El fiscal y la balanza

El fiscal y la balanza

Decía Azaña que en España la justicia no se administra: se reparte, como los favores. Ochenta años después, el diagnóstico sigue teniendo la precisión de una autopsia. El fiscal general del Estado, figura que debería ser garante de la ley y del equilibrio institucional, parece hoy un actor más en el teatro del poder, recitando el papel que el Gobierno escribe entre bambalinas. No se trata de nombres propios, sino de un modo de entender el poder: el de quienes creen que el Estado de Derecho es una finca familiar, y la Fiscalía, su despacho de abogados. Cuando el fiscal deja de ser la voz del pueblo para convertirse en la voz del Ejecutivo, el derecho se convierte en un... Ver Más

Hay un tipo lanzando pelotitas

Hay un tipo lanzando pelotitas

Rafael de Paula decía que Dios lanzaba pelotitas desde el cielo, que a algunos les caían en la cabeza y que eso era el arte. Estoy de acuerdo, pero creo que el cielo no sólo lanza las pelotitas a la cabeza; en ocasiones las envía a la sangre y las acompaña de manual de instrucciones, como si fueran bacterias. Al fin y al cabo, las bacterias saben lo que tienen que hacer sin que nadie se lo diga . Las pelotitas, no. En ocasiones la bacteria se equivoca y desea acabar con el cuerpo que la aloja, aunque ello implique su propia muerte. Es una paradoja trágica: la bacteria gana la batalla, pero pierde la vida en una matrioshka en... Ver Más

El Líbano espera una nueva ofensiva de Israel entre el miedo y la esperanza de librarse de Hizbolá

El Líbano espera una nueva ofensiva de Israel entre el miedo y la esperanza de librarse de Hizbolá

Los rumores llenan las calles de Beirut. Con sus nuevos bombardeos sobre el sur del Líbano, parece que se está preparando una nueva fase de la guerra contra Hizbolá y que lo siguiente, los ataques masivos, es inminente. Esa es la convicción profunda de una parte importante de la población porque hay muchas pistas al respecto. Por ejemplo, se multiplican los artículos publicados en la prensa israelí y las declaraciones oficiales afirmando que Hizbolá está reconstruyendo su arsenal. Generalmente, esta es una táctica utilizada por el Estado hebreo para preparar a la opinión pública ante una intervención, justificándola de antemano. También es, a veces, una forma en la que Tel Aviv envía mensajes: «Si se pasan de la raya, no... Ver Más

Sánchez, como Arias Navarro en el Sahara

Sánchez, como Arias Navarro en el Sahara

Lo que entonces pareció que suponía la liquidación a la bravas , pero liquidación al fin, de la última cuestión colonial de España se ha convertido en un problema que medio siglo después sigue irresuelto y que no solo ha seguido envenenando las relaciones de España con los países del Magreb , principalmente con Marruecos y Argelia, sino que también ha supuesto un quebradero de cabeza para la Unión Europea, la Unión Africana y para Naciones Unidas, que ha mantenido intocable su doctrina tradicional: el Sahara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo del que España sigue siendo la administradora «de iure», pese a que en su momento transfirió su administración «de facto» sin capacidad legal para hacerlo y que... Ver Más

De Villa Cisneros a Dajla, Marruecos levanta su 'Dubái del Sáhara' a 50 años de la Marcha Verde: "España se fue, nosotros la hicimos próspera"

De Villa Cisneros a Dajla, Marruecos levanta su 'Dubái del Sáhara' a 50 años de la Marcha Verde: "España se fue, nosotros la hicimos próspera"

El régimen alauita exhibe su modelo de desarrollo para el Sáhara Occidental en el antiguo enclave español silenciando el conflicto de la descolonización con militares y vigilancia policial. Mientras, trata de competir con Canarias por el control del Atlántico construyendo resorts turísticos y un nuevo megapuerto.

