segundo individuo, de 21 años y nacido en Venezuela, acusado también de la muerte del adolescente Como ocurre siempre en cualquier hecho de esta índole, los miembros del DEVI de Policía Científica realizaron una inspección ocular del enclave a fin de encontrar el mayor número de pruebas posibles, si bien, el arma homicida no fue localizada. Hasta allí acudieron también los agentes de la Brigada Provincial de Información, por lo que la trágica refriega podría guardar relación con las llamadas bandas juveniles. De hecho, según ha podido saber este periódico, el autor material pertenecería a uno de estos grupos violentos, aunque no se descarta que la motivación del crimen pudiera ser otra. El segundo suceso se produjo a las 5.40 horas en una de las aceras de la calle Alonso Cano, (distrito en Chamberí), muy cerca de la estación de Metro homónima. En este caso se trata de un hombre de 63 años y origen boliviano que, al igual que el menor de edad, fue localizado por unos viandantes en parada cardiorrespiratoria a consecuencia de varias cuchilladas, entre ellas una en el tórax y otra en un costado. Los sanitarios del Samur-Protección Civil extendieron las maniobras avanzadas por espacio de 40 minutos, cuando no pudieron hacer más que confirmar su fallecimiento. El arma empleada fue hallada cerca del cuerpo del malogrado, frente al número 22 de la citada calle. El Grupo VI de Homicidios también está al frente de unas pesquisas, que podrían apuntar a un posible suicidio, una sospecha supeditada siempre a la confirmación del médico forense. Pero al igual que en el primero de los hechos, todas las hipótesis están aún sobre la mesa. Y ya pasado el mediodía de ayer, un tercer hombre perdió la vida a causa de varias cuchilladas en una vivienda de Leganés . Los hechos ocurrieron a las tres de la tarde en el número 4 de la calle Alpujarras, donde la víctima fue asesinada presuntamente por su propio hermano tras desatarse entre ambos una fuerte discusión. Fueron los propios vecinos los que dieron la voz de alarma al escuchar los gritos, por lo que rápidamente se activaron las patrullas de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional más cercanas al inmueble. Al entrar en el domicilio, los agentes encontraron al finado, español de 54 años, tendido en el suelo y sin signos aparentes de vida. Tras ello, requirieron la presencia del Summa-112, que solo pudo confirmar el óbito. El cadáver presentaba varias heridas de arma blanca, la más grave a la altura del abdomen. Dentro de la casa estaba también otro varón, de 49 años y hermano del fallecido, quien fue detenido como presunto autor del homicidio. Se trata de un paciente psiquiátrico, según las fuentes policiales consultadas por este diario. El Grupo VI de Homicidios se hizo también cargo de las averiguaciones. Pese a la gravedad de estos casos, las agresiones esta Nochebuena en la región han caído un 15% respecto al año pasado, señaló Emergencias 112 Comunidad de Madrid tras hacer público el balance de la noche, en la que atendió 137 de estos casos. Este servicio registró durante la jornada 1.747 llamadas, lo que supone un 5% menos que la misma fecha de 2024, cuando hubo un total de 1.846. Según trasladó un portavoz, la actividad desde medianoche hasta las 9.00 horas del jueves fue «similar» a la del pasado año. También cayeron un 57% los incendios y un 24% las intoxicaciones etílicas. Eso sí, se produjeron más accidentes de tráfico, con un incremento del 68% de las llamadas –pasando de 22 a 37–. «Ha sido una Nochebuena ajetreada para los servicios de emergencia de la Comunidad de Madrid, como suelen ser estas noches, porque hay gran cantidad de llamadas, pero en principio no ha habido ningún incidente destacable», apuntó. En la capital, la Policía Municipal de Madrid gestionó 2.070 incidencias y Samur-Protección Civil desplegó 373 intervenciones en Nochebuena, que una portavoz de Emergencias Madrid calificó como «muy similar a un día normal». En el balance de la ciudad destacaron 19 intervenciones de los sanitarios en intoxicaciones etílicas, 20 por agresiones y 13 accidentes de tráfico. Por su parte, los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid realizaron 83 intervenciones, de las que 10 fueron por contenedores ardiendo, 16 por rescates de gente atrapada en ascensores y ocho por fuegos en viviendas. En el caso de la Policía Municipal, se llevaron a cabo 43 inspecciones a locales con 30 infracciones varias, mientras que también se recibieron 276 quejas por ruido en domicilios y 28 en locales. Por último, hubo 196 actuaciones por consumo de alcohol en la vía pública.