Boulez cumple 100 años

Boulez cumple 100 años

Llegaron la primera vez al Teatro Central de Sevilla de la mano de Mauricio Sotelo con el cantaor onubense Arcángel en 2007; luego, el año pasado se presentaron con un programa integral Ligeti , mientras que en este recordaban el centenario del nacimiento de Pierre Boulez con las cinco primeras piezas de su 'Livre pour Quatuor' (I, II y IIIa, b y c) , aunque no incluía el IV movimiento, en el que habían colaborado los miembros del cuarteto con el compositor y que finalmente Philippe Manoury completaría, haciendo frente a numerosas dificultades no especificadas del todo tras la muerte de Boulez. La verdad es que la interpretación de Diotima se ajusta a este tipo de música desde la comprensión cercana a la del compositor, de manera que resulta lo más coherente posible, y así la sucesión de movimientos, dotados de autonomía -según el compositor- pudieran intercambiarse llegado el caso con total autonomía. La idea de una autonomía plena de las partes le venía de Mallarmé . Volvemos a destacar como en la anterior ocasión, la unidad tímbrica que presenta el cuarteto Diotima, así como la coordinación y sincronía absoluta en una partitura que acumula tantos 'tics' contemporáneos -al adolecer de los elementos habituales de la música-, conjunciones que deben provenir de una compenetración de tantos años tocando juntos. Quizá el recurso que unifica las tres obras programadas sean los trémolos 'sul ponticello' (tocando el arco casi sobre el puente), un efecto turbador e inquietante que, junto a las imitaciones, amplias dinámicas y disonancias conformaron un desconcertante y breve final. Boulez quiso encarar a la tradición para afirmar su propia personalidad musical, afrontando sonatas de Beethoven con las suyas y luego fue el cuarteto de cuerdas, sobre todo los últimos de Beethoven, Bartók y sobre todo la 'Suite Lírica' de Berg . Ya desde el 'Allegretto gioviale' de esta suite bergiana , se notaba un cambio de atmósferas, alternando las más destensadas como esta, con la más desgarradoras; sin embargo, las ideas estaban más completas, más desarrolladas, y los sonidos se presentaban más superpuestos (por ejemplo, los violines con frecuencia se complementaban) que yuxtapuestos (Boulez). También estos contrastes resultaban diríamos que de carácter, caso del 'Andante amoroso' , de inicio como fugado, aunque luego se aunaran con la carnosidad no sólo de la música sino de los cálidos instrumentos, que culminaban en escalas que trenzaban movimientos entrelazados en el final. Este romanticismo podía chocar descarnadamente con ese expresionismo que nos seduce del compositor vienés, como el 'Presto delirando – tenebroso' , con hirientes 'glissandi', cañeros graves en el chelo, contextos cambiantes, que se fueron deshaciendo en el 'Largo desolato' : empieza en marcados 'pizzicati', y va definiendo más la tensión la presencia constante del oscuro chelo y finalmente la viola, que por cierto termina en un 'perdendosi' que Chevalier ejecutó con una delicadeza extraordinaria. Como decíamos, los últimos cuartetos beethovenianos estaban en la mente de Boulez, y así llegaba al 'Concierto de cuerda nº 16' en Fa mayor op. 135 de Beethoven que, sinceramente, parecía asumir en su interpretación toda esa carga tensional, a veces implacable, de las dos piezas anteriores, sobre todo en las dinámicas, que seguían manteniendo a volúmenes extremos; sin embargo, la intensidad expresiva pudo conmovernos en el 'Lento assai' que, aquí sí, mantenía la conexión con el 'Amoroso' de Berg. Y el nivel de afinación fue tal que se podía haber grabado el disco a la primera toma (por la afinación y por todo cuanto hemos reseñado), si no estuviera ya grabado.

Sahara Occidental: del purgatorio español al infierno marroquí

Sahara Occidental: del purgatorio español al infierno marroquí

El otoño de 1975 fue caliente en España. Tras los fusilamientos de septiembre y las protestas internacionales, la enfermedad de Franco. Y un referéndum en el Sahara. Hassan II iba a sacar rédito de tanta descomposición… El 15 de octubre el dictamen del Tribunal de La Haya y el informe de la comisión de la ONU tras su visita al Sahara Occidental ratificaban que el pueblo saharaui era el único actor de su futuro. Tres días después, el monarca alauí anunció su propósito: invadir el Sahara de forma «pacífica», todo un oxímoron. « La famosa Marcha Verde cogió desprevenido al Gobierno español, y no digamos al del Sahara cuyos servicios de espionaje nunca llegaron a intuir lo que en Marruecos... Ver Más

Los grandes narcos no escarmientan entre rejas: casi la mitad vuelven a la cárcel por el mismo delito

Los grandes narcos no escarmientan entre rejas: casi la mitad vuelven a la cárcel por el mismo delito

La Constitución recoge que el fin último de las penas de prisión es la reeducación y la reinserción social del delincuente. En términos generales, el objetivo se cumple razonablemente. Pero no en el caso de los condenados por tráfico de drogas. Los narcos pasan por prisión, pero la prisión no pasa por ellos. O, lo que es peor, convierten la celda en una narcooficina desde la que siguen llevando las riendas de sus organizaciones. La explicación es sencilla y la solución, compleja: «Es su modo de vida, es la forma que tienen de hacerse con beneficios patrimoniales ingentes». Lo explicaba esta semana Servando Caíño, fiscal especial Antidroga de la provincia de Pontevedra —zona cero del tráfico de drogas a gran escala en Galicia— durante un congreso organizado por la Fundación Galega contra o Narcotráfico en A Estrada . «En el tráfico de drogas, el porcentaje de reiteración delictiva es altísimo», lamentaba el fiscal en una de las mesas que versaba específicamente sobre la reincidencia. El encargado de poner las cifras sobre la mesa fue José Ángel Vázquez Yáñez, director del centro penitenciario de Teixeiro (La Coruña). Mientras la tasa de reincidencia penitenciaria general no llega al 20 % —es decir, solo dos de cada diez presos vuelven a prisión por el mismo delito—, en el caso del tráfico de drogas el porcentaje se dispara hasta el 42 %. Así lo concluyó un estudio de Instituciones Penitenciarias que abarcó toda una década, recogiendo datos de 2009 a 2019. Los perfiles del traficante de drogas son muy variados, desde el gran narco que amasa fortunas colando toneladas de cocaína por la costa europea hasta el camello que también es toxicómano y menudea para pagarse sus dosis. El porcentaje de reiteración delictiva es muy alto en ambos perfiles, pero las motivaciones son bien distintas. Por eso, las fórmulas para tratar de reducir esa reincidencia —de eso se trataba la mesa redonda celebrada en A Estrada— tienen que ser también muy diferentes. El gallego José Manuel Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco, es el paradigma del gran narco al que estar entre rejas no le sirve para escarmentar. Tuvo su bautismo carcelario a mediados de los años ochenta del siglo pasado, tras ser detenido en una operación contra el contrabando de tabaco, especialidad en la que se foguearon los grandes capos gallegos que luego dieron el salto al tráfico de cocaína. Uno de ellos, el propio Miñanco, a quien el negocio del polvo blanco mantuvo varios lustros entre rejas, sumando luego el blanqueo de dinero a sus condenas. Se sentó en el banquillo, por última vez, a principios de este 2025, acusado de liderar una trama que intentó introducir —esta vez sin éxito— 4.000 kilos de cocaína. La causa, bautizada Operación Mito en su honor, por la que la Audiencia Nacional procesó a una cincuentena de individuos —entre ellos, el abogado Gonzalo Boye—, está pendiente de sentencia. Pero, para lo que nos ocupa, es decir, la difícil reinserción de los grandes capos, además del trasiego carcelario por la acumulación de condenas, es interesante prestar atención a cómo Miñanco, presuntamente, se valió de un tercer grado para organizar una de las grandes operaciones de cocaína de los últimos años: oficialmente trabajaba en un parking en Algeciras, pero en la sombra seguía al mando de una organización a la que había vuelto a llamar a filas. Y esto conduce a la pregunta de si conceder la semilibertad a quienes han hecho del narcotráfico su modo de vida es una buena idea. Porque, como subrayó en A Estrada el director de la cárcel de Teixeiro, en términos más técnicos, estos grandes capos evidencian «un patrón de comportamiento estable y con resistencia al cambio». Para el fiscal pontevedrés, la cuestión del tercer grado para los grandes narcos merece una revisión, y propone endurecer su concesión «de una forma similar a lo que ocurre con los delitos sexuales». En el cónclave de esta semana en A Estrada —que, para algo, se bautizó como Congreso de Legislación Antinarcotráfico— se trataron de poner sobre la mesa fórmulas legales para disuadir a los narcos de esa querencia desaforada por la acumulación de capital, pese a que sobre ellos planee siempre la amenaza de pasarse media vida entre rejas. Para tratar de contener esa sed insaciable de los narcos por seguir amasando fortuna mientras están encarcelados, la estrategia de las autoridades penitenciarias se juega en dos frentes. Por un lado, la seguridad y la prevención —es decir, intentar que el preso no delinca mientras está en prisión—, y por otro, un trabajo de carácter psicológico y terapéutico. ¿Y cómo se traduce luego en la práctica esa estrategia? «Con nuestras unidades caninas, con el trabajo de los funcionarios de los grupos de información y la colaboración, tan valiosa, con las fuerzas de seguridad», detallaba el director de la cárcel de Teixeiro ante un auditorio plagado de policías, fiscales, vigilantes aduaneros, jueces y otros agentes de la lucha contra el narcotráfico. En los casos más graves, se les aleja de otros presos que también se dedican al tráfico de drogas o se les ingresa en primer grado, es decir, en un régimen de aislamiento reservado para los más peligrosos. Además, desde hace un par de años se promueve que los grandes narcos participen en un programa denominado Pideco, diseñado para presos condenados por delitos económicos: «Se intenta que tomen conciencia del daño que causan», añade José Ángel Vázquez Yáñez. En todo caso, admite que la rehabilitación de estos grandes narcos es muy complicada. Y en A Estrada volvió a repetirse una consigna que quienes se baten cada día contra los narcos tienen cada vez más presente: hay que intervenirles la droga y tratar de vincularlos con los alijos, sí, pero sobre todo atacar su patrimonio. Ahí es donde más les duele.

David Uclés: «Hay muchos futbolistas gais, deberían tener valor y admitirlo»

David Uclés: «Hay muchos futbolistas gais, deberían tener valor y admitirlo»

-¿Qué papel juega el deporte en su vida? -Siempre he nadado. Tenía escoliosis y me ayudó mucho a enderezar la espalda. Pero ahora no hago deporte porque tengo una arritmia que me la quitan en unas semanas. Cuando me esfuerzo mucho vuelve a aparecer. Me aflige. Si estoy en el agua y el corazón se desboca, no me siento a gusto. Estoy deseando que me operen para poder volver a hacer deporte. Es súper necesario, como un antidepresivo natural. -Usted salió escritor, por más que su padre pusiera todo de su parte para que fuera futbolista. -Sí, me compró un traje de Koeman, porque a él le encanta el Barça. Pertenece a la peña barcelonista de Úbeda. Le fascina. Él... Ver Más

Mil años así

Mil años así

En la cuesta de la Vega, Madrid tuvo una muralla que protegía la ciudad de hampones y canallas. Alfonso VI, rey de Castilla, apodado el Bravo, oyó un rumor de cuando los musulmanes tomaron la ciudad. Se decía que, para proteger una figura de la Virgen, algunos gatos escondieron en un cubo la talla y la emparedaron en el tramo que llegaba hasta la actual calle de Bailén. Esto sucedió entre el año 711 y el 714. Por eso, cuando el rey de Castilla y Galicia llegó a las puertas de la ciudad, se empeñó, promesa de por medio, en recuperar aquella figura cristiana escondida trescientos años atrás. El 9 de noviembre de 1085 dieron con ella. Al mudaina es... Ver Más

El Gobierno expropia un loro a una mujer de 75 años: «El trato fue inhumano»

El Gobierno expropia un loro a una mujer de 75 años: «El trato fue inhumano»

La situación es la siguiente. El pasado 26 de septiembre, Dori Cabra y su marido estaban limpiando la jaula de Kiko , un loro gris de cola roja, que es, desde hace 23 años, un miembro más de la familia protagonista de esta historia. Un día cualquiera en Barajas (Madrid) hasta que, en un mal giro del destino, Kiko escapa. No había pasado nunca. Y el animal se pierde y no sabe regresar a casa. La familia lo buscará durante días con un disgusto terrible, y hasta pondrá fotografías por el barrio. Mientras, Dori se muere de pena . Pasada la semana, suena el teléfono: «Oigan, yo encontré a ese loro, pero se lo di a la Policía». Un vecino de la zona se había topado con Kiko y luego con los carteles. La familia llama a la comisaría local, que, efectivamente, les informa de que estuvieron con Kiko, aunque luego, explican, lo dejaron en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Tres Cantos. Dori llega lo más rápido que puede. Pero lejos de terminar su mal trago, la pesadilla solo acaba de empezar. Este es un relato de laberintos burocráticos , líos entre competencias ministeriales y una administración insensible con una mujer de 75 años. Pero, sobre todo, es una historia de amor por los animales y de luchar contra injusticias hasta el final. «Es surrealista. Mi madre llegó al CRAS y la trataron muy mal , fue con la factura de compra y el CITES (documento internacional para el control legal de estas especies), todos los papeles de Kiko, y le dijeron que no era válido, que no se lo entregaban, imagínate cómo lloró la mujer, no la dejaron ni ver al loro, decían que esa documentación se la podía haber inventado, el trato fue inhumano, estaba muy disgustada», explicaa ABC Marian Abad , la hija de Dori. Esta mujer ha llegado a reunirse con dos técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) el mes pasado para que les devolvieran a su animal. Tras el pulso con el CRAS, sin éxito, les llaman desde el citado ministerio y les dicen que el loro ya no es de su propiedad y que ahora tiene chip a nombre del Estado . ¿Qué pasó aquí? José María López , secretario de Federación Fauna , entidad que ayudó a Dori en este proceso, critica la falta de experiencia de los funcionarios de Miteco en estos procesos: «En 2017, la normativa elevó la protección de los loros grises del anexo B al anexo A de CITES. Si no se crían o venden, basta con conservar la documentación; pero si se pretende comercializar, hay que tener también microchip. En 2021, estas competencias del Ministerio de Comercio pasan a ser de Transición Ecológica y se reduce el personal especializado d e 150 inspectores a menos de diez , sin la experiencia necesaria. Esta mujer es víctima de un conflicto de competencias ministeriales». López reprocha que «el Estado no puede adjudicarse al loro» porque «se requiere un procedimiento administrativo o uno judicial, es decir, aquí se omitieron trámites que son obligatorios antes de quedarse el ave». El secretario de Federación Fauna cita por ejemplo el artículo 3 del Real Decreto 7/2018 en materia de comercio de especies amenazadas de fauna y flora silvestres , que dice que la propiedad puede demostrarse con la copia original del CITES. «A Dori le exigieron la anilla que no tenía, pese a enseñar fotos y vídeos que evidenciaban que era suyo desde hace 23 años», apunta López. A sus 75 años, esta mujer intenta explicarse una y otra vez con lágrimas en los ojos y sin disimular su impotencia: «Yo no lo sabía, no lo sabía, nunca se puso malo ni le pasó nada, si llego a saber que tengo que ponerle un chip, claro que lo hubiera hecho». No les dieron tiempo para corregir la documentación ni ningún tipo de margen de maniobra. Su hija Marian explica que las últimas semanas han sido muy desagradables: «El 28 de octubre me citan en el ministerio. Me dicen que nos dejan a Kiko en depósito, pero que la propiedad es del Gobierno. Me explican que lo habían chipado sin pedirnos permiso y que teníamos que pagar los gastos y que en cualquier momento nos lo requisan. Mira, yo no daba crédito. Al día siguiente vamos al CRAS mi madre, un señor de Medio Ambiente y yo. Y le dicen a mi madre: 'Dori, pase'. Y no, mira, mi madre no va a pasar sola, es una señora mayor y tengo que leer lo que va a firmar. Pues nos hicieron firmar papeles de que el loro estaba en perfectas condiciones. Pero, perdona, ¡si no habíamos visto al loro todavía y teníamos que firmar antes que estaba bien!». Cuando recogieron a Kiko para llevárselo a casa, uno de los técnicos de Medio Ambiente les dijo con chulería: «Qué sepas que si te llevas a Kiko es porque yo he querido, y además no te van a cobrar ni la comida ni el agua». A Dori el disgusto no se le pasa, según explica su hija, sufre estrés y angustia, y le preocupa mucho que le quiten a Kiko de golpe porque le hace mucha compañía. Estos loros incautados por el Gobierno son enviados en avión al Congo para ponerlos en libertad, aunque se hayan criado en casa, según la web de Miteco. Marian explica todo esto y se echa las manos a la cabeza: «¿Pero te crees que hemos tenido que enviar fotos de la casa y de su jaula para que Miteco dé el visto bueno? Todo sea que cambien las leyes o que se vuelva a escapar o que mi madre fallezca, pues ya verás la parafernalia increíble que tendremos que armar para que nos cedan al loro». La hija de Dori descubrió en redes sociales que a más dueños de yacos les pasó lo mismo y nunca recuperaron a su lor o: «No sabemos si empezar un proceso judicial para que nos devuelvan la titularidad, mi madre tiene miedo de que sea peor y se lo quiten. Mucha gente no sabe dónde tiene que dirigirse, porque vas y te quitan de encima, yo estuve lista, pero una persona como mi madre que no tenga ayuda, olvídate». Hoy, Dori vuelve a hablarle a Kiko y él silba, juega y contesta imitándola. Feliz de volver. No saben si algún día se lo van a quitar . «Parece broma, pero es que es tu mascota y duele. Si quieren quitar todos los exóticos , lo entiendo, pero hombre, a la gente que ya los tiene, déjala vivir, por lo menos», zanjan Marian y su madre.

Yerai Cortés:  «El mayor regalo es que me escuchen flamencos, payos, gitanos y modernos»

Yerai Cortés: «El mayor regalo es que me escuchen flamencos, payos, gitanos y modernos»

Yerai Cortés (Alicante, 1995) no vive muy lejos del Teatro Real, como si el destino le hubiera traído cerca del histórico edificio que, desde 1850, acoge a las principales figuras mundiales de la ópera y la música clásica. El guitarrista flamenco lo veía en sus paseos por el barrio, imponente, cuando llegó a la capital siendo un adolescente para abrirse paso en los tablaos. «La verdad es que es increíble», comenta ahora mientras observa el Madrid de los Austrias bajo sus pies, desde la ventana de una de sus salas de ensayo, en la sexta planta. «Hace dos años, antes de que se estrenara el documental de C. Tangana, iba paseando cerca de aquí con Laurène, mi agente. Estábamos hablando... Ver Más